Dieta para la enterocolitis

Esta enfermedad afecta las paredes del intestino grueso y delgado mediante un proceso inflamatorio, pero dado que en la mayoría de los casos la patología comienza a afectar los tejidos gástricos, la dieta para la enterocolitis se convierte en un elemento esencial del protocolo de tratamiento. Esto es lo que se abordará en este artículo.

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Tratamiento de la enterocolitis con dieta

Los médicos distinguen condicionalmente entre las fases aguda y crónica de esta enfermedad, pero el protocolo de tratamiento en ambos casos no difiere mucho. Una de las medidas para frenar el problema es el tratamiento de la enterocolitis con dieta. Al mismo tiempo, los nutricionistas han desarrollado una dieta especial (tabla n.º 4) que considera todas las restricciones.

En el momento de la exacerbación, se debe cambiar al paciente a una dieta más ligera. Los principios básicos de este ajuste dietético se resumen en varias reglas:

• Ante un cuadro clínico específico (fase aguda de la enfermedad), el médico prescribe uno o dos días de ayuno absoluto. Durante este período, el paciente debe beber solo agua con frecuencia, pero en pequeños sorbos.
• Los alimentos deben ser fáciles de digerir en el estómago.
• Evite los alimentos pesados y grasosos.
• Es aconsejable cocinar los platos al vapor o, en último caso, escaldándolos.
• Se permite cualquier papilla, especialmente las que tienen base de agua y son viscosas.
• Decocciones de cereales. Por ejemplo, la de arroz es útil.

La enterocolitis rara vez se diagnostica de forma independiente. En la mayoría de los casos, se acompaña de otra patología, es decir, la inflamación se extiende a otros órganos. Por lo tanto, la dieta, como todo tratamiento, se prescribe en función de este hecho.

La esencia de la dieta para la enterocolitis

La restricción nutricional y de ciertos productos es clave en el tratamiento de muchas enfermedades, especialmente en la patología de órganos directamente relacionados con el proceso digestivo. Dado que el intestino delgado y el grueso son precisamente estos órganos, el resultado de su tratamiento está directamente relacionado con la dieta que la persona debe seguir durante el tratamiento de la enfermedad en cuestión. La esencia de la dieta para la enterocolitis:

• Exclusión completa de alimentos difíciles de digerir y grasos.
• También están prohibidos los platos picantes y condimentados.
• Las especias, los productos horneados y los alimentos ahumados deben eliminarse de la dieta.
• Se prohíben las verduras y frutas crudas, especialmente aquellas que provocan mayor formación de gases o pueden contribuir al proceso de fermentación en el estómago.
• Hay otros productos sujetos a exclusión, que se analizarán con más detalle a continuación.
• Los productos de supermercado que contienen estabilizadores, colorantes, potenciadores del sabor y conservantes deben desaparecer de la dieta de este tipo de pacientes.
• Rechazo categórico a los productos de comida rápida.
• Evite comer en exceso. Las comidas deben ser frecuentes y en porciones pequeñas.
• Al mismo tiempo, la nutrición debe ser completa y proporcionar a la persona un volumen completo y un conjunto de nutrientes y un complejo de vitaminas y minerales.

La base de la dieta son sopas, bizcochos y papillas. Solo cuando la salud del paciente mejora, se añaden gradualmente otros productos a la dieta: carnes magras en forma de, por ejemplo, albóndigas o chuletas al vapor, pescado hervido o chuletas de pescado.

El período de adherencia a la dieta depende principalmente de la etapa de la enfermedad (aguda o crónica) y su gravedad. Con el tratamiento adecuado y la adherencia a la dieta necesaria, las restricciones dietéticas suelen durar un mes y medio. Si la enfermedad se detecta en una etapa temprana, es posible una recuperación completa. Un curso prolongado de la enfermedad y su transición a una etapa crónica pueden causar cambios patológicos irreversibles en los tejidos, lo que afecta negativamente al cuerpo humano en general. En este caso, el paciente deberá restringir su alimentación de por vida.

