Biólogos sugieren que el uso de smartphones puede provocar cambios en la forma de la mano

Expertos mundiales en biología y medicina aseguran que el uso diario de teléfonos inteligentes afectará la forma de la mano humana dentro de unos siglos o milenios: con el tiempo, la mano se adaptará de forma natural a un uso más cómodo y eficaz del dispositivo móvil.
Como especifican los expertos en biología evolutiva, los cambios transformadores ocurrirán gradualmente, a lo largo de más de una generación, por lo que solo pueden apreciarse mediante una descripción comparativa. Según los científicos, el pulgar de la extremidad superior se afilará y la palma adquirirá una apariencia más aplanada y biselada para facilitar la colocación del dispositivo móvil. Al mismo tiempo, los demás dedos también pueden cambiar y adquirir una forma de gancho. Por lo tanto, la mano se volverá más funcional.
Las suposiciones de los biólogos evolutivos son confirmadas por expertos de otros campos de la biología y la medicina. Un excelente ejemplo de estos cambios es la transformación de las personas, de una familia de primates progresivos, a su apariencia actual. Los científicos están convencidos de que el esfuerzo que los homínidos tuvieron para sostener y utilizar todo tipo de herramientas y utensilios de caza fue lo que dio lugar a la forma de la mano humana que vemos hoy. Considerando esto, así como las circunstancias y necesidades de la gente moderna, los expertos creen que este tipo de modificación es bastante plausible y probable.
Además de las manos y los dedos de las extremidades superiores, los científicos predicen otros cambios en el cuerpo humano. Por ejemplo, el uso generalizado de teléfonos inteligentes, portátiles, tabletas y otros dispositivos a menudo provoca deterioro de la visión, dolor en la muñeca, contracciones convulsivas de los músculos del cuello, etc. Muchas personas experimentan síntomas como una sensación de incomodidad al utilizar la tecnología moderna. Como resultado de esta incomodidad constante, el cuerpo humano puede activar mecanismos de adaptación que, tarde o temprano, conducirán a la siguiente etapa evolutiva, que afectará a todo el cuerpo humano.
Los científicos no descartan que, debido al intenso desarrollo tecnológico, los procesos de adaptación también afecten al cerebro humano, que se volverá más productivo. Sin embargo, los expertos también predicen un deterioro de la memoria y las capacidades cognitivas.
De hecho, a pesar de la opinión de muchos, la humanidad no ha dejado de evolucionar. No podemos observar cambios significativos, ya que una evaluación comparativa requeriría mucho más tiempo del que se nos ha dado para vivir. Al mismo tiempo, los científicos afirman que muchos cambios son casi imposibles de predecir. Si la civilización continúa avanzando en la dirección y al ritmo actuales, se producirán modificaciones evidentes durante los próximos doscientos mil años.

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