El abuso verbal en la infancia es tan destructivo para la psique como el abuso físico.

Un nuevo estudio a gran escala publicado en la revista de acceso abierto BMJ Open ha descubierto que el abuso verbal infantil (humillación, amenazas, burlas) tiene un impacto tan fuerte en el bienestar mental en la edad adulta como el abuso físico. El análisis recopiló datos de siete encuestas poblacionales que abarcaron a 20.687 adultos en Inglaterra y Gales nacidos entre 1950 y 2000.

Principales conclusiones del estudio

• Riesgos del bajo bienestar mental

  • El abuso verbal se asocia con un aumento del 64% en la probabilidad de tener un bajo bienestar mental en la edad adulta.
  • La violencia física aumenta este riesgo en un 52%.
  • Los efectos más fuertes se observaron entre aquellos que habían experimentado ambos tipos de abuso, con un riesgo más del doble (115%) en comparación con aquellos que no habían experimentado abuso News-Medical.

• Componentes del bienestar mental.
  La Escala de Bienestar Mental de Warwick-Edimburgo incluyó optimismo, sentido de utilidad, relajación, resolución de problemas, claridad mental, cercanía con los demás e independencia. El abuso verbal afectó cada uno de estos componentes de forma similar al daño físico.

• Tendencias por generación

  • La proporción de denuncias de violencia física ha disminuido del 20% aproximadamente entre los nacidos entre 1950 y 1979 al 10% entre los nacidos después de 2000.
  • Al mismo tiempo, la violencia verbal aumentó del 12% a aproximadamente el 20%.
  • Ambos tipos de abuso se registraron con mayor frecuencia en zonas de bajo nivel socioeconómico.

¿Por qué es tan peligroso el abuso verbal?

Los autores enfatizan que el estrés tóxico derivado de la humillación y las amenazas constantes activa mecanismos neuroendocrinos similares a los que desencadenan la violencia física. Puede alterar la arquitectura cerebral, reducir la estabilidad emocional y aumentar la vulnerabilidad a la depresión, la ansiedad y el aislamiento social.

“El abuso verbal no se limita a las malas palabras. Es una fuente de estrés crónico que puede causar estragos en la psique durante décadas, al igual que el abuso físico”, afirmó el profesor Mark Bellis, uno de los autores del estudio.

Los autores destacan tres hallazgos y recomendaciones clave:

1. Daño equivalente.
   «Descubrimos que el abuso verbal tuvo un impacto negativo en el bienestar mental tan fuerte como el abuso físico», afirmó la Dra. Sarah Evans (Universidad de Bristol), autora principal del estudio. «Esto demuestra que las palabras pueden doler tanto como los golpes».

2. Aumento del abuso verbal.
   «En las últimas décadas, hemos observado una disminución de la violencia física, pero un aumento paralelo de la violencia verbal en las familias», afirma el profesor Michael Turner, coautor del estudio. «Los responsables políticos y los profesionales a menudo subestiman su impacto».

3. La necesidad de medidas integrales
   “Es importante que los programas de prevención y protección infantil incluyan capacitación para los padres en comunicación sin gritos, así como la detección temprana de cualquier forma de abuso en escuelas y clínicas”, concluye el Dr. Evans.

Llamada a la acción

• Los responsables de las políticas y los profesionales de la salud deben ampliar los programas de protección infantil y abordar el abuso verbal además del abuso físico.
• Campañas educativas: para enseñar a padres y profesores métodos constructivos de comunicación y resolución de conflictos sin gritos ni amenazas.
• Asistencia psicológica: detección temprana de todas las formas de abuso infantil en escuelas y clínicas, acceso a programas terapéuticos para las víctimas.