Dieta para la enterocolitis aguda

Una exacerbación de la enfermedad comienza con dolores agudos en la región epigástrica. Lo primero que se prescribe a este paciente es reposo absoluto. La dieta para la enterocolitis aguda comienza con uno o dos días de ayuno, durante los cuales no se permite ingerir alimentos. Esto permitirá que la mucosa inflamada se calme un poco. Durante el ayuno, el paciente no solo puede, sino que también debe beber agua. Esto debe hacerse con frecuencia, pero en pequeños sorbos.

Para diversificar la bebida, se puede sustituir parcialmente el agua por té caliente sin azúcar. Se puede añadir un poco de zumo de limón o grosella negra. Esta combinación enriquecerá la bebida con vitaminas, especialmente la vitamina C.

Para aumentar la hemoglobina y mantener la fuerza en un organismo muy debilitado por la enfermedad, se puede añadir al té aproximadamente una cucharada de vino tinto natural (por cada 200 ml de té).

Si la condición del paciente se ha estabilizado un poco, al segundo o tercer día se permite incorporar manzanas a la dieta, que el paciente consume en forma de puré. Las manzanas deben elegirse no ácidas, sino dulces. Se permite aproximadamente un kilo y medio de esta fruta al día.

Además, si el tratamiento se desarrolla según lo previsto y no se presentan interrupciones, la cantidad de productos permitidos aumenta gradualmente. Al mismo tiempo, se mantiene la regla: no consumir productos grasos, picantes, calientes, ahumados ni fritos. Lo principal es que estos alimentos no irriten la mucosa digestiva ni provoquen una producción excesiva de jugo gástrico. No deben actuar como activadores del peristaltismo intestinal.

Gradualmente, la gama de productos aceptables se amplía, pero un menú que incluya pescado o carne fritos, así como verduras, solo puede introducirse gradualmente en la dieta después de cierto tiempo y con la autorización del médico tratante. Esta incorporación gradual a las cantidades y la lista de platos normales ayudará a evitar que la patología se convierta en una fase crónica. Si el procedimiento es eficaz, puede durar de siete a diez días.

Posteriormente, si aparecen molestias intestinales, una persona con enterocolitis aguda puede cambiar a la dieta número 4. Esto permitirá, en lugar de agravar la situación, reducir la irritación de la mucosa en una etapa temprana y, posteriormente, detener el problema con menos esfuerzo.

Si el cuerpo del paciente es propenso a procesos de fermentación intestinal, se le prescribe la tabla dietética n.º 4a. Esta tabla se distingue por estar basada en productos con un alto contenido de proteínas (aproximadamente 130-140 g) y sales de calcio. Se prohíben los cereales de cualquier tipo, ya sea en forma de papilla o en productos horneados. Se prohíben los alimentos que estimulan la secreción de bilis y jugo gástrico, y activan el páncreas y el hígado.

Al mismo tiempo, no se deben olvidar las vitaminas, tomando, por ejemplo, bebidas como la decocción de rosa mosqueta, té caliente con limón o grosella negra. El valor energético diario para un adulto es de aproximadamente 3000 a 3200 kcal.

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Dieta para la enterocolitis crónica

Si el proceso ha comenzado y se ha vuelto crónico, el tratamiento farmacológico es similar al de un ataque agudo, pero la dieta para la enterocolitis crónica es ligeramente diferente. En este caso, se prescribe al paciente la tabla 4b o 4c. La dieta del paciente debe contener proteínas (hasta 100-120 gramos diarios).

Si el estado del paciente es alarmante, se le ingresa en un hospital. Es allí donde, de ser necesario, puede recibir nutrición parenteral, es decir, sin pasar por el tracto gastrointestinal (por ejemplo, por vía intravenosa). En este caso, se le administran sustancias como electrolitos, aminoácidos, micronutrientes y macronutrientes, ácidos grasos, vitaminas y carbohidratos.

Esto permite aliviar la carga sobre los órganos digestivos y reducir la irritación de la mucosa, lo cual es importante para la eficacia de la curación de la enfermedad. En caso de patología crónica, se interrumpen los procesos de absorción y procesamiento de los alimentos. Por lo tanto, la terapia, incluida la dieta, tiene como objetivo normalizar estos procesos en el cuerpo humano.

