Un robot crea un nuevo medicamento

No es ningún secreto que el proceso de creación y prueba de nuevos fármacos siempre es largo y laborioso. Sin embargo, la ciencia moderna no se detiene: ahora este problema lo están resolviendo no solo los farmacólogos, sino también los robots. Los expertos han confiado la creación de fármacos a robots, ya que son capaces de calcular con rapidez y precisión todos los resultados probables y determinar la fórmula más óptima. El mecanismo descrito juega un papel importante en la creación de fármacos, especialmente aquellos a los que se desarrolla resistencia rápidamente.

Como se describe en el artículo de Science Daily, el experimento fue realizado por especialistas de la Universidad de Cambridge. Lograron crear un nuevo fármaco, cuya acción está dirigida al tratamiento de la malaria.

La malaria es una patología extremadamente peligrosa. Según las estadísticas, más de 500 mil personas mueren de malaria cada año solo en países de África y el Sudeste Asiático. Las medidas preventivas y terapéuticas contra la malaria son complejas. Y lo que ocurre, en primer lugar, es que muchas cepas del agente causante de la enfermedad se adaptan con gran rapidez, desarrollando resistencia a los medicamentos. Los médicos deben buscar constantemente "debilidades" para destruir el plasmodio de la malaria.

Para resolver el problema existente, los científicos conectaron un robot especializado llamado Eve: este debía encontrar la manera de destruir el agente causante de la enfermedad.

La inteligencia artificial del robot realizó un extenso trabajo analítico antes de llegar a la conclusión adecuada: resultó que una sustancia conocida llamada triclosán puede convertirse en un nuevo fármaco. Esta sustancia se usa ampliamente en la actualidad, añadiéndose a detergentes y pastas de dientes, ya que el triclosán elimina eficazmente la mayoría de las bacterias. La acción del componente se basa en la inhibición de la enzima enoil reductasa, que participa en la producción de ácidos grasos y en los procesos tróficos celulares.

El robot descubrió que una de las propiedades del triclosán es la inhibición del desarrollo de cultivos en una de las etapas de crecimiento del patógeno de la malaria. Durante el estudio, los especialistas descubrieron que esta sustancia también afecta a otra enzima del plasmodio, la dihidrofolato reductasa. Se realizaron varias pruebas: se intentó bloquear la enzima con pirimetamina, otro fármaco antipalúdico, pero ya se han encontrado cepas resistentes a este fármaco en la práctica mundial. Sorprendentemente, el triclosán demostró una alta eficacia incluso contra estas cepas resistentes del patógeno de la malaria. Los científicos quedaron sorprendidos y satisfechos: el triclosán tiene un precio relativamente bajo y se produce en masa en todo el mundo. Por lo tanto, el uso del nuevo fármaco podría comenzar muy pronto.

Puede leer más detalles sobre el estudio y sus resultados en las páginas de Science Daily.

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