Los científicos se preguntan si el orgasmo femenino es un subproducto de la evolución masculina.

El orgasmo femenino es un verdadero dolor de cabeza no solo para los representantes descuidados e ineptos del sexo fuerte. Parece ser un problema igual de grave, aunque en un sentido diferente, para los biólogos evolutivos. Es una paradoja, pero nadie sabe aún para qué sirve. La respuesta rápida "masculina" —"para el placer"— no es adecuada en este caso, y he aquí por qué.

En la evolución, nada es gratis. Y si experimentamos placer fisiológico con algo, este placer tiene una justificación muy práctica. Así pues, con el "placer masculino" del sexo, todo es simple. Su fiabilidad y simplicidad, por así decirlo, hacen que el hombre se entregue a todas las actividades sexualmente difíciles, es decir, que trabaje para la continuidad de la especie. En resumen, el orgasmo masculino se inventó "por el bien de la vida en la Tierra".

Con las mujeres, la cosa es más complicada. Para empezar: algunos primates simplemente no lo tienen (por ejemplo, las hembras de gibón se encuentran entre esos desafortunados de la evolución). Las estadísticas muestran que una de cada diez mujeres en la especie humana nunca ha experimentado placer orgásmico, y hay motivos para creer que la cuestión no reside solo, ni tanto, en las cualidades sexuales de la pareja. El creciente número de datos que demuestra que el orgasmo femenino es algo completamente opcional ha obligado a los biólogos a reconsiderar las teorías previas al respecto.

Antes se creía que el orgasmo no solo fortalecía el vínculo de pareja, sino que también estimulaba el cuidado de los hijos, mejoraba de alguna manera la fisiología reproductiva de la mujer y, sí, servía como indicador de la habilidad del hombre. Pero si realmente conllevara una carga evolutiva significativa y desempeñara un papel en la conducta reproductiva, aún estaría más "disponible". Además, ¿qué sentido tendría un orgasmo clitoriano, que puede lograrse sin insertar el pene en la vagina y, por lo tanto, sin fecundación? Si el orgasmo funciona para el sexo, entonces el sexo debería funcionar para el orgasmo.

Las dudas en torno al orgasmo femenino quedaron prácticamente resueltas gracias a una teoría formulada en 2005. Según esta, era un subproducto de la evolución masculina: los hombres obtenían un orgasmo importante y útil, y las mujeres también obtenían algo de este proceso evolutivo. De la misma manera, los hombres recibían pezones de las mujeres para compañía, algo que no necesitan: los hombres de sexo fuerte no alimentan a nadie con sus pechos.

Lamentablemente, esta explicación no fue confirmada por investigaciones posteriores. Científicos de la Universidad de Queensland (Australia) publicaron un artículo en la revista Animal Behavior con datos que refutan la teoría del orgasmo femenino como un subproducto de la evolución masculina. Los investigadores evaluaron la relación entre la estimulación sexual y el orgasmo en miles de pares de gemelos. Un total de 2287 pares de gemelos del mismo sexo y 1803 pares de gemelos de sexo opuesto participaron en los experimentos. Si el orgasmo femenino está vinculado al orgasmo masculino, entonces los gemelos de sexo opuesto deberían tener las mismas "capacidades orgásmicas" debido al mismo material genético.

La suposición no se confirmó. En parejas de gemelos del mismo sexo, entre hermano y hermano, hermana y hermana, sí se observó una correlación entre la frecuencia, la facilidad y los métodos para alcanzar el máximo placer sexual. Sin embargo, no se observó tal correlación en parejas de sexos opuestos. Por lo tanto, es difícil afirmar que las mujeres obtuvieran la capacidad de experimentar el orgasmo mediante un "juguete" no funcional de los hombres. Por otro lado, este método de investigación en sí mismo nos permite dudar de los resultados, ya que se basa en las sensaciones subjetivas de los participantes.

Anteriormente, los mismos científicos publicaron un artículo en la Revista de Medicina Sexual donde informaron que, sorprendentemente, la capacidad de alcanzar el orgasmo en las mujeres no se correlaciona con otras características importantes, como rasgos de personalidad como el nivel de neuroticismo, la extroversión y la impulsividad. Por lo tanto, el orgasmo femenino parece estar destinado a confundir a los investigadores durante mucho tiempo. Es posible que esta característica fuera extremadamente importante en el pasado, pero con el tiempo perdió su significado, convirtiéndose en un atavismo, y ahora las mujeres solo disfrutan de los vestigios de sus antiguas capacidades.

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