¿Beber más líquidos... o menos?

Lo primero que recomiendan los médicos durante un resfriado es reposo en cama y beber abundante líquido. Pero si todo parece estar bien con el reposo en cama, beber abundante líquido puede generar controversia. Según expertos británicos, el exceso de líquido puede tener consecuencias negativas para el organismo.

Los científicos creen que el concepto de beber mucho líquido es demasiado vago y que cantidades excesivas de agua, especialmente durante una enfermedad o enfermedades crónicas existentes, conducen a la pérdida de sodio del cuerpo.

Durante un resfriado, los médicos suelen recetar abundantes líquidos, medicamentos antivirales y vitaminas, pero expertos británicos afirmaron que las recomendaciones sobre la abundancia de líquidos deberían ser más específicas. En Inglaterra, se conoció el caso de una mujer que casi muere siguiendo las recomendaciones de un médico. Cuando la mujer se resfrió, el terapeuta le recetó el tratamiento adecuado y le recomendó beber más líquidos.

Para recuperarse más rápido y depurar el organismo de toxinas, la mujer bebía varios litros al día. Pero con el tiempo, no solo no se recuperó, sino que empezó a sentirse mucho peor, presentando debilidad, náuseas y dificultad para hablar. Tras un examen, se determinó que su cuerpo carecía de sodio y se le diagnosticó hiponatremia. Los expertos señalan que con este diagnóstico, la tasa de mortalidad alcanza el 30%.

La hiponatremia puede ocurrir debido a una ingesta de líquidos descontrolada o a problemas endocrinos. El cuerpo experimenta trastornos metabólicos, la presión arterial baja y los vasos sanguíneos comienzan a perder líquido, que penetra en el espacio extravascular y provoca hinchazón. En esencia, la persona comienza a sufrir deshidratación. Sin embargo, los científicos señalan que es importante comprender claramente a qué volúmenes se refieren los médicos cuando recomiendan beber más líquido. Más de 3 litros de agua al día pueden, sin duda, alterar el funcionamiento del organismo y causar pérdida de sodio.

Los médicos recomiendan beber más líquidos durante una enfermedad. Sin embargo, esto no significa que sea necesario beber un cubo de agua al día, pero tampoco es necesario limitar la ingesta de líquidos; debe haber un punto medio en todo. Los médicos señalan que no se han registrado casos de personas resfriadas que hayan bebido tanta agua que hayan desarrollado hiponatremia (el caso de la inglesa puede considerarse excepcional). En primer lugar, para que esto ocurra, es necesario beber más de 3 litros de líquido al día durante un tiempo prolongado. Sin embargo, casi todos los pacientes afirman que es problemático beber los 2-3 litros de agua diarios necesarios, ya que esta cantidad de líquido ayuda a eliminar únicamente los productos de descomposición de los virus del cuerpo y nada más. Los médicos indican que, cuando se está enfermo, basta con beber de 2 a 3 litros de agua al día, incluyendo agua pura, tés, compotas, etc. Sin embargo, cada persona es diferente: si antes de la enfermedad bebía de 2 a 5 vasos de líquido al día, no es necesario aumentar el consumo de forma repentina, especialmente si se tienen problemas metabólicos, renales o diabetes. Los médicos insisten en la importancia de informar al médico sobre cualquier problema de salud para que pueda prescribir el tratamiento adecuado.

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