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El ácido úrico de las piscinas es peligroso para la salud
Último revisado: 02.07.2025

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Recientemente, científicos de Estados Unidos y China realizaron un estudio del agua de las piscinas y llegaron a la conclusión de que puede contener compuestos bastante tóxicos: tricloramina y cloruro de cianógeno.
El cloruro de cianógeno es altamente tóxico y causa irritación local, asfixia y puede ser mortal. Al inhalar vapores nocivos, los pulmones y el sistema cardiovascular son los primeros en sufrir daños. Además, la tricloramina causa graves daños pulmonares. Según el estudio, diez minutos de inhalación de aire con compuestos tóxicos, en particular cloruro de cianógeno, aumentan el riesgo de muerte. La exposición prolongada a la tricloramina en las vías respiratorias provoca quemaduras graves.
Los compuestos nocivos que se forman en la piscina son consecuencia de la desinfección y la falta de higiene de los bañistas. Durante el estudio, los científicos analizaron cómo el cloro, necesario para inhibir el desarrollo de microorganismos en el agua, interactúa con el ácido úrico y otros fluidos corporales. Los resultados demostraron que el ácido úrico presente en la orina humana, al interactuar con el cloro, forma los compuestos tóxicos mencionados.
El compuesto tricloramina, al interactuar con desinfectantes que contienen cloro, causa graves daños al sistema pulmonar. Los científicos están preocupados: según estudios, más del 90% del ácido úrico presente en las piscinas es producto de la actividad humana; es decir, si un bañista decide orinar directamente en la piscina, se desencadena una reacción química peligrosa para la vida y la salud, durante la cual se forman compuestos tóxicos volátiles. Según los expertos, tanto el aire como el agua de las piscinas pueden y deben mejorarse significativamente mediante buenos hábitos de higiene por parte de los visitantes. Muchos bañistas ignoran las señales de advertencia sobre la higiene adecuada en las piscinas, lo que conlleva el desarrollo de enfermedades graves no solo en ellos, sino también en otras personas que visitan la piscina.
Una encuesta de 2009 reveló que más del 60 % de las personas ni siquiera sospechan que inhalar, ingerir o tener contacto con agua contaminada puede causar enfermedades graves. Recientemente, el número de enfermedades causadas por agua de piscina contaminada ha ido en aumento. La más común es la diarrea, causada por las bacterias Cryptosporidium y E. coli, esta última presente en casi la mitad de las piscinas públicas de Estados Unidos.
Para reducir el riesgo de desarrollar enfermedades, los expertos recomiendan no visitar una piscina pública durante la diarrea, antes de ir a la piscina es necesario ducharse con jabón y después de ir al baño es necesario lavarse bien las manos.
Otros estudios realizados en este ámbito han demostrado que las visitas sistemáticas a piscinas cubiertas con agua clorada pueden provocar enfermedades respiratorias graves y daños en el ADN, lo que aumenta el riesgo de desarrollar tumores cancerosos.