Las células madre cancerosas están en la raíz de casi todos los cánceres

Científicos de los Institutos Nacionales de Salud (EE. UU.) han descubierto cómo el contacto con el arsénico puede transformar células madre normales en cancerosas, estimulando así la formación y el crecimiento de tumores malignos. Anteriormente se había demostrado que el arsénico inorgánico presente en el agua potable es carcinógeno. Cada vez se encuentran más pruebas que indican que, en este caso, podemos hablar de una enfermedad oncológica causada por células madre cancerosas. Las células madre sanas son importantes para la regeneración tisular normal, mientras que se cree que las células cancerosas son la causa principal de la formación, el crecimiento y la propagación de tumores malignos.

Michael Waalkes y su equipo de investigación ya han demostrado que las células sanas se vuelven malignas tras ser tratadas con arsénico inorgánico. El nuevo estudio ha descubierto algo aún más peligroso: cuando estas células cancerosas están cerca, sin entrar en contacto directo con las sanas, las células madre normales adquieren rápidamente las características de las células madre cancerosas. Esto demuestra claramente que las células cancerosas son capaces de enviar señales moleculares a través de membranas semipermeables y convertir células madre sanas en cancerosas. (¡Qué nueva forma de vida! Las células normales no son capaces de nada parecido. Al leer esto, es difícil permanecer indiferente: y tenemos que lidiar con semejante enemigo... Pero en serio, el resultado de este estudio, de confirmarse —la capacidad demostrada de las células madre cancerosas para convertir células sanas en células de su propia especie—, tendrá las más amplias implicaciones para toda la oncología moderna y las más trágicas para muchos pacientes, especialmente mujeres. Sin embargo, la causa raíz de las complicaciones que han surgido es bastante alentadora: el arsénico inorgánico.)

La observación revela un aspecto sorprendente y muy importante de la oncogénesis del arsénico y debería ayudar a explicar por qué el arsénico causa numerosos tumores de distintos tipos, desde la piel hasta los huesos, algo que los oncólogos conocen desde hace mucho tiempo.

Los resultados del estudio se describen en un artículo de acceso abierto publicado en la revista Environmental Health Perspectives.

Nota. Las células madre son únicas. Pueden existir durante mucho tiempo en el cuerpo, dividiéndose y renovándose, y todo esto sin suministro de oxígeno, sin depender de los mecanismos energéticos celulares estándar. La mayoría de las enfermedades oncológicas se desarrollan a lo largo de 30-40 años (!). Y luego llega la fase aguda, cuya rapidez es doblemente aterradora (en primer lugar, es mortal, y en segundo lugar, es rápida y dolorosa). Por lo tanto, no es sorprendente suponer que todas (o casi todas) las enfermedades oncológicas se basan en células madre cancerosas. Esto también explica el fenómeno de las consecuencias prolongadas, cuando, tras haber estado expuesta a toxinas a una edad temprana, una persona que lleva un estilo de vida completamente saludable aún se enfrenta al cáncer muchos años después, en su edad adulta.

Mientras tanto, el laboratorio del Sr. Waalkes planea abordar el siguiente tema: ¿qué otros carcinógenos pueden otorgar a las células madre cancerosas tales superpoderes? (¿O quizás esto sea inherente a todas las células madre cancerosas?)

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