La dieta n.° 4b implica reducir el contenido calórico de los alimentos (en comparación con la tabla n.° 4a), que es de 2800 a 3170 kcal al día. En todos los demás aspectos, es similar a la tabla n.° 4a. Se recomienda aumentar el número de comidas al día de cinco a seis veces.

La dieta n.° 4b suele prescribirse al paciente durante la remisión de la fase crónica de la enfermedad, especialmente si la patología considerada en este artículo se agrava por otras enfermedades que afectan al tracto digestivo (estómago, páncreas, vías biliares, hígado). El valor energético diario de los productos debe estar entre 2900 y 3200 kcal. A lo largo del día, el número de comidas debe aumentarse de cinco a seis veces.

Estos pacientes no deben añadir grasas puras a sus alimentos. Si se elimina la prohibición parcial de su consumo, pueden añadirse a platos preparados. Por ejemplo, este principio se aplica a la elaboración de salchichas de médico y de leche hervida. En ellas, la grasa se distribuye uniformemente por todo el volumen y no se localiza en pequeñas inclusiones de grasa, como en las salchichas caseras. Naturalmente, se trata de salchichas elaboradas según las normas GOST. En cuanto a las grasas, se debe dar preferencia a la nata, la mantequilla o la crema agria.

El aumento de la formación de gases intestinales se debe principalmente a los carbohidratos. Sin embargo, cabe destacar que no se pueden excluir por completo del menú del paciente. Estos proporcionan al cuerpo energía ligera, tan necesaria para todas las funciones vitales. En este caso, su consumo energético diario no debe superar los 400-450 g. Por lo tanto, el paciente debe aprender a seleccionar productos que sean más fáciles de digerir para el cuerpo. Estos son productos con bajo contenido de fibra, como la coliflor, el brócoli, los tubérculos de patata, la pulpa de calabaza, etc.

El método de procesamiento de los productos también influye significativamente en la posibilidad de irritación de las mucosas. Cabe recordar que el contenido de fibra puede reducirse mediante el tratamiento térmico del producto (cocción al vapor y en agua hirviendo), así como mediante la molienda: rallador, picadora de carne o tamiz. Al homogeneizar un producto, el contenido de fibra se reduce, en promedio, de cuatro a seis veces.

Si se presentan trastornos digestivos en forma de diarrea, se debe revisar el consumo de alimentos en favor de aquellos con predominio de taninos: cacao preparado a base de agua, té fuerte pero no dulce, arándanos y cerezas silvestres (pero no crudas, por ejemplo, en gelatina, compotas o decocciones), diversas variedades de vino tinto (por ejemplo, Cahors). El Cahors se puede tomar en una cucharada de la bebida o en gelatina.

Cabe recordar que la afirmación de que se permite el consumo de té fuerte con galletas blancas es errónea. El tanino del té, por sí solo, se une eficazmente a las proteínas patógenas en el intestino. Si se consume junto con galletas blancas, el tanino del té se unirá a la proteína del pan en la cavidad oral. Esto neutralizará su acción en el intestino, sin producir ningún efecto positivo.

Todos los alimentos consumidos deben estar calientes. Su temperatura debe ser similar a la de los tejidos humanos.

No estará de más recordaros una vez más aquellos productos y métodos de elaboración que aumentan la actividad motora de los intestinos:

• Frutas ácidas.
• Carne "envuelta" en fascia y tendones. Liberada de ellos, la carne se vuelve indiferente al efecto sobre la mucosa intestinal.
• Verduras y frutas crudas. Conviene hervirlas y machacarlas para reducir significativamente su actividad irritante en los intestinos.

Esto es lo más importante que un paciente debe saber. Si tiene alguna pregunta o inquietud, consulte con su médico.

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Dieta para la exacerbación de la enterocolitis

El paciente fue diagnosticado con enterocolitis crónica. Con un enfoque terapéutico adecuado y el cumplimiento de todas las indicaciones médicas, es posible lograr la remisión de la enfermedad. Sin embargo, si no se logra el objetivo, la enfermedad puede reaparecer con ataques graves. La causa de una recaída puede ser el consumo excesivo de verduras crudas, la afición por los ahumados y las salsas picantes. Otro factor desencadenante de la reaparición de la enfermedad puede ser una infección reciente. En este caso, la dieta es fundamental para la exacerbación de la enterocolitis, que presenta diversas características.

