Implantes estéticos para la mandíbula

El aumento de mentón central con implantes aloplásticos se ha utilizado durante más de 40 años. Su popularidad ha aumentado significativamente en los últimos 10 años gracias a la mejora en el conocimiento de la anatomía y el proceso de envejecimiento de esta región, y a la mayor sofisticación de los implantes aloplásticos en tamaño, forma y función. La evaluación de las indicaciones para el aumento de mentón central y mandibular medio-lateral se basa en la comprensión de las proporciones estéticas del rostro y la anatomía de la región mandibular, tanto en pacientes jóvenes como en pacientes mayores.

Basta con observar a las modelos de las revistas de moda para comprender que uno de los requisitos previos para la belleza es una proporción armoniosa de la parte central del mentón y una línea recta, juvenil y completa de la mandíbula inferior, donde la parte central del mentón se une a las secciones mediolaterales de la mandíbula inferior. La belleza de una mandíbula inferior fuerte también ha sido representada por algunos de los grandes artistas del pasado. Si bien existe una diferencia entre un mentón "fuerte" en un hombre y una mujer, ambos transmiten una sensación de energía, fuerza, confianza, seguridad en uno mismo, equilibrio estético y belleza. Un mentón hundido a menudo se asocia con cualidades negativas, como un carácter débil, y cuando se combina con unas proporciones faciales incorrectas, esto priva a la persona de atractivo. A primera vista, el aumento de mentón puede considerarse una operación menor. Con un conocimiento de la anatomía de una mandíbula inferior óptimamente equilibrada, así como de las características genéticas de los maxilares y el proceso de envejecimiento, el plan quirúrgico para corregir esta zona suele ser bastante claro.

Sin embargo, la calidad del resultado se basa en la correcta selección del implante. La elección es difícil si el cirujano desconoce las opciones y condiciones de elección. La gran cantidad de implantes aloplásticos, silásticos (Dow Corning, EE. UU.) y elastoméricos, así como los implantes mandibulares de otros materiales, a veces puede resultar confusa. Sin embargo, el 98 % de las necesidades de un cirujano estético facial pueden cubrirse con un arsenal relativamente pequeño de implantes mandibulares aloplásticos. Cuando el cirujano comprende la anatomía y el proceso de envejecimiento de la mandíbula que está aumentando, la operación puede realizarse de tal manera que los resultados quirúrgicos sean óptimos según el grado de complejidad de la operación.

Al utilizar diversos materiales aloplásticos, es importante comprender que prácticamente la misma operación puede realizarse para tratar el subdesarrollo genético de la mandíbula, las lesiones mandibulares y corregir el envejecimiento de la zona, uno de los signos clásicos del envejecimiento. Ninguna cirugía estética disponible en el arsenal de los autores ofrece un éxito estético tan claro y con tan poco tiempo y esfuerzo como un aumento de mandíbula con un implante adecuadamente seleccionado, hecho de material alogénico, Silastic o caucho elastomérico.

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