Dormir junto al bebé reduce los niveles de testosterona en los padres

En nuestra sociedad, la actitud tradicional está firmemente arraigada: la mujer está obligada a criar a los hijos y el hombre está obligado a ser el sustentador de la familia.

Sin embargo, la participación del padre en el desarrollo del niño no es menos importante que el rol de la madre. Mucha gente cree que el vínculo madre-hijo es mucho más importante que el vínculo padre-hijo, pero esto no es cierto.

Un nuevo estudio realizado por científicos de la Universidad de Notre Dame confirma que la conexión biológica no sólo existe entre madre e hijo, sino entre bebé y padre.

Cuanto más cerca duermen el bebé y el padre, más disminuyen los niveles de testosterona del padre.

Estudios previos de dichas respuestas en humanos y animales sugieren que reducir los niveles de testosterona ayuda a los hombres a ser más receptivos a las necesidades de sus hijos, lo que les permite centrarse más plenamente en la crianza.

En el estudio participaron 362 hombres con hijos de entre 25 y 26 años.

Todos los sujetos se dividieron en tres grupos: el primer grupo durmió con sus hijos en la misma cama, el segundo grupo durmió en la misma habitación con los bebés y el tercer grupo de padres e hijos durmió en habitaciones separadas.

A todos los hombres se les midieron los niveles de testosterona en sangre durante el experimento.

Mientras estaban despiertos, los tres grupos obtuvieron aproximadamente los mismos resultados de medición, pero por la noche, antes de acostarse, la situación cambió un poco.

Los científicos encontraron el nivel más bajo de la hormona en los padres que dormían con sus hijos en la misma cama, y el más alto en aquellos que dormían con sus bebés en habitaciones diferentes.

"Los hombres pueden responder fisiológicamente a los niños", afirma el antropólogo Lee Gettler. "Nuestra investigación demuestra que cuando un hombre se convierte en padre, el nivel de testosterona en sangre disminuye, a veces significativamente. Los padres de familia que pasan la mayor parte del tiempo con sus hijos —alimentándolos, paseándolos y leyéndoles cuentos— tienen niveles bajos de esta hormona.

Estos nuevos hallazgos se suman a lo que ya se sabía y muestran que la cercanía entre padres e hijos influye en la biología de los hombres, y su comportamiento diurno es una prueba más de ello.

Existen muchas áreas de investigación interesantes en este ámbito, como por ejemplo, si esto refleja el papel de los padres en nuestro pasado evolutivo. ¿Qué diferencias presentan los padres cuando están con sus hijos por la noche? ¿Cómo afecta el sueño de un niño al de sus padres? —afirma el profesor Getter—. En el discurso público, a menudo se percibe que la masculinidad está determinada únicamente por la testosterona, pero no es así. Como vemos, lo que antes se consideraba una prerrogativa femenina —la crianza y el cuidado de los hijos— tampoco es ajeno a los hombres, y cada vez hay más pruebas de ello.

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