La relación entre los cónyuges se revelará por su postura al dormir

Los detalles más simples, como la postura al dormir, pueden revelar mucho sobre la relación de pareja. Un nuevo proyecto de investigación en Edimburgo ha demostrado que la postura en la que una persona suele dormir puede revelar mucho sobre ella misma y su relación con sus seres queridos.

Durante el estudio, se entrevistó a más de mil personas, quienes compartieron su postura habitual al dormir y evaluaron sus relaciones familiares. Como resultado, la postura más común entre los cónyuges fue la de espaldas (algo más del 40%), seguida de la de los cónyuges en una sola dirección (algo más del 30%) y solo el 4% prefirió dormirse cara a cara. Además, los científicos descubrieron que el 12% de los cónyuges duermen cerca uno del otro y el 2% duerme a gran distancia.

Como señaló el Dr. Wiseman, autor del proyecto, el contacto físico es fundamental en las relaciones familiares. Según los resultados de la encuesta, más del 90 % de las parejas que dormían cerca y se tocaban durante el sueño estaban más satisfechas con su vida familiar que las parejas que dormían a distancia. Los expertos también concluyeron que cuanto más tiempo duermen separados, peor es la relación. Más del 80 % de las parejas que dormían cerca estaban satisfechas con su vida familiar.

Además, la encuesta mostró que los extrovertidos (personas activas, abiertas y propensas a comportamientos impulsivos) prefieren dormir cerca de su pareja, mientras que las personas creativas prefieren dormir de lado (izquierdo o derecho).

Pero el Dr. Wiseman también señaló que el estudio fue el primero en examinar las posturas al dormir entre los cónyuges. Los hallazgos ofrecen una nueva forma de evaluar las relaciones al observar con atención cómo las personas se duermen.

Sin embargo, las relaciones tensas entre los cónyuges no solo los distancian durante el sueño, sino que también deprimen el sistema inmunitario. Las experiencias internas derivadas de escándalos y problemas familiares aumentan el cortisol, la hormona del estrés, lo que, a su vez, afecta negativamente la salud general. Desde un punto de vista psicológico, los problemas familiares contribuyen al desarrollo de un trasfondo emocional que conduce a la ansiedad. En este caso, la persona siempre interpreta los eventos ambiguos de forma negativa, se vuelve insegura y necesita la confirmación del amor.

Un grupo de investigadores de una universidad de Ohio estudió el impacto de la ansiedad en las relaciones de parejas casadas que llevaban aproximadamente 12 años viviendo juntas. Como resultado del estudio, los científicos concluyeron que las personas con mayor ansiedad tenían niveles de cortisol un 11 % más altos. Además, estas personas tenían una salud mucho más precaria en comparación con otros participantes del estudio. Los científicos también descubrieron que, en el cuerpo de las personas con mayor ansiedad, el sistema inmunitario produce un 22 % menos de células necesarias para suprimir las infecciones.

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