Lo primero que hace un especialista, sobre todo si la patología se agrava por un trastorno digestivo, es prescribir un día de ayuno. El ayuno permitirá que los órganos digestivos descansen y la irritación de la mucosa disminuirá ligeramente. Durante los primeros cuatro o cinco días, hasta que los intestinos funcionen correctamente, se reduce drásticamente la cantidad de alimentos ricos en carbohidratos.

Durante este período, el cuerpo absorbe peor las sales minerales y las vitaminas. Su deficiencia puede provocar diversos trastornos en el funcionamiento del organismo, afectando a las células nerviosas, óseas y musculares y sus funciones. Por lo tanto, es necesario añadir estos elementos.

Pero conviene recordar que el calcio se absorbe mejor si la dieta contiene suficiente fósforo, grasas y proteínas. Productos como el queso duro y el requesón son adecuados. Es recomendable consumirlos, aunque sea en pequeñas cantidades, a diario.

Para evitar que se desarrolle anemia debido a restricciones, los alimentos consumidos por el paciente deben contener una cantidad suficiente de hierro de fácil digestión.

Los productos que contienen hierro incluyen:

• Hígado.
• Hematógeno, de venta en cualquier farmacia.
• Huevo.
• Carne (en este caso, magra).
• Avena y harina de trigo de segundo grado.
• Membrillo y cornejo.
• Manzanas y peras.

Debes limitar el consumo de sal en tu dieta, ya que tiene un efecto irritante sobre la membrana mucosa.

Una vez normalizada la función intestinal y aliviada la exacerbación, el paciente pasa a una dieta completa, según lo estipulado en la tabla n.º 4b. Si no se presentan más problemas, el paciente mantiene esta restricción dietética durante dos o tres semanas más. Solo después, el médico tratante permite la introducción gradual de otros alimentos en la dieta. Esto debe hacerse de forma gradual y, sobre todo, evitando comer en exceso.

Cuando la enfermedad regresa a la remisión, el médico permite que el paciente cambie a alimentos sin triturar. De lo contrario, deberá mantener una dieta básica durante un tiempo.

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Dieta para la enterocolitis en niños

Si el paciente con la enfermedad que se analiza en este artículo es un niño, al igual que un adulto, recibirá un tratamiento farmacológico complejo (analgésicos, antibacterianos, antiinflamatorios y un complejo vitamínico-mineral). Es necesario ajustar la dieta y el horario de alimentación de este niño. La dieta para la enterocolitis en niños es similar a la de un adulto, pero tiene sus propias características.

Inicialmente, cuando los síntomas empeoran, se le asigna al niño un ayuno de agua y té. El número de comidas también aumenta hasta cinco o seis al día. Se permite en la dieta del paciente:

• Caldo de carne de cuaresma.
• Sopas coladas.
• Se permiten gachas, un desastre.
• La carne y el pescado sólo deben cocinarse al vapor.
• Para reducir los síntomas de dolor, puedes darle jugo de repollo a tu bebé.
• El agua mineral (Borjomi, Essentuki No. 17 y otras con propiedades similares) también tiene un efecto positivo efectivo sobre el sistema digestivo del niño.

Se debe eliminar de la dieta del bebé lo siguiente:

• Frutas y verduras que no han sido procesadas térmicamente.
• Pan negro elaborado con harina de primera calidad y de primera calidad.
• Cojones.
• Otros productos que pueden irritar la mucosa o provocar una mayor formación de gases en el intestino, provocando procesos de fermentación.
• Productos que pueden provocar una reacción alérgica en el organismo.

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Dieta 4 para la enterocolitis

Todas las dietas utilizadas por los médicos para el tratamiento de ciertas enfermedades fueron desarrolladas por institutos de investigación especializados y nutricionistas experimentados bajo la supervisión de médicos. La Dieta 4 para la enterocolitis se utiliza para aliviar otras patologías:

• Fiebre tifoidea.
• Tuberculosis intestinal.
• Gastroenterocolitis.
• Colitis crónica y una serie de otras enfermedades.

