Los especialistas de Australia han determinado que el pescado fresco y otros mariscos pueden proteger contra enfermedades graves del sistema cardiovascular. Las sustancias en la composición del camarón, el cangrejo y el pescado de mar se consideran varias veces más efectivas que los antioxidantes, que están contenidos en los alimentos vegetales. En particular, los científicos destacan el pigmento rojo brillante astaxantina, el antioxidante más fuerte que se conoce en la medicina en este momento.
