El parto en el agua es peligroso para la salud del bebé

Los partos en el agua son cada vez más populares. Según los expertos, este método de parto ayuda a reducir el estrés que experimenta el niño durante el parto y alivia las contracciones de la propia madre. Sin embargo, muchos expertos cuestionan ahora los beneficios de estar en el agua durante el parto, señalando que este tipo de parto puede ser peligroso para la vida y la salud del niño y de la madre.

Los expertos médicos afirman que no hay evidencia de que el parto en el agua sea beneficioso para la madre y el bebé. También afirman que puede ser perjudicial e incluso causar la muerte del recién nacido. En su informe, un grupo de investigadores indicó que el parto en el agua puede causar graves problemas al recién nacido, como infecciones, hemorragias y ahogamiento.

La Academia de Pediatría de Estados Unidos y el Colegio de Obstetras y Ginecólogos consideran que los médicos no deben ofrecer a las mujeres este método de parto (excepto en casos experimentales). En la actualidad, cada vez más salas de maternidad equipan salas para partos en el agua. Además, recientemente, las mujeres han comenzado a alquilar piscinas para partos en casa. Quienes apoyan estos métodos afirman que el cuerpo se relaja en agua tibia y la mujer se tranquiliza, lo cual es especialmente beneficioso para las mujeres que dan a luz por primera vez. Además, el bebé flota en el agua dentro del útero, por lo que el parto en el agua le resultará más familiar. Sin embargo, a pesar de esto, los expertos recomiendan sacar al bebé del agua lo antes posible para evitar infecciones, así como la entrada de agua en las vías respiratorias y el ahogamiento.

Según algunos datos, una de cada cien mujeres da a luz en el agua. El Real Colegio de Ginecólogos y Obstetras de Gran Bretaña considera que, si el embarazo no presenta complicaciones, una mujer puede optar por dar a luz en el agua, pero en Estados Unidos la opinión es ligeramente diferente.

Actualmente existe un gran debate sobre la seguridad (o peligrosidad) de los partos en el agua. Expertos en embarazo en Estados Unidos impulsan más investigaciones sobre los efectos de los partos en el agua. Al mismo tiempo, los expertos han reconocido que, en las primeras etapas del parto, una piscina puede ayudar a la mujer a reducir el dolor y la fuerza de las contracciones. También señalaron que no se han realizado suficientes investigaciones para demostrar o refutar los beneficios de estar en el agua durante las contracciones y el nacimiento del bebé.

Ahora hay evidencia de que después de los partos en el agua, el recién nacido tiene problemas respiratorios (incluso ahogamiento), convulsiones y también aumenta el riesgo de sangrado severo e infección en la mujer.

Uno de los pocos estudios en esta área encontró que el 12% de los bebés nacidos en el agua posteriormente requirieron hospitalización y cuidados especiales que no requerían los bebés nacidos por el método más común.

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