La dieta cetogénica reduce el estrés y mejora la salud mental, según investigadores

La dieta cetogénica se caracteriza por un consumo alto de grasas, bajo de carbohidratos y moderado de proteínas. Esta dieta es reconocida por sus posibles beneficios metabólicos y psicológicos.

Un estudio piloto reciente de Stanford Medicine también reportó mejoras en los síntomas de pacientes con enfermedades mentales graves tras cuatro meses de dieta cetogénica y tratamiento estándar. Basándose en estos hallazgos, el nuevo estudio explora a fondo los posibles beneficios psicológicos de la dieta para la población general.

Un nuevo estudio ha examinado cómo la dieta cetogénica afecta diversos aspectos de la salud mental en la población mundial general.

Los hallazgos, publicados en la revista Nutrition, sugieren que seguir una dieta cetogénica puede estar asociado con una mejor salud mental y emocional en la población general, y que los beneficios aumentan con el tiempo.

¿Cómo afecta la dieta cetogénica a la salud mental?

Investigadores de la Universidad de Northumbria en Newcastle upon Tyne, Inglaterra, se propusieron descubrir cómo la dieta cetogénica podría afectar diversos aspectos de la salud mental, entre ellos:

• estado de ánimo (calma, satisfacción, alegría)
• estrés cognitivo y emocional
• síntomas de depresión y ansiedad
• sentimiento de soledad

Los investigadores compararon los resultados de salud mental informados por las personas que siguieron la dieta cetogénica con las que siguieron otras dietas, utilizando datos de dos encuestas en línea.

Los autores del estudio reclutaron participantes a través de las redes sociales para dos cohortes:

• Cohorte 2021 - 147 participantes
• Cohorte 2022: 276 participantes

Todos los participantes tenían más de 18 años de edad y no presentaban diagnóstico clínico de trastornos del estado de ánimo, de ansiedad, del desarrollo neurológico o neurodegenerativos.

La primera cohorte respondió a encuestas que incluían la Escala Visual Analógica del Estado de Ánimo Bond-Lader y la Escala de Estrés Percibido, mientras que la segunda cohorte completó encuestas que incluían la Escala de Depresión, Ansiedad y Estrés y la Escala de Soledad Revisada de UCLA.

A ambas cohortes se les realizaron las mismas preguntas demográficas, socioeconómicas y relacionadas con la salud, así como hábitos alimentarios recopilados mediante un cuestionario semanal de frecuencia alimentaria de 45 preguntas.

Para determinar los patrones dietéticos cetogénicos en las cohortes, los alimentos se clasificaron según su compatibilidad con la dieta cetogénica:

• Cetogénica: carne, aves, pescado y mariscos, algunos productos lácteos, huevos, tofu, tempeh, nueces, la mayoría de las verduras, té y café.
• Permitidos en la dieta cetogénica: frutas (frescas o congeladas), la mayoría de los jugos de frutas, jugos, bebidas bajas en calorías o dietéticas, algunos sustitutos de la carne, requesón y untables lácteos o no lácteos.
• Incompatibles con la dieta cetogénica: frutas en almíbar o deshidratadas, cereales, patatas, judías y legumbres, snacks y bebidas azucaradas, patatas fritas y snacks salados, yogures bajos en grasa y aromatizados, carnes, aves y pescados empanizados o fritos.

Las encuestas también preguntaron a los participantes si siguen una dieta cetogénica, sus principales razones para hacerlo, si miden sus niveles de cetonas y, de ser así, cuál fue su lectura más reciente.

Las personas que informaron seguir una dieta cetogénica tuvieron que seguirla durante al menos una semana para ser consideradas en última instancia como participantes de la dieta cetogénica. Quienes dijeron no seguirla fueron simplemente clasificados como "otras dietas".

La dieta cetogénica reduce el estrés, la ansiedad y la depresión.

Los resultados de la encuesta revelaron que 220 participantes seguían una dieta cetogénica en dos cohortes. Sus principales motivaciones para adoptarla fueron la salud general y la pérdida de peso.

Sorprendentemente, más del 70% de los participantes no hicieron un seguimiento de sus niveles de cetonas, lo que deja en gran medida sin confirmar su estado real de cetosis.

