Esa desagradable toxicidad del embarazo

Los expertos creen que, normalmente, desde el momento en que nace una nueva vida en el útero, el sistema inmunitario de una mujer embarazada se "dormece". Esto es necesario para que el feto se desarrolle con normalidad y el cuerpo de la madre no lo considere un "cuerpo extraño" ni lo rechace. Por lo tanto, algunas mujeres no experimentan los síntomas de la toxicosis del embarazo durante los nueve meses completos. Desafortunadamente, últimamente, cada vez hay menos mujeres afortunadas. Y el número de futuras madres que experimentan síntomas como náuseas, mareos, vómitos y debilidad aumenta constantemente.

Las causas de la toxicosis en la mujer embarazada pueden ser:

• antecedentes de lesión cerebral traumática;
• enfermedades graves de diversos órganos;
• desequilibrio hormonal antes del embarazo;
• enfermedades crónicas de los sistemas cardiovascular, endocrino y digestivo.

Dado que pocas mujeres pueden presumir de que cuando quedan embarazadas no padecen ninguna de las enfermedades mencionadas, queda claro por qué los ginecólogos de Kiev anotan tan a menudo "toxicosis" o, científicamente, gestosis en los registros de las mujeres embarazadas.

En medicina se acostumbra a distinguir dos tipos de toxicosis del embarazo:

1. Toxicosis temprana: ocurre aproximadamente entre la quinta y sexta semana de embarazo y desaparece sin dejar rastro al final del primer trimestre. Se manifiesta con salivación profusa, náuseas, principalmente por la mañana, y vómitos. Si estos síntomas no se presentan a diario ni afectan el bienestar general, no se trata de una patología y no requiere tratamiento especial. Los vómitos múltiples diarios (de 6 a 10 o más veces al día) requieren un seguimiento estrecho por parte de especialistas en clínicas ginecológicas. En cuanto a los vómitos incontrolables, se requiere hospitalización inmediata, ya que provocan deshidratación y la aparición de acetona en la orina.
2. La toxicosis tardía no es menos desagradable que la temprana. Su aparición se debe a una alteración de la coagulación sanguínea. Por lo tanto, se altera el funcionamiento de los capilares y vasos sanguíneos, lo que provoca patologías del flujo sanguíneo placentario. Los antígenos inmunitarios penetran en los riñones y dañan su estructura, lo que empeora el funcionamiento del órgano de filtración. Los síntomas de la toxicosis tardía son:

• Edema: hinchazón persistente de los tobillos que asciende. Retención de líquido: aumento brusco de peso.
• Presión arterial alta (superior a 85/130 mmHg). Los mismos procesos ocurren en los vasos de la placenta, lo que provoca insuficiencia placentaria. El bebé no recibe suficiente oxígeno ni nutrientes, sufre hipoxia intrauterina y retraso del crecimiento. Si una mujer experimenta dolor de cabeza, mareos, picazón en los ojos o náuseas, se requiere atención médica inmediata, ya que esta afección puede provocar un parto prematuro.
• excreción de proteínas en la orina (proteinuria), detectada durante pruebas de laboratorio de orina.

El tratamiento de una mujer embarazada con toxicosis tardía del embarazo se realiza en un hospital de maternidad e incluye una dieta (consumo limitado de sal y líquidos), toma de infusiones para los riñones y medicamentos.