A lo largo de los años de evolución, las bacterias han aprendido a "matar" a los ancianos para mantener el equilibrio en la naturaleza

Los científicos, al estudiar las bacterias que habitan en el cuerpo humano, llegaron a la conclusión de que a lo largo de los años de evolución, las bacterias han “aprendido” a activar el proceso de envejecimiento y conducir a la muerte en la vejez.

Los científicos creen que por esta razón la duración de la infancia en los seres humanos aumenta. El principio de la supervivencia humana se basa en este mecanismo.

Estudios previos han demostrado que el cuerpo humano está habitado por diez veces más bacterias que células. El peso, el estado de ánimo e incluso funciones cerebrales como la memoria, la atención, el habla, la coordinación, el pensamiento, etc., dependen del microbioma.

Ahora los científicos afirman que las bacterias también están relacionadas con el proceso de envejecimiento del cuerpo. Por ejemplo, la bacteria Helicobacter pylori vive en el intestino humano durante décadas sin causar daño, pero en algunos casos provoca cáncer de estómago. A mayor edad, mayor riesgo de que la Helicobacter pylori comience a causar daño.

Con base en estos hallazgos, los expertos sugirieron que en la juventud, el microbioma mantiene la vida en el organismo “huésped”, pero en la vejez, este mismo microbioma comienza a matar al organismo para mantener el equilibrio de las especies en el planeta.

Estas suposiciones fueron confirmadas por un modelo matemático, que se basó en la simulación de cazadores-recolectores de una sociedad antigua.

Los expertos han establecido la misma esperanza de vida que la de una persona moderna. Cabe destacar que, en la antigüedad, la esperanza de vida era mucho menor, ya que los fenómenos externos desfavorables y la mala medicina no contribuían a una larga vida.

El modelo identificó tres subgrupos: jóvenes, personas en edad fértil y personas mayores (no en edad reproductiva). Posteriormente, los expertos analizaron los cambios en la sociedad en términos de reproducción y mortalidad.

Para determinar el efecto de las bacterias, los expertos introdujeron diversos factores bacterianos en el sistema. Por ejemplo, activaron la Shigella, causante de intoxicaciones graves y, en ocasiones, de mortalidad infantil. Posteriormente, registraron la desaparición gradual de la especie humana.

Tras la activación de Helicobacter pylori, que conlleva consecuencias negativas en la vejez, la especie humana se mantuvo más o menos estable (los jóvenes gozaban de relativa salud y los ancianos morían). Sin embargo, tras la eliminación del Helicobacter pylori por parte de los científicos, la mortalidad en la vejez disminuyó, lo que a su vez condujo al declive de la sociedad humana.

Los científicos saben desde hace mucho tiempo que la microflora intestinal afecta la salud general de una persona. En este ámbito, los especialistas realizaron otro estudio interesante para descubrir cómo el estilo de vida afecta al microbioma.

Para estos fines se utilizó una aplicación móvil especial, que fue probada por dos voluntarios.

Resultó que la microflora intestinal no se vio afectada por la actividad física, el sueño ni el estado de ánimo. Sin embargo, en caso de intoxicación alimentaria o de mudanza a otro país, la microflora cambió significativamente: las bacterias presentes en el cuerpo comenzaron a morir en masa.

Los científicos planean realizar otro estudio con un mayor número de participantes y descubrir cómo normalizar la microflora intestinal para mejorar el bienestar general de una persona.