Los antibióticos son peligrosos para los niños

Existe la teoría de que dar antibióticos a los niños puede poner en riesgo su salud en el futuro, y los expertos han estado estudiando durante mucho tiempo cómo estos medicamentos afectan la salud de los niños.

A menudo se recetan antibióticos para tratar a niños, y los científicos ya han demostrado que estos fármacos tienen un impacto negativo en el estado de la microflora intestinal. Numerosos estudios han demostrado que los cambios en la flora bacteriana durante la infancia conducen al desarrollo de numerosas enfermedades en la adolescencia y la edad adulta. Debido a la destrucción del microbioma en la primera infancia, se observan graves problemas digestivos, lo que a su vez puede provocar alergias u obesidad.

Estas conclusiones fueron alcanzadas por científicos de la Universidad de Minnesota. Los especialistas también observaron que los niños que tomaron antibióticos con frecuencia en la infancia casi siempre sufrieron alergias u obesidad en el futuro, a diferencia de sus compañeros que no recibieron terapia con antibióticos o solo los tomaron como último recurso.

La causa de este trastorno es la agresividad de los antibióticos hacia las bacterias, que destruyen tanto la microflora patógena como la beneficiosa, lo que provoca trastornos del sistema digestivo y el desarrollo de otras enfermedades.

Los expertos estadounidenses recomiendan un enfoque más responsable en el tratamiento de los niños y recetar antibióticos sólo cuando sea realmente necesario.

Las bacterias en los intestinos participan activamente en la formación de la inmunidad, y el sistema inmunológico de un niño inmaduro sufre después de tomar antibióticos, incluso si la microflora intestinal se restaura con el tiempo, la inmunidad sufrirá debido a consecuencias irreversibles.

En algunos casos, se recetan antibióticos a niños de forma inapropiada, por ejemplo, para la gripe o infecciones virales respiratorias agudas. Estos medicamentos destruyen las bacterias, pero son ineficaces contra los virus que causan la gripe o el resfriado.

Cualquier enfermedad debilita el sistema inmunitario, por lo que el cuerpo se vuelve vulnerable a las infecciones bacterianas. Por ejemplo, si después de una gripe la afección empeora considerablemente, lo más probable es que la causa sea una infección; solo en este caso se puede recetar un tratamiento con antibióticos.

Los expertos recomiendan tomar cualquier medicamento sólo en casos extremos; a veces este tipo de tratamiento puede causar más daño que beneficio, por ejemplo, cuando el cuerpo está agotado.

Los expertos aconsejan prestar atención a endurecer el cuerpo y llevar un estilo de vida saludable.

Por ejemplo, cada mañana es necesario hacer ejercicios, preferiblemente con ejercicios de respiración. Un sueño saludable (al menos 8 horas al día, y para los niños, según las normas de sueño de cada edad), una dieta equilibrada con suficiente cantidad de verduras y frutas frescas también ayudan a fortalecer el sistema inmunitario.

En invierno y primavera, se pueden tomar complejos vitamínicos, ya que es en esta época del año cuando el organismo siente con mayor intensidad la falta de vitaminas. También es importante elegir, junto con el pediatra, un complejo con microelementos que favorezcan el desarrollo del sistema inmunitario (cobre, selenio, zinc).

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