La fibra mejora la función cerebral

Suplementos prebióticos: la fibra dietética, la inulina y los fructooligosacáridos vegetales alteran el microbioma intestinal, ayudan a reducir la neuroinflamación, mejoran la recuperación de una lesión cerebral y atenúan el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer al reducir los niveles de beta-amiloide en el cerebro y ayudan a mejorar la memoria.

Según la Organización Mundial de la Salud, la población mundial está envejeciendo a un ritmo más rápido que en el pasado y las personas viven a una edad mucho mayor. El número de personas de 60 años o más en todo el mundo era de aproximadamente 1.400 millones en 2022 y se prevé que alcance los 2.100 millones para 2050.

En algunos casos, enfermedades como la demencia y el Alzheimer pueden causar deterioro cognitivo. Esto puede derivar en problemas más graves, como pérdida de memoria, incapacidad para planificar o resolver problemas, dificultad para hablar o escribir, cambios de humor, ansiedad, problemas de sueño y confusión sobre lugares, fechas y horas.

Si bien actualmente no existe cura para la demencia o la enfermedad de Alzheimer, adoptar un estilo de vida saludable y ciertos medicamentos pueden ayudar a retrasar su progresión.

Ahora, investigadores del King's College de Londres han descubierto que tomar suplementos de fibra dietética puede ayudar a mejorar la función cerebral en adultos mayores.

Para este estudio, los investigadores reclutaron 36 pares de gemelos mayores de 60 años. A un gemelo de cada par se le administró un suplemento de fibra diariamente durante 12 semanas, mientras que el otro gemelo recibió un placebo.

El estudio fue un estudio doble ciego en el que ni el equipo analítico ni los participantes del estudio sabían lo que estaban obteniendo hasta que se completó el estudio.

Al final del estudio, los investigadores encontraron que el grupo que recibió el suplemento de fibra había mejorado su desempeño en pruebas para evaluar la función cerebral, incluyendo el Paired Associations Memory Test, un marcador temprano de la enfermedad de Alzheimer, así como pruebas de tiempo de reacción y velocidad de procesamiento de la información.

"Nos sorprendió gratamente descubrir que quienes recibieron el suplemento prebiótico mostraron mejoras en las pruebas de memoria y pensamiento en comparación con el placebo durante un período de 12 semanas", afirmó el Dr. Steves. "Sabemos que existe una relación entre las bacterias intestinales y el cerebro, por lo que este estudio aporta más evidencia de dicha conexión y es sumamente prometedor".

Animaría a los lectores a considerar la fibra como parte de un enfoque holístico de la nutrición, es decir, como un componente de todos los nutrientes y compuestos diversos que necesitamos para un intestino sano. Las frutas, verduras, legumbres, frutos secos, semillas y productos integrales que nos encantan y que comemos son especialmente ricos en fibra. Las siguientes verduras comunes son ricas en fibra prebiótica: ajo, cebolla, puerro, chalote, espárragos, remolacha, hinojo, guisantes, maíz y col. Una buena fuente de prebióticos son las legumbres: garbanzos, lentejas, judías y soja. Las frutas también son ricas en fibra prebiótica. Los alimentos integrales incluyen la cebada, el centeno, el trigo y la avena. Los anacardos y los pistachos también son ricos en fibra prebiótica, afirmó Richard, uno de los investigadores.

Los detalles del artículo se pueden encontrar en la página web de la revista en Nature Communications.