El objetivo principal de la tabla n.º 4 es una dieta lo más suave posible, minimizando los efectos físicos, químicos y térmicos en la mucosa de la zona afectada por la inflamación. Esta dieta reduce la probabilidad de procesos de putrefacción y fermentación. También se prohíbe el consumo de platos o productos que provoquen la activación de las secreciones hepáticas (secreción biliar) y el aumento de la función secretora del estómago y el páncreas.

La esencia de la corrección nutricional reside en reducir el valor energético y el contenido calórico de la dieta mediante la reducción del porcentaje de grasas y carbohidratos. Al mismo tiempo, el componente cuantitativo de las proteínas se mantiene dentro de los parámetros fisiológicos normales. También se reduce el consumo de sal.

El valor energético diario medio de los platos es de aproximadamente 2050 kcal.

Se recomienda comer de cuatro a seis veces al día. No se permite comer en exceso, por lo que las porciones deben ser pequeñas.

Cuando el estado de salud se estabiliza, la dieta diaria permite las siguientes proporciones:

• Proteínas – 100 g. De estas, entre una sexta y una séptima parte son de origen animal, y el resto, de origen vegetal.
• Carbohidratos: 250 g. De estos, solo se pueden consumir entre 30 y 50 g de azúcar a lo largo del día.
• Grasas: 70 g. La mayor parte (hasta 50 g) se compone de nata y mantequilla.
• Sal – de 8 a 10 g.
• A lo largo del día, la cantidad de líquido consumido debe alcanzar un litro y medio.

Los principales métodos de tratamiento son los productos hervidos y al vapor. Se deben servir al paciente platos en puré, machacados o líquidos (sopas y bebidas).

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Menú de dieta para la enterocolitis

Si el paciente o sus familiares se enfrentan por primera vez a un problema como la restricción dietética para la enterocolitis, les resultará muy difícil, sobre todo al principio, elaborar correctamente un menú diario. Para facilitar este proceso, ofrecemos una opción de menú semanal para la enterocolitis.

Lunes

Desayuno:

• Chuleta de pollo al vapor – 100 g.
• Puré de patatas – 200 g.
• Un trozo de pan negro de ayer - 20 g.

Almuerzo: requesón.

Cena:

• Caldo de carne – 250 ml.
• Zanahorias hervidas, batidas en una licuadora – 200 g.
• Pescado hervido – 90 – 100 g.

Merienda: zumo natural con crutones.

Cena:

• Gachas de sémola de leche – 300 g.
• Té verde – 200 ml.

Justo antes de acostarse, un vaso de leche acidófila.

Martes

Desayuno:

• Gachas de arroz machacado azucarado – 200 g.
• Agua hirviendo azucarada con limón – 200 ml.

Almuerzo: manzana al horno.

Cena:

• Sopa de trigo sarraceno – 250 ml.
• Suflé de carne al vapor – 90 g.
• Compota de frutas – 200 ml.

Merienda: infusión de rosa mosqueta con galletas saladas, con adición de glucosa.

Cena:

• Requesón y arroz con leche – 300 g.
• Té ligeramente endulzado – 200 ml.

Justo antes de ir a la cama, un vaso de mermelada de frutas.

Miércoles

Desayuno:

• Avena cocida en leche diluida con agua – 200 g.
• Agua hirviendo ligeramente azucarada con limón – 200 ml.

Almuerzo: té verde caliente.

Cena:

• Sopa con albóndigas – 250-300 ml.
• Puré de patatas – 200 g.
• Suflé de pescado al vapor – 90 g.
• Gelatina de manzana – 200 ml.

Merienda: gelatina de leche.

Cena:

• Pudin de trigo sarraceno con puré de carne magra – 300 g.
• Decocción de rosa mosqueta con azúcar y galletas – 200 ml.

Justo antes de acostarse, un vaso de té con azúcar.

Jueves

Desayuno:

• Gachas de sémola cocidas en leche diluida con agua – 200 g.
• Gelatina de leche – 200 ml.

