Cómo mantener bella a una mujer: la vitaminoterapia

La palabra "cosmética", traducida del griego, significa el arte de decorar. Incluso en la antigüedad, los cosméticos de origen vegetal se utilizaban no solo para dar color, frescura y belleza a la piel del rostro y el cuerpo, sino también para prevenir su decoloración.

Todos queremos una cosa: vivir el mayor tiempo posible, mantener una buena salud, resistencia, actividad, belleza de nuestro cuerpo, ser felices y crear condiciones para una vida feliz.

Aproximadamente el 50% de nuestra salud depende de nuestro estilo de vida, el 20% de la influencia de diversos factores ambientales, otro 20% de las características y propiedades biológicas de cada organismo humano, incluida la herencia, y sólo el 10% de la atención médica.

Hoy en día, en la era de la mecanización y el transporte, especialmente los habitantes de las ciudades no llevan una vida física activa, lo que provoca la alteración de los procesos metabólicos corporales, el funcionamiento rítmico del corazón, los pulmones, la digestión, el equilibrio del sistema nervioso y la piel. Por lo tanto, muévete lo máximo posible y aprovecha cada oportunidad para caminar o correr un promedio de 8 a 10 km al día.

También vivimos en la era de la química, estamos rodeados de productos químicos: caminamos sobre asfalto, vestimos ropa sintética, utilizamos polietileno, plásticos, somos tratados con productos químicos, a los que nuestro cuerpo no es indiferente, especialmente con su uso a largo plazo, a menudo provocan reacciones alérgicas.

En los últimos 20 años, el mundo médico ha comenzado a hablar de la importancia de los productos medicinales de origen vegetal y biológico.

Cabe señalar que las enfermedades y los defectos cosméticos de la piel surgen como reacción a factores irritantes del entorno externo y pueden ser consecuencia de daños y disfunciones de los órganos y sistemas internos: metabolismo, enfermedades de las glándulas endocrinas, enfermedades del sistema circulatorio, tracto gastrointestinal, cambios relacionados con la edad y otros factores.

Es por ello que la cosmetología, como ciencia, se apoya en los logros de las ciencias afines: terapia, endocrinología, gerontología, dermatología, fisiología, dietética, etc.

En una persona enferma, el dolor se refleja principalmente en el rostro. La piel del rostro envejece rápidamente en personas con enfermedades del hígado, estómago e intestino. Los pacientes con estreñimiento presentan una tez grisácea y terrosa.

Un rostro fresco y alegre refleja la salud. La belleza y la salud están estrechamente relacionadas. La belleza se puede mantener no solo con cosméticos, sino también con el consumo regular de verduras y frutas frescas. Muchos defectos estéticos se deben a la falta de vitaminas y microelementos.

Por ejemplo, la deficiencia de vitaminas:

A - (retinol) provoca la llamada ceguera nocturna (hemeralopía), piel seca, caída del cabello, cabello quebradizo y seborrea grasa, e incluso las cremas no ayudan con el aspecto poco saludable de la piel;

B1 - (tiamina) - dolor de cabeza, fatiga, sensación de agotamiento y debilidad muscular, trastornos del tracto digestivo, sistema nervioso y uñas quebradizas.

B2 - (riboflavina) - fatiga ocular rápida, disminución de la agudeza visual, fotofobia, grietas en las comisuras de la boca, seborrea, pecas y manchas de la edad.

C - (ácido ascórbico) - su deficiencia reduce la fuerza inmunológica, resistencia, pérdida de apetito, sensación de fatiga, sangrado de encías, tez pálida, ablandamiento de las uñas.

La terapia vitamínica para el envejecimiento prematuro y la prevención del envejecimiento del cuerpo en general y de la piel en particular es de vital importancia. Por lo tanto, la conclusión es: consumir más verduras y frutas frescas ricas en vitaminas, sales orgánicas, azufre y hierro (p. ej., zanahorias, apio, espinacas, perejil, cebollas, ajo y pepinos).

Nos gustaría llamar su atención sobre el hecho de que la vitamina B1 está contenida solo en la harina gruesa, mientras que en los productos elaborados con harina blanca casi no hay.

Hierro: Tiene una gran influencia en la pureza y frescura de la piel. Se encuentra en la carne, pepinos, frambuesas, grosellas, cerezas, manzanas, así como en las espinacas y la col lombarda.

Azufre: se encuentra en las espinacas, las cebollas, las remolachas, los pepinos y las peras.

Sales de magnesio: dan elasticidad a los músculos y tendones, se encuentran en cerezas, grosellas, espinacas, rábanos y limones.

Fósforo: importante para el estrés físico y mental. Se encuentra en la coliflor, el pepino y el rábano.

Hay que tener en cuenta que el sobreesfuerzo físico y mental aumenta significativamente la necesidad de vitaminas y microelementos. El requerimiento diario de vitaminas y microelementos se compensa con el consumo de 100 g de miel. Por supuesto, es mejor obtenerlos a través de diversos productos.

Las vitaminas en pastillas se consideran un remedio de emergencia cuando el cuerpo necesita apoyo urgente. La infusión de rosa mosqueta, las bayas de grosella negra, el limón, la ensalada de col fresca y otras verduras y frutas son más útiles que las pastillas vitamínicas.

El eleuterococo es un valioso fármaco tónico: restablece rápidamente la energía y el sueño, aumenta el rendimiento mental y físico, normaliza la actividad de las glándulas endocrinas y, en consecuencia, el metabolismo.

Los productos apícolas biológicamente activos tienen una amplia aplicación, ya que son potentes adaptógenos. En cosmetología, el uso sistémico de miel, jalea real y polen desempeña un papel particularmente importante. Estos productos apícolas enriquecen nuestro organismo con nutrientes, vitaminas, enzimas, microelementos y aminoácidos. En el tratamiento complejo de diversas enfermedades, mejoran la resistencia del organismo, generan una sensación de vigor y bienestar emocional, y permiten reducir el consumo de fármacos químicos e, incluso, suspenderlos.

Todo lo anterior se aplica plenamente al polen traído por las abejas, también llamado polen.

El polen contiene el complejo necesario de vitaminas del complejo B. Contiene 20 veces más vitamina A que las zanahorias. El polen contiene 27 microelementos y 20 aminoácidos, incluyendo 10 aminoácidos esenciales que el cuerpo no puede sintetizar y que solo se obtienen con los alimentos. Dos cucharaditas de polen cubren la necesidad diaria de aminoácidos.

Para fines preventivos, se toma una cucharadita (15 gramos) de polen dos veces al día, y para fines terapéuticos, de 25 a 30 gramos dos veces al día. El polen se toma antes de las comidas, masticando bien. Si no se padece diabetes, para obtener el máximo efecto se recomienda tomar polen con la misma cantidad de miel.

El curso de toma de polen se realiza durante un mes, repitiéndose si es necesario al cabo de un trimestre.

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