En la primera cohorte, el índice de masa corporal (IMC) promedio se clasificó como sobrepeso tanto entre los seguidores de la dieta cetogénica como entre aquellos que seguían otras dietas.

Sin embargo, los seguidores de la dieta cetogénica tenían un IMC significativamente más alto que los que seguían otras dietas, eran mayores y tenían más probabilidades de tener presión arterial alta.

La segunda cohorte tenía patrones de edad similares, pero no hubo diferencias significativas en la presión arterial o el IMC entre los grupos de dieta.

Ambas cohortes informaron un mejor bienestar mental entre los seguidores de la dieta cetogénica, incluyendo:

• Excelente estado de ánimo (calma, satisfacción, alegría)
• reducción de la ansiedad y la depresión
• Menos estrés y soledad

Sin embargo, los sentimientos de soledad reportados no fueron estadísticamente significativos después de ajustar las diferencias entre grupos.

Estos beneficios psicológicos se produjeron independientemente de los niveles de cetonas, lo que sugiere que los hábitos alimentarios sostenibles pueden promover el bienestar mental independientemente de los cambios metabólicos.

Los participantes siguieron la dieta cetogénica durante un promedio de 24 meses en la primera cohorte y 44 meses en la segunda.

Los autores del estudio señalaron que, a diferencia de estudios anteriores, una mayor adherencia a la dieta cetogénica se asoció con un mejor estado de ánimo.

¿Cómo favorece la dieta cetogénica el estado de ánimo y el bienestar?

La Dra. Jasmine Savne, psiquiatra certificada que no participó en el estudio, explicó cómo la dieta cetogénica puede mejorar el bienestar psicológico.

Señaló que la dieta puede aumentar los niveles de ácido gamma-aminobutírico (GABA), promoviendo la calma y la relajación, similar a los efectos de las benzodiazepinas, medicamentos utilizados para tratar una variedad de afecciones, incluida la ansiedad.

La dieta cetogénica también puede afectar a los neurotransmisores como la dopamina y la serotonina, que regulan el estado de ánimo, y al microbioma intestinal, que influye en el comportamiento y la respuesta al estrés, explicó Savne.

Sin embargo, enfatizó: "Los estudios futuros podrían beneficiarse de la inclusión de marcadores biológicos para complementar los datos autoinformados, particularmente con respecto a los niveles de neurotransmisores, hormonas del estrés como el cortisol y la composición del microbioma intestinal".

Kieran Campbell, nutricionista dietista registrado con formación en psicología que no participó en el estudio, estuvo de acuerdo en que se necesita más investigación sobre los efectos a largo plazo de la dieta cetogénica en la salud mental.

Señaló que "algunos estudios no muestran beneficios a largo plazo para el estado de ánimo o la cognición", lo que contradice los hallazgos del estudio actual de que los beneficios aumentan con el tiempo.

Además, señaló que la investigación sobre los niveles de cortisol durante la dieta cetogénica sigue sin ser concluyente.

Enfoques dietéticos para mejorar la salud mental

Antes de intentar una dieta cetogénica, Savne enfatizó la importancia de consultar con un profesional de la salud, "especialmente para aquellos con problemas de salud complejos o que están considerando cambios dietéticos significativos".

"Si bien esta dieta muestra evidencia de beneficios para la salud mental, aún no estamos en el punto en que podamos recomendarla con seguridad para los trastornos del estado de ánimo o para mejorar la salud mental en la población general", dijo Campbell.

En su lugar, se recomienda una dieta equilibrada, basada en plantas y con alimentos integrales. Tanto Savne como Campbell recomiendan la dieta mediterránea o DASH, que ofrece más beneficios documentados para la salud mental y menos riesgos asociados.

Para las personas con trastornos mentales, "[estas dietas] pueden recomendarse en combinación con tratamientos psiquiátricos tradicionales", dijo Savne.

Limitar algunos alimentos ultraprocesados y consumir carbohidratos saludables y ácidos grasos omega-3 puede mejorar aún más el estado de ánimo y favorecer la salud mental, concluyó Campbell.