Los champiñones son especialmente buenos para los diabéticos

Los conocidos champiñones tienen un efecto especial sobre la microflora del intestino, inhibiendo la síntesis de glucosa en el hígado.

El nivel de glucosa en sangre no es constante, pero es fundamental para el funcionamiento normal del organismo. Si este nivel es insuficiente, se desencadenan procesos de inanición en tejidos y órganos. Un exceso de glucosa altera el equilibrio bioquímico del organismo, altera el curso de los procesos metabólicos y conduce al desarrollo de diabetes.

Mantener niveles adecuados de azúcar en sangre es posible gracias a la insulina, una hormona producida por el páncreas. La insulina activa las células, obligándolas a consumir glucosa. El desarrollo de la diabetes comienza precisamente cuando la producción de insulina es insuficiente o cuando las células pierden sensibilidad a ella. Existe otra faceta fisiológica: los niveles de glucosa dependen igualmente de la actividad enzimática, gracias a la cual se producen procesos de síntesis en el hígado y los intestinos.

Los científicos llevan mucho tiempo interesados en los factores que influyen en los niveles de azúcar en los tejidos corporales. Gran parte de este contenido depende de nuestra dieta: algunos productos desequilibran la glucosa, mientras que otros la normalizan. Científicos de la Universidad de Pensilvania (Filadelfia) afirman que los champiñones pueden normalizar los niveles de glucosa.

Los científicos informan que los hongos pueden actuar como prebióticos, influyendo en la funcionalidad de los microorganismos intestinales. Según los expertos, la calidad de la microflora intestinal es fundamental en los procesos metabólicos, incluido el metabolismo del azúcar. Cualquier alimento que consumamos afecta al organismo a través de las bacterias, que primero absorben ciertas sustancias y solo después producen moléculas que influyen en diversos mecanismos bioquímicos.

La profesora Margherita T. Cantorna y otros científicos realizaron un experimento con roedores, que se dividieron en dos grupos: con microflora normal de alta calidad y con deficiencia de bacterias beneficiosas. Todos los roedores recibieron alimento con champiñones y, por separado, alimento sin setas. La cantidad diaria de setas consumida por los ratones fue la misma que si tú y yo consumiéramos 90 g al día.

Según los investigadores, los champiñones influyeron en los microorganismos del género Prevotella: las bacterias estimularon la producción de ácidos grasos cortos, como los ácidos butírico y succínico. Estos compuestos afectan a los genes que estabilizan la neogénesis de glucosa (la producción intrahepática de glucosa). Bajo la influencia de los hongos, la tasa de esta producción disminuyó y las células de los ratones comenzaron a absorber la glucosa de forma más activa. En roedores con microflora deficiente y ausencia de bacterias Prevotella, no se observaron estos procesos; por lo tanto, los científicos concluyeron que los champiñones son capaces de normalizar los niveles de glucosa únicamente mediante la influencia de las bacterias.

Desafortunadamente, los científicos no especificaron en qué forma los roedores consumieron los hongos: crudos o cocidos.

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