¿Por qué a algunas personas les cuesta despertarse por las mañanas?

Los científicos finalmente han respondido a la pregunta que preocupa a muchos: ¿por qué es tan difícil despertarse por la mañana? Resulta que la razón es que el reloj biológico no funciona correctamente. Los expertos llaman reloj biológico incorrecto al reloj interno, que funciona desincronizado con el ritmo diario de veinticuatro horas.

A muchos adultos con un horario de trabajo fijo les gusta dormir más los fines de semana, pero entre semana se despiertan con el despertador sin problema, y para algunos, despertarse por la mañana tanto en fin de semana como en día laborable se convierte en una tortura. A estas personas les cuesta no solo despertarse por la mañana y adaptarse al ritmo de trabajo, sino también conciliar el sueño por la noche, lo que literalmente arruina su vida diaria. Cualquier intento de solucionarlo suele ser infructuoso: cambiar almohadas o colchones, tomar pastillas para dormir, sedantes o incluso alcohol por la noche; todo es en vano. Claro que es difícil despertarse por la mañana, ya que el tiempo total de sueño es de solo unas pocas horas.

Científicos de una universidad australiana llevan varios meses estudiando el síndrome de la fase de sueño retrasada. Las estadísticas muestran que este síndrome es típico principalmente en adolescentes y podría estar asociado con cambios hormonales propios de la edad. Más del 15% de los jóvenes de entre 15 y 18 años padecen este síndrome, y no hay garantía de que la enfermedad desaparezca con la edad. La explicación más común que los especialistas intentan para explicar las causas del retraso del sueño es la siguiente: la interrupción de un sueño saludable se debe a una alteración del ritmo del reloj biológico interno, que no funciona en sincronía con el ritmo diario.

La mayoría de las personas viven en sincronía con un ritmo circadiano de 24 horas, que es natural y afecta los ciclos de vigilia y sueño, la producción de hormonas, la temperatura corporal y el sistema inmunitario. Los investigadores han observado que las personas con síndrome de fase de sueño retrasada tardan un poco más en completar cada ciclo, lo que provoca que simplemente no se adapten a las 24 horas. En este caso, el inicio del sueño se produce de 2 a 3 horas más tarde que en el resto de la población. Con frecuencia, este retraso provoca que el patrón de sueño real sea significativamente diferente del deseado o del requerido por la sociedad, que ofrece educación o trabajo.

Actualmente, investigadores australianos trabajan en una posible solución al problema asociado con los trastornos del sueño. Los médicos afirman que una vez que se determine la razón por la que las personas no pueden despertarse o dormirse a tiempo, será más fácil elegir la terapia adecuada. Entre los posibles métodos para ayudar a eliminar el síndrome de la fase de sueño retrasada, hasta ahora solo se distinguen la cronoterapia (un método que consiste en desplazar diariamente la fase de sueño varias horas y la posterior "congelación" del horario de sueño) y la terapia de luz diurna o luz brillante (en este caso, los expertos sugieren evitar la luz brillante por la tarde y por la noche).