Tipos de piel

Existen varios tipos de piel. Por lo tanto, cada uno requiere cuidados diferentes. Puede ser muy difícil determinar el tipo de piel a simple vista. La estructura básica de la piel es la misma para todas las personas, pero las glándulas sebáceas funcionan de forma diferente. También es importante la capacidad de la piel para retener la humedad. Una piel luce bien con una secreción sebácea normal. Con la edad, el tipo de piel cambia. Sin embargo, se puede mantener una piel en excelente estado con un cuidado adecuado.

El tipo de piel puede ser normal, seca, grasa o mixta. Puedes determinar tu tipo de piel usando una servilleta de papel. Colócala sobre tu rostro y luego obsérvala. Si no ves ninguna marca, tu piel es seca. Una mancha de grasa apenas visible en la servilleta indica un tipo de piel normal, pero las manchas grandes indican piel grasa.

• Tipo de piel normal

En el mundo moderno, incluso entre los jóvenes, es raro encontrar personas con piel normal. Esta piel luce fresca, elástica, suave y resistente, y al tacto deja una sensación agradable. Luce un hermoso brillo natural, tersura, sin arrugas, poros dilatados, manchas negras o blancas, pústulas ni manchas rojas. La piel normal tiene una secreción sebácea equilibrada y tolera bien los efectos del agua y las inclemencias del tiempo, como el calor, el frío y el viento. Todos los componentes, la hidratación y la lubricación grasa de la piel normal están presentes en proporciones proporcionales. Puedes cuidar la piel normal con la ayuda de cosméticos habituales.

Es cierto que algunas mujeres creen que la piel normal no requiere cuidados. Esta opinión es errónea, ya que a medida que envejecemos, la piel pierde una cantidad significativa de sebo. Si no se cuida, el estado de la piel empeorará inevitablemente, se volverá pálida y seca, y comenzará el proceso de envejecimiento. Será muy difícil recuperar su estado normal.

• Tipo de piel grasa

La piel grasa es típica de la pubertad. Muchas personas con sobrepeso también pueden tener este tipo de piel. Tiene un aspecto áspero, denso y con poros dilatados, similar a la cáscara de un limón. Las glándulas sebáceas de la piel grasa trabajan muy activamente, por lo que se caracteriza por un brillo excesivo. Se puede observar una actividad intensa de las glándulas sebáceas en mujeres durante el embarazo, con un funcionamiento intestinal deficiente. Las enfermedades de las glándulas endocrinas o la tensión nerviosa también pueden provocar una piel grasa pronunciada. Algunas enfermedades de los órganos internos provocan una disminución o, por el contrario, un aumento de la secreción sebácea.

La oleosidad de la piel suele verse afectada por nuestros hábitos alimenticios. El consumo excesivo de grasas, carbohidratos de fácil digestión, especias, ahumados y bebidas alcohólicas solo aumenta la actividad de las glándulas sebáceas. Los productos lácteos y vegetales ayudan a reducir la intensidad de la secreción sebácea. Por cierto, tenga cuidado al usar cremas oleosas. Su uso frecuente también puede engrasar la piel.

Las personas con poros dilatados saben lo rápido que se acumula la suciedad. Esto puede provocar inflamación y acné. Además, este proceso se acompaña de picazón. Con mayor frecuencia, los poros dilatados se notan en la frente, la barbilla y la nariz. Normalmente, la piel grasa tolera bien el contacto con el agua, pero también puede estar contraindicada, especialmente con jabón. Por ello, una persona puede creer erróneamente que tiene la piel seca. Sin embargo, esto es un error. La piel grasa debe tratarse; requiere un cuidado constante y minucioso. Las personas con piel grasa no deben olvidarse de una alimentación adecuada.

• Tipo de piel seca

A una edad temprana, es posible que una persona no note la sequedad de la piel. Conserva su belleza, blancura y elasticidad. No se aprecian manchas rojas ni descamación.

Pero tampoco tiene brillo natural. La piel seca se define por un color mate. Esta es su principal diferencia. La piel seca se caracteriza por poros pequeños y estrechos. Se forman pliegues y arrugas con facilidad, es propensa a la descamación y se tensa después del lavado. El metabolismo hidrolipídico en esta piel se altera y la secreción de sebo es muy baja. La piel seca debe cuidarse adecuadamente, de lo contrario, se cubrirá rápidamente de arrugas, descamación y manchas rojas.

La piel también puede resecarse si no se cuida adecuadamente. La sequedad cutánea se presenta en la vejez, con enfermedades del sistema nervioso o cardíacas. A menudo, la causa de un aumento de la sequedad cutánea es la mala alimentación, así como el contacto frecuente con agua y jabón, especialmente al salir al exterior inmediatamente después. Con un cuidado inadecuado, la sensibilidad de la piel seca a la temperatura ambiente aumenta considerablemente. Incluso los cosméticos comunes causan irritación.

• Tipo de piel mixta

Muchas personas tienen piel mixta. Esto significa que las glándulas sebáceas funcionan de forma diferente en cada zona de la piel: en algunas zonas, la secreción de sebo es normal, mientras que en otras es excesivamente intensa o, por el contrario, reducida. Por lo tanto, la piel es normal en algunas zonas y grasa o seca en otras.

Las zonas más grasas suelen ser la nariz, la frente y la barbilla. La piel seca se encuentra en las mejillas, los párpados inferiores y las sienes. A menudo, se observan escamas en las mejillas. Las personas de entre 20 y 35 años tienen piel mixta. A mayor edad, la secreción de sebo disminuye y las zonas grasas se resecan. Solo la zona de la nariz conserva un brillo graso durante mucho tiempo.

La piel mixta requiere el mismo cuidado. Al usar una crema por la mañana sin componentes grasos, es importante prestar atención a las zonas donde se aplica. Aplícala con movimientos suaves en el puente y la punta de la nariz, la parte prominente de la frente y la barbilla, los pómulos y las mejillas.