Los videojuegos ayudan a establecer una relación con un adolescente "problemático

En las últimas décadas, los videojuegos se han vuelto muy populares entre los jóvenes. Ahora su diversidad es simplemente asombrosa. Además, están apareciendo diversos dispositivos que permiten jugar no solo en casa, sentado frente al ordenador, sino también en cualquier lugar: de viaje, en una cafetería, en un parque, etc.

Con la ayuda de un juego, una persona transforma su mundo real (en algunos casos, bastante aburrido y monótono, en su opinión) en uno imaginario y virtual, donde se convierte en protagonista de eventos interesantes e increíbles. A menudo, un videojuego es una buena manera de relajarse después de un duro día de trabajo y aliviar el estrés. Con un buen juego, uno comienza a liberar la hormona de la felicidad, la adrenalina, que estimula el cuerpo.

Sin embargo, este tipo de pasatiempo se considera perjudicial para la persona, el mundo del juego la aleja cada vez más de la realidad, los fallos en el juego provocan graves trastornos mentales y la persona se vuelve propensa a la agresión, la violencia, etc. Al menos, esto se creía hasta que aparecieron los resultados de las últimas investigaciones.

Los científicos han descubierto que los videojuegos mejoran el estado de ánimo, reducen los efectos negativos del estrés en el cuerpo y aumentan la autoestima. Es especialmente útil pasar tardes enteras en familia jugando videojuegos. Los expertos creen que padres e hijos deberían jugar juntos, ya que esto ayuda a aumentar las hormonas necesarias para la felicidad y la calma en el cerebro, además de fomentar la comprensión y unir a los miembros de la familia.

Para confirmar sus suposiciones, el grupo de investigación dirigido por D. Johnson analizó más de doscientos informes y publicaciones científicas. Los científicos estaban interesados en cómo un videojuego puede afectar el bienestar social de una persona. Resultó que el tipo de juego (estrategia, aventura, rol, arcade, lógica, etc.) no importa en absoluto, pero pasar tiempo juntos jugando un videojuego une a las personas, mejora las habilidades de comunicación, aumenta la actividad cerebral y promueve el bienestar social.

Los expertos han llegado a las siguientes conclusiones: para mejorar la relación con un adolescente problemático, lo mejor es empezar a jugar videojuegos con él, no todos los días, pero al menos ocasionalmente, un par de veces por semana. Este pasatiempo conjunto mejorará la comprensión mutua entre generaciones y acercará a las personas. Sin embargo, se debe prestar especial atención al tiempo dedicado a los videojuegos. El número de horas que se pasa frente al monitor puede afectar negativamente la calidad de la educación del niño. Un juego demasiado prolongado puede provocar inestabilidad en el comportamiento, irritabilidad y ataques de agresividad. Si el niño pasa todo el tiempo posible jugando, su mundo se reducirá a un único mundo virtual; solo le interesará cómo completar el juego, hackearlo, destruir monstruos, etc. El niño puede desconectar por completo de su entorno social, sumergiéndose por completo en su mundo de juego. Jugar juntos periódicamente no solo ayudará a relajar a ambos padres y al niño después de un día ajetreado de trabajo, sino que también contribuirá a una conexión más estrecha entre ambos. Además, las sesiones de videojuegos poco frecuentes ayudan a mejorar el estado emocional de una persona.