Almuerzo: cazuela de requesón con té.

Cena:

• Sopa de arroz – 250-300 ml.
• Puré de patatas – 200 g.
• Chuleta de carne al vapor – 90 g.
• Decocción de rosa mosqueta – 200 ml.

Merienda: Puré de manzana con claras de huevo batidas.

Cena:

• Gachas de trigo sarraceno - 300 g.
• Cuajada de carne – 90 g.
• Decocción de rosa mosqueta con azúcar y galletas – 200 ml.

Justo antes de ir a la cama, un vaso de gelatina de jugo de fruta.

Viernes

Desayuno:

• Cazuela de patatas y huevos – 200 g.
• Gelatina de manzana – 200 ml.

Almuerzo: requesón batido con leche.

Cena:

• Sopa de avena – 250-300 ml.
• Arroz hervido machacado – 200 g.
• Fricasé de pescado – 90 g.
• Un trozo de pan negro – 20 g.
• Compota de frutos secos – 200 ml.

Merienda: Soufflé de manzana.

Cena:

• Puré de verduras – 300 g.
• Cazuela de carne – 90 g.
• Té ligeramente endulzado – 200 ml.

Justo antes de ir a dormir, un vaso de jugo dulce.

Sábado

Desayuno:

• Fricasé de pescado – 200 g.
• Puré de verduras – 200 g.

Almuerzo: manzana al horno.

Cena:

• Sopa de cebada perlada - 250 ml.
• Puré de verduras hervidas – 200 g.
• Empanadillas de carne – 90 g.
• Agua mineral sin gas – 200 ml.

Merienda: gelatina de frutas.

Cena:

• Puré de verduras – 300 g.
• Bolas de nieve de pescado – 90 g.
• Té ligeramente endulzado – 200 ml.

Justo antes de acostarse, un vaso de kéfir.

Domingo

Desayuno:

• Pastel de carne relleno de tortilla de huevo – 200 g.
• Remolacha cocida, molida – 200 g.

Almuerzo: pastel de requesón con té.

Cena:

• Sopa de verduras variadas – 250 ml.
• Puré de coliflor – 200 g.
• Fricasé de pescado – 90 g.
• Decocción de rosa mosqueta – 200 ml.

Merienda: cazuela de frutas.

Cena:

• Puré de verduras variadas – 300 g.
• Paté de hígado – 90 g.
• Malvavisco – 1 ud.

Justo antes de ir a la cama, un vaso de gelatina.

Recetas dietéticas para la enterocolitis

Para desarrollar y mantener correctamente esta nutrición dietética, es necesario seguir estrictamente las recomendaciones para la preparación de los platos que componen la dieta del paciente. No estaría de más familiarizarse con diversas técnicas de preparación y estudiar las recetas de la dieta para la enterocolitis.

Receta de gelatina de avena

Enjuague bien el cereal con agua tibia. Añada una parte de avena pura a dos partes de agua a temperatura ambiente y deje que se hinche durante la noche. Remueva la mezcla de vez en cuando. Durante este tiempo, el cereal cederá su gluten al líquido. Por lo tanto, cuele la mezcla por la mañana, vierta el agua saturada en una cacerola y manténgala a fuego lento hasta que espese.

El grano en sí no se desecha. Se puede usar para preparar gachas o guisos.

Las gachas de arroz son un desastre

Para prepararte necesitarás:

• Granos de arroz – 50 g
• Caldo ligero de carne – 250 ml
• Sal al gusto

Secuencia de cocción:

• Para obtener el caldo, hierva la carne en agua. Para que el líquido sea menos denso, enfríela y retire con cuidado la grasa solidificada de la superficie.
• Colar el líquido y diluir con agua, tomando un volumen dos veces mayor que el propio caldo.
• Poner al fuego y esperar hasta que hierva.
• Enjuague el grano de arroz con varias aguas. Añádalo al líquido hirviendo.
• Después de que la mezcla espese, tapa el recipiente y cocina el plato a fuego lento durante aproximadamente una hora.
• Añade sal a las gachas antes de terminar de cocinarlas.
• Dejar enfriar un poco y pasar por un colador.
• Añade un trozo de mantequilla antes de servir.

