Los anticonceptivos masculinos tendrán veneno en su composición

Los científicos ya están finalizando la creación de los primeros anticonceptivos masculinos. Pero lo que cabe destacar es que uno de los componentes de estas píldoras será una sustancia venenosa de una planta exótica, que en la antigüedad se utilizaba para curar lanzas y flechas.
Especialistas estadounidenses sugieren que un extracto natural llamado "ouabaína" (en medicina, más conocido como "g-estrofantina") puede bloquear no solo la actividad cardíaca, sino también la actividad espermática.

Estudios en roedores han demostrado que una forma ligeramente modificada de la sustancia venenosa ralentiza significativamente los espermatozoides y no perjudica la salud de los machos.
Los científicos han buscado una solución a este problema por una razón. Siempre se ha creído que los anticonceptivos solo pueden ser para la mitad femenina de la humanidad. Los hombres solo pueden usar preservativos o un remedio más radical: la vasectomía. Los expertos consideraron esto injusto y en 2016 comenzaron los primeros experimentos. Hoy, los científicos confían en que este antiguo veneno de caza puede convertirse en el primer anticonceptivo en forma de píldora para hombres.

La estrofantina en cuestión se aísla de plantas africanas exóticas. La ouabaína tiene un efecto excepcionalmente potente y afecta inmediatamente la contractilidad del miocardio. La medicina moderna permite el uso de dosis mínimas de estrofantina para corregir la función cardíaca cuando esta es insuficiente. Sin embargo, hoy en día existen fármacos más seguros y eficaces.

¿Qué descubrieron los científicos? Las principales proteínas inhibidas por la ouabaína se localizan en el miocardio. Sin embargo, sus análogos también están presentes en los espermatozoides activos, lo que les proporciona su capacidad motora. Esto significa que el veneno puede inmovilizarlos. Pero ¿cómo usar el fármaco si, al mismo tiempo que afecta a los espermatozoides, también afecta al músculo cardíaco?
Un trabajo a largo plazo condujo al resultado deseado: los especialistas modificaron la ouabaína, dirigiendo su acción exclusivamente a inhibir la movilidad de los espermatozoides.
Ya se han probado varias variedades del fármaco en el laboratorio. Esto permitió descubrir lo siguiente: si el grupo lactona de la molécula se reemplaza por un grupo triazol, la sustancia letal se convierte en un anticonceptivo seguro.

Experimentos con roedores han demostrado que la nueva sustancia es selectiva y afecta únicamente la actividad motora de los espermatozoides, reduciendo así sus posibilidades de reproducción.
El nuevo veneno modificado no es tóxico para el organismo y su efecto es completamente reversible. Es decir, tras suspender el medicamento anticonceptivo, las generaciones posteriores de espermatozoides no sufren daños.

Los investigadores anunciarán próximamente ensayos clínicos a gran escala, cuyos resultados les permitirán determinar con certeza si las nuevas píldoras se utilizarán ampliamente como anticonceptivo masculino.
La líder del estudio, Gunda Georg, en representación de la Facultad de Medicina de la Universidad de Minnesota (Minneapolis), compartió detalles del estudio en un número del Journal of Medicinal Chemistry.

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