Ingredientes naturales para fortalecer el cabello

Se ha descubierto la capacidad de inhibir la 5-alfa-reductasa en muchas sustancias naturales. Un hallazgo inesperado fue el efecto antiandrogénico de algunos ácidos grasos poliinsaturados, especialmente el ácido gamma-linolénico. La conexión entre los ácidos grasos poliinsaturados y el metabolismo de los andrógenos se demostró por primera vez en 1992. Posteriormente, en 1994, se demostró que el ácido gamma-linolénico y otros ácidos grasos eran inhibidores eficaces de la 5-alfa-reductasa.

La mayor actividad inhibitoria se observó en el ácido gamma-linolénico, seguido de los ácidos docosahexaenoico, araquidónico, alfa-linolénico, linolénico y palmitoleico, en orden descendente. Otros ácidos grasos insaturados, así como sus ésteres metílicos y alcoholes, carotenoides, retinoides y ácidos grasos saturados, no mostraron efecto inhibitorio sobre la 5-alfa-reductasa, ni siquiera en concentraciones significativas.

El ácido gamma-linolénico se encuentra en el aceite de grosella negra (16 % gamma-linolénico, 17 % alfa-linolénico, 48 % linoleico), borraja (20-25 % gamma-linolénico, 40 % linoleico) y onagra (14 % gamma-linolénico, 65-80 % linoleico). El aceite de aguacate tiene una buena composición (30 % linoleico, 5 % alfa-linolénico, 13 % palmitoleico). A pesar de la ausencia de ácido gamma-linolénico, el aceite de aguacate es uno de los mejores productos para el tratamiento capilar, ya que, gracias a su alto contenido de ácido oleico (hasta un 80 %), penetra bien en la piel y se distribuye fácilmente por la superficie del cabello y la piel. El aceite de aguacate se puede añadir a composiciones complejas de aceites para mejorar su absorción y extensibilidad. El ácido docosahexaenoico, que también tiene la capacidad de inhibir la 5-alfa-reductasa, está presente en el aceite de jojoba (hasta en un 20%). El aceite de jojoba es la fuente más rica de ácido docosahexaenoico entre los aceites naturales.

Las composiciones de aceite con efecto antiandrogénico tienen la ventaja de penetrar eficazmente la barrera lipídica de la piel y la cutícula capilar. Pueden utilizarse como complemento a cualquier tratamiento capilar. Su uso restaura la estructura normal del cabello dañado y normaliza la función de las glándulas sebáceas. A partir de aceites antiandrogénicos, se pueden preparar sistemas de emulsión y microemulsión que introducen otras sustancias biológicamente activas en el cuero cabelludo.

El extracto de los frutos de la palma enana (Serenoa repens) posee un potente efecto antiandrogénico. Las bayas rojas de esta palma, que crece en la costa atlántica de EE. UU., se han utilizado desde hace mucho tiempo por los lugareños para tratar la prostatitis, la enuresis, la atrofia testicular y la impotencia. Los frutos de la palma enana contienen diversos ácidos grasos (caprílico, láurico, oleico y palmítico) y una gran cantidad de fitoesteroles (beta-sitosterol, cicloartenona, estigmasterol, lupeol, lupenona, etc.), así como resinas y taninos.

El extracto de fruto de saw palmetto, combinado con zinc y vitamina B6, se utiliza como suplemento alimenticio y se recomienda para personas que comienzan a perder el cabello como medida preventiva. En Europa, el extracto se conoce como Permixon y se recomienda para el tratamiento de la hiperplasia prostática benigna. En Estados Unidos, la loción Crinagen, elaborada a base de extracto de fruto de saw palmetto, es muy popular. Esta loción se aplica sobre la piel en las zonas de calvicie.

La ortiga (Uritca dioica) se ha utilizado en la medicina popular desde hace mucho tiempo para fortalecer el cabello y tratar la hiperplasia prostática. El extracto obtenido de la raíz de ortiga tiene la capacidad de bloquear la formación de DHT y estrógenos, inhibiendo dos enzimas clave: la 5-alfa-reductasa y la aromatasa. Una combinación de extractos de dos plantas, ortiga (Urtica dioica) y ciruelo africano (Pygeum africanum), con una marcada actividad antiandrogénica, se conoce en Europa con la marca comercial "Prostatin". Este fármaco se recomienda para el tratamiento de la hiperplasia prostática y la prevención de la caída del cabello.

Si los andrógenos causan calvicie, los estrógenos, por el contrario, estimulan el crecimiento del cabello. Sin embargo, no conviene recomendar estrógenos sintéticos a los pacientes, ya que tienen efectos secundarios (flebitis e inducción de tumores, incluido el cáncer de mama). No obstante, existen sustancias que exhiben un efecto similar al estrógeno sin efectos secundarios pronunciados en las dosis utilizadas. En su estructura química, se asemejan vagamente a los estrógenos; sin embargo, pueden unirse a los receptores de estrógeno (por supuesto, su afinidad por estos receptores es mucho menor que la de los propios estrógenos). Estos compuestos se encuentran en algunas plantas, de ahí su nombre: fitoestrógenos.

Dos sustancias más cuyo efecto inhibidor sobre la 5-alfa-reductasa se descubrió recientemente son la vitamina B6 y el zinc. La vitamina B6 modifica la respuesta tisular a las hormonas esteroides, incluyendo el bloqueo de la acción de los andrógenos. Aplicado tópicamente, el zinc reduce la actividad de las glándulas sebáceas y reduce las manifestaciones del acné, lo que indica su indudable efecto antiandrogénico. Estudios en animales han demostrado la capacidad del zinc para estimular el crecimiento del cabello. La levadura de cerveza es rica en vitamina B6, por lo que las composiciones nutricionales y los champús con levadura de cerveza tendrán un efecto beneficioso sobre la alopecia androgénica. El zinc se incluye tanto en suplementos alimenticios orales como en ungüentos cutáneos.

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