Reforzar el sistema inmunitario del recién nacido

Todos los padres desean que su bebé crezca sano y fuerte. Cuanto antes comiencen los procedimientos de endurecimiento de los recién nacidos, mejor se desarrollará el niño. Los neonatólogos recomiendan iniciar un conjunto de procedimientos para un niño completamente sano a partir de la segunda semana de vida. Si el bebé nació a término tras un parto sin complicaciones; la pérdida fisiológica de peso en los primeros días no supera el 10%; en casa, el niño está tranquilo y gana peso adecuadamente; y el pediatra y el neurólogo pediátrico no detectan ninguna anomalía en el desarrollo, los padres reciben luz verde para comenzar las clases.

¿Cómo se puede fortalecer a un bebé así? Con la ayuda de elementos naturales: agua y aire.

1. La temperatura óptima en la habitación del niño es de 20-22 °C. No se debe abrigar al niño y solo se puede recordar ponerle el gorro por un breve periodo después del baño. Durante el sueño nocturno, la temperatura del aire permitida es de 18-20 °C.
2. Baños de aire con cada cambio de pañal. Para ello, primero ventile una habitación vacía, luego cierre las ventanas, meta al bebé, desvístalo hasta la cintura, dejando las piernas y las nalgas al descubierto, y déjelo así durante 5 minutos.
3. Ventile la habitación con regularidad. En verano, no es necesario cerrar la ventana, y en inviernos fríos, ábrala regularmente hasta 5 veces al día durante 15 minutos cada vez.
4. Camine al aire libre con la mayor frecuencia y el mayor tiempo posible. Los pediatras modernos recomiendan hacerlo en cualquier clima. Las únicas excepciones pueden ser temperaturas inferiores a -10 °C o vientos fuertes combinados con alta humedad. El primer paseo puede realizarse el segundo o tercer día después del alta de maternidad. Su duración es de 15 a 20 minutos. Después, aumente gradualmente la duración de los paseos al aire libre cada día, llegando en invierno a 1-1,5 horas cada vez, dos veces al día, y en verano, puede caminar durante todo el día. Solo debe recordar elegir el lugar correcto para el paseo: el aire limpio del parque será sin duda más beneficioso que caminar por una calle contaminada de camino al supermercado o al mercado.
5. Vierta agua fría sobre los pies del bebé. Este procedimiento puede realizarse antes de acostarse: vierta agua sobre los pies del bebé, frótelos bien con una toalla y cúbralos con una manta. La temperatura inicial del agua para estos procedimientos es de +34 °C y disminuye gradualmente hasta +20 °C.
6. Bañe al bebé a diario, terminando el baño con agua más fría. Para ello, prepare un baño con agua a una temperatura normal de +37 °C, llene un cucharón con esta agua y resérvela. Mientras el bebé esté en el baño, se enfriará un poco en el cucharón. Después de terminar el baño, comience a verter agua sobre el bebé con el cucharón: primero los talones, luego la columna y finalmente la cabeza.

La siguiente etapa del “endurecimiento del agua” pueden ser los baños fríos: cada día la temperatura del agua recogida se reduce en 1 °C.

Y el factor más importante para mantener un sistema inmunitario fuerte en el bebé puede ser la lactancia materna. Al fin y al cabo, como dice un famoso pediatra: «Todo niño nace con un sistema inmunitario naturalmente fuerte. Y la principal tarea de todos los familiares es no interferir». Pero ayudar a mantenerlo está al alcance de todos.