Un viaje al campo puede ayudar a normalizar tu biorritmo

Resulta muy fácil olvidarse del letargo y la somnolencia que se han convertido en la norma de nuestra vida diaria. Unas vacaciones de una semana en la naturaleza sin teléfono ni portátil pueden mejorar el funcionamiento del reloj biológico.

El nivel de la hormona melatonina, que influye en las fases de sueño y vigilia, aumenta varias horas antes de dormir, lo que se percibe como una ligera somnolencia. Antes de despertar, la cantidad de la hormona disminuye en consecuencia. Esta hormona puede compararse con un despertador interno. ¿Qué factores influyen en la producción de melatonina?

Los científicos coinciden en que el ritmo diario depende de la iluminación. El cuerpo humano posee una función innata que detecta el amanecer y el atardecer, ajustando todos los órganos correctamente. Desde el descubrimiento de la electricidad, la humanidad ha vivido durante mucho tiempo bajo sus propias leyes: la luz artificial, la televisión, las computadoras y otros dispositivos alteran el biorritmo natural.

Por un lado, esto te permite no tener sueño casi toda la noche, pero por otro, te da una sensación de agotamiento total durante todo el día. Lo más interesante es que la somnolencia ocurre durante los periodos en los que se ha dedicado suficiente tiempo al sueño.

La causa de este inesperado estado de sueño es una falla en la regulación de la melatonina, que no disminuye al despertar. Científicos de la Universidad de Colorado (EE. UU., Boulder) consideraron la posibilidad de normalizar las fluctuaciones hormonales. Los estudios se realizaron con ocho voluntarios utilizando sensores que registraban la cantidad y el tipo de iluminación, así como la transición entre el sueño y la vigilia, las 24 horas del día. La primera semana del experimento no se distinguía del ritmo de vida habitual de los voluntarios que pasan mucho tiempo bajo luz artificial. La primera etapa se completó con un análisis de saliva para determinar el contenido cuantitativo de melatonina.

La segunda parte del estudio llevó a los voluntarios a la naturaleza, donde vivieron en tiendas de campaña durante una semana. Se les privó de todos los dispositivos electrónicos y de la luz artificial. Posteriormente, se les volvieron a medir los niveles de melatonina.

La naturaleza normalizó el biorritmo humano: el nivel de melatonina aumentó dos horas antes del atardecer y disminuyó de forma natural antes del amanecer. Los cambios más notables se observaron en personas que se consideraban "búhos". En el seno de la naturaleza, estos sujetos se transformaron en "alondras". No quedó rastro del letargo ni la somnolencia diurnos.

Todos los sujetos eran personas física y mentalmente sanas que no tenían problemas de sueño, por lo que los resultados del experimento son indicativos para la mayoría de nosotros. Si no duermes lo suficiente y te sientes agotado y cansado, la solución es salir a la naturaleza o limitar el contacto con dispositivos electrónicos por la noche. Dormir ocho horas completas no te evitará bostezar durante el día si pasas tiempo frente al televisor o la computadora antes de acostarte.

Los científicos también planean realizar pruebas a personas con trastornos del sueño. Es conveniente prestar atención al nivel de actividad social, estilo de vida y condición física de los participantes del experimento, ya que estos factores pueden afectar los biorritmos.

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