Estatura y peso

Todas las personas son diferentes y no es que tengan caracteres y visiones del mundo diferentes, sino que hay diferencias en la apariencia: diferentes tipos de cuerpo, alturas y pesos.

La velocidad de cambio en la altura, el peso y la circunferencia corporal varía según la etapa de la vida. Así, durante el primer año de vida, un niño crecerá en promedio 20 cm y pesará tres veces más. Sin embargo, la altura y el peso de una persona adulta no experimentarán cambios tan drásticos. Estos procesos también difieren entre niñas y niños.

La altura y el peso están estrechamente relacionados y están predeterminados por factores genéticos (los niños cuyos padres son altos suelen ser altos, mientras que aquellos cuyos padres son obesos son propensos a la obesidad). En ocasiones, ciertos factores pueden alterar la secuencia del desarrollo proporcional normal de estos parámetros: - herencia; - enfermedades graves; - factores ambientales; - desarrollo fetal desfavorable; - malos hábitos; - estilo de vida sedentario; - mala nutrición. Por ejemplo, los niños que comen mal crecen más lentamente y tienen bajo peso.

Para que una persona se sienta cómoda, su altura y peso deben estar en armonía. Existen varias maneras de determinar la relación óptima entre el peso y la altura de una persona. Sin embargo, el peso ideal calculado con uno de estos métodos es solo aproximado. Al fin y al cabo, al calcularlo, no es posible tener en cuenta todas las características de la constitución y la estructura de una persona en particular. Además, la masa muscular tiene mayor peso, a diferencia del tejido graso. Por lo tanto, quienes se someten constantemente a un esfuerzo físico en el gimnasio tendrán mayor corpulencia que quienes no practican deporte, incluso con la misma altura y volumen corporal.

En este sentido, los indicadores calculados mediante fórmulas especiales deben considerarse aproximados. La altura y el peso, o más precisamente su proporción ideal, se pueden calcular mediante la fórmula de Quetelet. Según este método, se calcula el IMC (índice de masa corporal). Se obtiene dividiendo el peso de una persona (en kilogramos) entre su altura (medida en metros y elevada al cuadrado). El índice resultante no debe ser superior a 25 (indicador para personas de complexión normal). Si es superior, el peso se considera excesivo. El valor del indicador también tiene un límite inferior. Si el índice es inferior a 18, se considera que la persona tiene bajo peso.

Si se toman la altura y el peso e introducen sus valores en la fórmula de Lorenz, se puede determinar el peso óptimo. Para calcularlo, hay que restar 100 al indicador de altura (en cm) y luego restar al resultado el número formado de la siguiente manera: altura (también en cm) menos 150 y todo esto dividido entre 2. El método es muy sencillo y el resultado se considera aproximado.

Es mejor medir la altura y el peso para los cálculos en la primera mitad del día, ya que sus valores pueden cambiar al anochecer. El cambio de altura durante el día puede deberse al aplanamiento de los discos intervertebrales y a la disminución del tono muscular. El peso puede variar debido a la ingesta excesiva de alimentos y líquidos.

A menudo, las personas no están satisfechas con su apariencia y creen que si fueran un poco más altas (más bajas) y delgadas (más gordas), la mayoría de sus problemas desaparecerían por sí solos. Así podrían conseguir un trabajo prestigioso sin problemas, ser el centro de atención del sexo opuesto y, en general, la vida sería mucho mejor. Pero si la altura y el peso de una persona no difieren significativamente, no necesariamente se esfuerzan por ajustar su figura a los indicadores ideales. Al fin y al cabo, lo importante es el buen humor, la salud y el bienestar, y no los estándares inventados por alguien.

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