Alargamiento de cicatrices asociado a las consecuencias de la cirugía plástica

La elongación de la cicatriz es necesaria en casos en que las cicatrices hipertróficas limitan el movimiento articular o, al estirarse, causan molestias e incluso dolor. Dependiendo del grado de acortamiento de la cicatriz (y, en consecuencia, del grado de elongación necesario), se utilizan dos variantes principales de cirugía plástica con contracolgajos (Z-plastia). En caso de un acortamiento relativamente pequeño, se realiza una Z-plastia en una sola etapa o (en caso de una cicatriz larga) en varias etapas, durante la cual se forman colgajos con un ángulo de aproximadamente 60°.

Si la cicatriz se acorta significativamente, se realiza una cirugía plástica utilizando cuatro colgajos opuestos.

Los colgajos asignados deben incluir la máxima cantidad de grasa subcutánea y su base debe estar representada por tejido normal, sin alteraciones cicatriciales.

Escisión de cicatriz. La escisión de cicatriz con sutura posterior de los bordes de la herida tiene como objetivo obtener una cicatriz más fina y puede realizarse en tres variantes: 1) escisión simple; 2) creación de una duplicación de la cicatriz; 3) reemplazo de los tejidos alterados por la cicatriz con un colgajo de piel completo.

La escisión de la cicatriz está indicada cuando esta es relativamente estrecha y los bordes de la herida son móviles. En este caso, tras la extirpación del tejido cicatricial, se movilizan los bordes de la herida y, una vez interrumpida la hemorragia, se aplica una sutura de tres hileras: hilera profunda (capa profunda de la dermis): sutura interrumpida no removible con etilon (o prolene) n.° 4/0-5/0; hilera intermedia: vicryl n.° 5/0-4/0 (sutura interrumpida inversa) y una sutura dermodérmica removible (a juego) con etilon n.° 4/0.

La creación de una duplicación de cicatriz es aconsejable en los casos en que la cicatriz es de ancho importante o está situada en una zona con tejidos circundantes de baja movilidad, lo que da como resultado que se cree una tensión importante en la línea de sutura.

Técnica de la operación. La cicatriz no se extirpa, sino que se desepidermiza, cortando los tejidos solo en uno de sus bordes. Tras una movilización suficientemente amplia de los bordes de la herida, se aplica la primera hilera profunda de suturas entre el borde de la cicatriz desepidermizada y la zona de tejido correspondiente, alejada del borde opuesto de la herida. Como resultado, la primera hilera profunda de suturas asume la carga principal, lo que permite aplicar la segunda hilera de suturas prácticamente sin tensión.

La sustitución de los tejidos cicatrizados por un colgajo de piel completo es necesaria en caso de cambios extensos en el tejido cicatricial que resulten en un defecto estético significativo o una limitación de la movilidad articular de la extremidad. La escisión de la cicatriz produce un defecto tisular profundo, que se reemplaza con un colgajo de piel-grasa o piel-fascial con aporte sanguíneo (libre o no libre). Una de las opciones para esta operación es el uso de expansores tisulares, que se utilizan para aumentar la superficie cutánea adyacente a los tejidos cicatrizados. Tras la escisión de estos últimos, el defecto cutáneo se cierra retirando el exceso de piel que cubre el expansor.

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