¿Cómo debe ser la dieta entre el primer y el tercer mes de edad?

Si el niño se alimenta con biberón, debe ser alimentado seis veces al día con un intervalo de tres horas y media durante el día y un descanso de seis horas por la noche. Desde el momento en que se introduce la alimentación complementaria, los niños pasan a cinco comidas al día cada cuatro horas con un descanso de ocho horas por la noche.

Si el niño recibe lactancia materna, la pauta de alimentación se selecciona individualmente, como se hacía al mes de edad. La lactancia materna se relaciona con la llamada nutrición racional. Estudios recientes han demostrado que durante los primeros tres o cuatro meses, el niño debe recibir leche materna. No se recomienda la introducción temprana de jugos y purés en la dieta. De hecho, algunos niños experimentan problemas digestivos (alrededor del 30% de los casos) y reacciones alérgicas (alrededor del 40% de los casos) al introducir estos productos. Como ya hablamos sobre dar agua en el capítulo anterior, no nos repetiremos. ¡Hay que darle agua!

Si la leche materna no es del todo completa (en primavera e invierno, debido a la falta de bayas frescas, frutas y verduras en la leche materna, la cantidad de vitaminas y algunos microelementos disminuye), o el niño no aumenta el peso requerido, o tiene signos de raquitismo, anemia, o está en alimentación artificial o mixta, se permite la introducción de jugos y purés, pero no antes de los tres meses y medio.

Tanto los jugos como los purés deben introducirse con mucho cuidado, comenzando con cantidades muy pequeñas (jugos: 1 o 2 gotas, purés: la punta de una cucharilla). En este caso, es necesario observar la reacción del niño: si le gusta el sabor del nuevo alimento. El sabor de los productos introducidos debe ser dulce o agridulce (pero aún más dulce que ácido). Si los jugos están demasiado concentrados, deben diluirse con agua hervida fría. Una vez que se compruebe que el jugo ha fluido, es decir, que el niño no presenta efectos secundarios (diarrea, alergias), después de 3 a 5 días se puede empezar a darle jugo sin diluir.

Lo mejor es empezar con zumo de manzana. Al final del mes, aumente la cantidad total de zumo a 20-30 ml (4-6 cucharaditas), comenzando con unas gotas. Los zumos deben administrarse al niño al final de la toma, como complemento a la comida. No pueden sustituir al agua para calmar la sed. Los nuevos zumos deben introducirse solo después de que el niño se haya acostumbrado al anterior. Debe empezar a dárselo exactamente igual que el primero, es decir, con 2-3 gotas, aumentando la dosis gradualmente.

No se pueden mezclar diferentes jugos (de frutas y verduras). Si le confunde el precio o la calidad de los jugos ya preparados, puede prepararlos usted mismo rallando una manzana y exprimiendo el jugo, o usar un exprimidor. Sin embargo, debe mantener una higiene estricta (lavarse bien las manos y la fruta) y asegurarse del origen de las frutas y verduras (¿qué ocurre si están cargadas de nitratos o algún producto químico para acelerar su crecimiento?).

Al elegir jugos, es importante considerar la salud del niño. Si tiene heces inestables, le serán útiles los jugos de granada, arándano, cereza y grosella negra, que contienen taninos. Si el niño es propenso al estreñimiento, es mejor usar jugos de remolacha, ciruela y col. No se debe dar jugo de uva a niños menores de seis meses, ya que causa hinchazón.

Se puede dar jugo de zanahoria a los niños, pero es mejor hacerlo cada dos días, ya que si contiene demasiado caroteno, el niño puede ponerse amarillo.

Sólo un médico que haya monitoreado a su bebé desde su nacimiento puede brindar recomendaciones más específicas sobre la alimentación de su hijo.