Olvídate de las dietas, mastica la comida más tiempo

Si justo después de las fiestas de Año Nuevo planeas ponerte a dieta y solo comer zanahorias, reprochándote no poder resistirte y darte un festín para el estómago, entonces no desesperes y no te apresures a llenar el refrigerador con requesón bajo en grasa y comprar pan dietético.

Un nuevo estudio científico demuestra que se puede perder peso sin mucho esfuerzo. Lo principal es masticar bien los alimentos, es decir, masticar cada bocado durante al menos 30 segundos.

Además, este método te ayudará a moderar el apetito y a frenar las ganas de comer dulces. Por cierto, puedes masticar bien la comida durante las fiestas, cuando las mesas están repletas de todo tipo de dulces. Así podrás controlar tu saciedad y evitar comer en exceso.

Psicólogos de la Universidad de Birmingham realizaron un estudio en el que voluntarios masticaron bien sus alimentos. Resultó que solo pudieron comer la mitad de sus porciones, a diferencia de quienes no se molestaron y masticaron menos.

Los expertos señalan que esta forma de consumir alimentos también afecta los hábitos de picar entre horas a lo largo del día.

La tradicional mesa navideña británica aporta unas mil calorías. Pavo asado, salchichas, carne picada envuelta en tocino, verduras, pan y diversas salsas se suelen servir para esta festividad.

Pero una cena festiva no está completa sin una mesa dulce, así que puedes añadir con seguridad entre 3500 y 4000 calorías adicionales a mil calorías. De postre, se sirven pastel navideño, pudín, queso, galletas, chocolate y dulces.

Es importante recordar que la ingesta calórica diaria es de 2500 calorías para los hombres y 2000 para las mujeres. Las vacaciones, por supuesto, relajan a ambos, lo que a menudo lleva a comer en exceso.

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Los expertos estaban interesados en descubrir hasta qué punto la masticación minuciosa de los alimentos puede influir en el hábito de picar algo después del almuerzo y a lo largo del día.

Para ello, pidieron a 43 personas participantes en el estudio que se abstuvieran de comer durante dos horas antes del experimento.

A cada sujeto se le sirvieron porciones iguales de jamón ahumado y queso.

El primer grupo de voluntarios comió como de costumbre, sin cambiar sus hábitos, el segundo grupo, después de tragar la comida, hizo una pausa de diez segundos antes de la siguiente porción de comida, y el tercer grupo, antes de tragar, masticó cada trozo durante al menos 30 segundos.

Dos horas después del experimento, a todos los participantes se les ofrecieron caramelos masticables con sabor a frutas y caramelos cubiertos de chocolate.

Mientras los participantes disfrutaban de los dulces, se les pidió que calificaran su apetito y el placer que obtenían al comer.

Los resultados mostraron que quienes comieron a un ritmo normal y quienes hicieron descansos de diez segundos consumieron la misma cantidad de dulces. Sin embargo, quienes tuvieron que masticar cada pieza completamente consumieron la mitad.

Los participantes del tercer grupo informaron que el almuerzo no les brindó el placer esperado. Los científicos lo atribuyen a la novedad de las sensaciones y al largo proceso de masticación, que puede reducir el sabor de la comida. Sin embargo, esta forma de comer permite evitar picar entre comidas durante el día, que no siempre consisten en alimentos saludables.

Bueno, en general no es tan difícil, si te concentras en lo que comes, puedes reducir la cantidad de comida que consumes y así evitar ganar kilos de más.