Parámetros físicos de un niño de 1 a 1,5 años de edad

El cuerpo humano presenta proporciones diferentes en distintas etapas de la vida. La cabeza, el torso, los brazos y las piernas mantienen proporciones constantes a cada edad. Claro que existen fluctuaciones individuales (según el género, la raza, etc.), pero los límites de estas fluctuaciones son relativamente pequeños, por lo que las personas de la misma edad, en promedio, tienen las mismas proporciones corporales. Si se viola esta proporcionalidad, lo percibimos como una violación de la armonía o un defecto estético.

Según los cánones generales, en un cuerpo humano correctamente construido, la longitud de la cabeza es 8 veces menor que la longitud de todo el cuerpo y 3 veces menor que la longitud del torso. La longitud de los brazos es 3,25 y la de las piernas es 4,25 veces la longitud de la cabeza. El cuerpo de un niño tiene proporciones completamente diferentes. Así, en un recién nacido, la longitud de la cabeza es solo 4 veces menor que la longitud de su cuerpo, la longitud de los brazos es 1,6 y la longitud de las piernas es 2,5 veces la longitud de la cabeza. Al cumplir un año, estas proporciones cambian. La longitud de la cabeza encaja en la longitud del cuerpo aproximadamente 5 veces, y la longitud de los brazos es igual a la de las piernas. Por lo tanto, un niño (comparado con un adulto) es una criatura de piernas y brazos cortos, con una cabeza grande y ojos grandes. (Durante el período de crecimiento humano, desde la infancia hasta la edad adulta, los ojos crecen mucho más lentamente que otras partes del cuerpo. Por lo tanto, en relación con las proporciones de la cabeza, los niños tienen ojos mucho más grandes que los adultos).

Los caricaturistas aprovechan este fenómeno. Si quieren que su personaje evoque afecto, amor y otras emociones agradables, lo representan con las proporciones de un niño: cabeza grande, ojos enormes con pestañas largas y patas cortas (o brazos y piernas). Y viceversa: un personaje malvado siempre se dibuja con las proporciones de un adulto.

Pasemos de las proporciones a los valores absolutos. Después de que un niño cumple un año, su ritmo de desarrollo físico se ralentiza un poco. Su peso corporal aumenta, en promedio, solo entre 30 y 50 g por semana.

Al año de edad, la circunferencia cefálica de un niño alcanza un promedio de 46,6 cm; al año y medio, aumenta a 48 cm, y a los dos años, a 49 cm. Así, durante el segundo año de vida, la circunferencia cefálica aumenta 2 cm. Para determinar si un niño se desarrolla correctamente, además del peso y la longitud corporal, también se determina su proporcionalidad. Por ejemplo, se considera que la circunferencia torácica de un niño es mayor que la circunferencia cefálica en tantos centímetros como su edad.

Las piernas crecen en longitud mucho más rápido que los brazos. Mientras que los brazos de un recién nacido son ligeramente más largos que sus piernas, al año de edad las extremidades alcanzan la misma longitud, y las piernas de un niño de dos años ya son más largas que sus brazos. Veamos el cráneo de un niño. Está dividido en las partes facial y cerebral. La parte cerebral del cráneo es mucho más grande que la parte facial, especialmente en los recién nacidos. Con la edad, todo el cráneo crece, pero su parte facial crece mucho más rápido que la parte cerebral. De particular importancia para la apariencia es el crecimiento de la mandíbula inferior. Este hueso consiste en un arco óseo y ramas que se extienden desde él. El ángulo formado por las ramas y el arco cambia con la edad de obtuso a recto. Al mismo tiempo, en las mujeres, la forma de la mandíbula inferior (al igual que todo el cráneo en su conjunto) en la edad adulta es muy similar a la de un niño.

El peso corporal del niño cambia. Durante este período, aumenta unos 200-250 g al mes, lo que equivale a unos 2,5-3 kg al año. La estatura aumenta 12 cm y disminuye cada mes. En ocasiones, incluso puede detenerse y permanecer sin cambios durante 1-3 meses. Esto puede depender de la nutrición, el entorno y otros factores. Sin embargo, tanto la estatura como el peso corporal dependen en mayor medida de la herencia.

Entre el año y los 18 meses, suelen aparecer cuatro premolares. Y entre los 16 y los 24 meses, erupcionan los caninos. El orden de erupción de los dientes puede verse alterado, pero, en promedio, para el mes 25 de vida, un niño debería tener 20 dientes de leche.

A veces, la dentición puede ir acompañada de dolor local, salivación, irritabilidad y pérdida de apetito.

A pesar de que un niño de entre un año y un año y medio de edad ya está de pie y camina bien, la estructura de su cuerpo aún no se corresponde plenamente con la función de caminar erguido, que distingue al hombre de los animales superiores.

El problema es que sus piernas cortas aún son muy pequeñas y su cabeza es grande y pesada. Los músculos del cuello, la espalda y las piernas aún no están fuertes. Todo esto le dificulta mantener el equilibrio. Además, su sistema vestibular aún no está lo suficientemente desarrollado.

La columna vertebral de un adulto presenta varias curvas fisiológicas que facilitan la bipedestación y la marcha. Estas curvas se denominan lordosis y cifosis. La lordosis es una curvatura hacia adelante. La cifosis es una curvatura hacia atrás. Un adulto presenta lordosis cervical, cifosis torácica, lordosis lumbar y cifosis sacrococcígea. Las curvas fisiológicas actúan como un amortiguador, suavizando las sacudidas del cuerpo al caminar, correr y saltar.

En los niños, especialmente en los pequeños, la columna vertebral no presenta todas estas curvas. Además, aún no es fuerte, su sistema ligamentoso no está completamente formado y comienza a osificarse solo al final de la edad preescolar. Las curvas de la columna vertebral se forman y consolidan, en promedio, entre los 13 y los 15 años. Además, su formación ocurre secuencialmente. En un recién nacido, la columna vertebral tiene la forma de una columna casi recta. Cuando el bebé comienza a sostener la cabeza y los músculos del cuello se involucran en el trabajo, comienza a formarse la lordosis cervical. Más tarde, cuando el niño comienza a sentarse, aparece la cifosis torácica. Y cuando el niño comienza a ponerse de pie y a caminar, se forma la lordosis lumbar. Pero incluso en este momento, cuando el niño se recuesta, su columna vertebral se endereza de nuevo, ya que aún no ha alcanzado el grado de osificación requerido.

En general, los huesos de un niño alcanzan su madurez completa solo en la pubertad. Antes de eso, la capa superficial del hueso infantil, el periostio, es mucho más gruesa que en los adultos. Por eso, las fracturas en "rama verde" son muy comunes en niños. ¿Alguna vez se han roto brotes verdes de arbustos? Recuerden cómo sucedió: el tallo se rompió por dentro, pero la piel gruesa y jugosa del exterior lo retiene y permanece casi intacta. Las fracturas subperiósticas en niños son similares. Además, los huesos de la mano y el pie tienen una base cartilaginosa durante mucho tiempo y se osifican en un momento determinado.

Los sistemas cardiovascular, respiratorio y digestivo no experimentan cambios notables durante estos seis meses (del año al año y medio). Así, la frecuencia cardíaca se mantiene en torno a 120 latidos por minuto y la frecuencia respiratoria no inferior a 30 respiraciones por minuto. El tracto gastrointestinal sigue funcionando de la misma manera, a menos que, claro está, no se hayan introducido en la dieta del niño shashlik, barbacoa, manteca de cerdo con ajo y otros productos cárnicos no aptos para esta edad.

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