El proceso de excitación sexual y sus trastornos

La sexología moderna (la ciencia de la vida sexual), en particular, destaca las siguientes cuestiones urgentes: las peculiaridades de la sexualidad masculina y femenina en términos tanto de psicofisiología como de dinámica de los problemas sociales y sexuales; la relatividad de la distinción entre los vínculos “sexuales” y “no sexuales” y las reacciones de hombres y mujeres que se sienten atraídos entre sí.

Los estímulos de excitación sexual varían de una persona a otra: algunos se sienten atraídos por la mirada de otra persona, otros por el tacto, etc. Los hombres suelen experimentar una mayor excitación sexual al observar diversas partes del cuerpo de una mujer. La excitación sexual puede deberse no solo a la influencia de factores psicógenos, sino también a la estimulación de los receptores locales de los genitales externos.

Por un lado, la percepción de una persona o una imagen imaginaria involucra la corteza, el sistema límbico cerebral y partes del hipotálamo; por otro, la estimulación mutua de los genitales externos por parte de la pareja provoca reflejos espinales que producen cambios en los genitales femeninos y masculinos, en particular la irrigación y secreción sanguínea. Las sensaciones placenteras activan la conducta sexual, acercando a las personas.

Las sensaciones que despierta la relación sexual finalmente conducen al orgasmo, que es un aumento repentino de la intensidad de las sensaciones eróticas, acompañado de contracción muscular y, en los hombres, eyaculación. El riego sanguíneo al pene y al clítoris aumenta, lo que provoca su aumento de tamaño. Los cuerpos cavernosos, al llenarse, comprimen los vasos venosos, reduciendo el flujo sanguíneo del pene. Como resultado, la presión interna aumenta, el pene se alarga y se endurece (erección).

En las mujeres, el flujo sanguíneo a los genitales externos (vulva) densifica los tejidos que rodean la abertura vaginal y ayuda a alargar el canal copulatorio. El riego sanguíneo al útero aumenta. Las paredes vaginales comienzan a secretar líquido, y las glándulas del vestíbulo vaginal (glándulas de Bartolino), moco. Esto facilita el desplazamiento del pene hacia la vagina y crea un entorno más favorable para la supervivencia de los espermatozoides. En los hombres, durante la excitación sexual (antes del orgasmo), también aumenta la secreción de las glándulas, que fluye gota a gota desde el pene.

El orgasmo se caracteriza por una explosión de sensaciones que puede limitarse a la zona perineal o extenderse por todo el cuerpo (excitación general).

Las sensaciones del orgasmo pueden ir acompañadas de contracciones musculares en las piernas, el cuello, la cara y el abdomen. El escroto se contrae y los testículos se elevan. Con una excitación particularmente intensa, las contracciones se asemejan a un espasmo, con una potente eyaculación, relajación muscular completa y una sensación de paz.

En las mujeres, el orgasmo se manifiesta mediante múltiples contracciones de los músculos anulares ubicados en la entrada de la vagina. También puede presentarse contracción de los músculos uterinos. En ocasiones, se observa erección de los pezones mamarios.

Los recién casados que no experimentan sensaciones agradables en su vida sexual o dudan de su capacidad para concebir un hijo, deben, en primer lugar, prestar especial atención a los trastornos más comunes del proceso de excitación sexual: impotencia en los hombres y frigidez, anorgasmia y vaginismo en las mujeres.

La impotencia primaria es la incapacidad del hombre para tener y mantener una erección hasta la finalización de la relación sexual y garantizar la satisfacción sexual en su pareja.

La impotencia secundaria está producida por causas orgánicas, así como por el consumo excesivo de grandes dosis de alcohol o de ciertos medicamentos.

La frigidez (frialdad sexual) es la ausencia total o disminución del deseo sexual, de las sensaciones sexuales y del orgasmo en la mujer.

En algunos casos, la frigidez se acompaña de sensaciones dolorosas o aversión a las relaciones sexuales.

La frigidez se presenta a menudo en mujeres con excesiva desconfianza, indecisión, timidez y tendencia a experimentar emociones negativas durante mucho tiempo. Los traumas psicológicos asociados con una ruptura brusca del himen, intentos de violación, miedo al embarazo o a la publicidad de la relación, y el asco físico hacia la pareja pueden desempeñar un papel importante. La frigidez se ve facilitada por trastornos neurohumorales, trastornos de la sensibilidad, pérdida de sensaciones sexuales y orgasmos, malformaciones congénitas y enfermedades inflamatorias de los genitales.

La ausencia de orgasmo es una manifestación de frigidez como resultado, por ejemplo, de una relación sexual interrumpida por el marido (eyaculación precoz), de una preparación psicoerótica insuficiente de la mujer para la intimidad (debido a la falta de juegos previos, a una posición elegida incorrectamente, etc.).

El vaginismo es una contracción espasmódica de los músculos vaginales y del suelo pélvico que impide las relaciones sexuales. Puede deberse al miedo al dolor o al comportamiento grosero de la pareja.

Los maridos con tacto no insisten en tener relaciones sexuales.

El tratamiento de los trastornos mencionados requiere confianza y perseverancia por parte del médico y de los pacientes en la aplicación profesional de los logros de la psicoterapia. Estos trastornos son, sin duda, remediables.

El proceso de excitación sexual y concepción descrito anteriormente refleja el acto sexual normal entre un hombre y una mujer sanos, que conduce a la fecundación del óvulo, la implantación del embrión y el desarrollo del embarazo. Sin embargo, desafortunadamente, en la vida real existe un alto riesgo de diversas enfermedades (hereditarias, no infecciosas e infecciosas) que, de no detectarse a tiempo y tratarse por médicos, pueden afectar gravemente no solo la esfera sexual de la pareja, sino también la salud física de la embarazada, del feto y del futuro bebé. Esto determina la necesidad vital (para planificar y formar una familia sana) de describir las principales causas que conducen a la incapacidad de una mujer y un hombre para concebir, el desarrollo normal del feto y el nacimiento de un niño sano, es decir, la infertilidad y otros trastornos.