Para acelerar el proceso de cocción, los granos de arroz se pueden sustituir por arroz picado.

Gelatina de frutas

Para prepararte necesitarás:

• Frutas secas o frescas (por ejemplo, grosellas negras): secas 15 g, si son frescas, más
• Fécula de patata – 8 g
• Azúcar – 10 g

Secuencia de cocción:

• Clasificar y lavar las bayas.
• Echar un vaso de agua y, poniéndolo al fuego, cocinar hasta que las bayas estén completamente blandas.
• Dejar enfriar un poco la mezcla y colarla.
• Combine el almidón con agua fría y mezcle bien. La proporción agua-almidón es de 4:1.
• Añade con cuidado el almidón diluido al líquido hirviendo colado.
• Añade el azúcar y espera hasta que hierva nuevamente.

La bebida se prepara únicamente con esta tecnología. No se recomienda añadir puré de frutas. Después de verter la gelatina en las tazas, es recomendable espolvorear la bebida con azúcar glas. Esto evitará que se forme una película gelatinosa en la superficie.

Albóndigas

Para prepararte necesitarás:

• Carne magra, limpia de fascias, tendones y películas – 110 g
• Arroz – 8 g
• Huevo - cuarta parte
• Agua – 50 ml
• Mantequilla – 5 g
• Sal – 1 g

Secuencia de cocción:

• Limpiar y lavar un trozo de carne. Hervirlo y, tras enfriarlo, picarlo tres veces.
• Cocine el arroz en agua hasta que esté listo. Deje enfriar.
• Combine la carne picada con el arroz enfriado.
• Ahora vuelve a meter todo junto a través de una picadora de carne.
• Añade el huevo y la sal a la mezcla de arroz y carne. Mezcla bien.
• Enrolle la carne picada resultante en bolas y aplánelas para formar hamburguesas.
• Hervir el producto semiacabado utilizando vapor.
• Al momento de servir, vierta mantequilla derretida sobre el plato.

Tortilla al vapor

Para prepararte necesitarás:

• Huevos – 2 uds.
• Mantequilla – 5 g
• Agua – 80 ml
• Sal – 1 g

Secuencia de cocción:

• Batir los huevos ligeramente.
• Añade agua y sal. Mezcla bien.
• Colar la mezcla.
• Colóquelo en un recipiente con porciones y cocínelo al vapor. La capa vertida debe ser inferior a cuatro centímetros. Una altura excesiva del recipiente impedirá que se cocine correctamente. Podrían quedar microbios viables en la mezcla de huevo.
• Al servir a un paciente, espolvoree el plato con mantequilla derretida por encima.

Suflé de cuajada al vapor

Para prepararte necesitarás:

• Requesón (casero o comprado) – 100 g
• Huevo - medio
• Mantequilla – 5 g
• Sémola – 10 g
• Azúcar – 5 g

Secuencia de cocción:

• Frote bien el requesón utilizando un colador.
• Añade los demás ingredientes (excepto la mantequilla) a la mezcla y remueve bien. Solo se añade la yema.
• Las claras de huevo se baten por separado hasta formar una espuma espesa.
• La espuma de proteína se añade cuidadosamente a la masa de cuajada en pequeñas porciones.
• Transfiera la masa cuajada a un molde engrasado y colóquelo al vapor para cocinarlo.

Gelatina hecha de kéfir

Para prepararte necesitarás:

• Kéfir (no lo tomamos fresco, sino de ayer o de tres días) - 100 g
• Gelatina - 3 g
• Agua – 10 g
• Azúcar - cucharada (20 g)
• Puedes añadir un gramo de canela.

Secuencia de cocción:

• Mezclar el kéfir con la canela y el azúcar.
• Al mismo tiempo, vierte agua sobre la gelatina y déjala reposar hasta que se hinche.
• La gelatina hinchada se añade poco a poco al kéfir, revolviendo constantemente.
• La mezcla debe mezclarse bien hasta que el azúcar y la gelatina se disuelvan completamente.
• Vierta la masa de kéfir resultante en moldes y colóquela en un lugar fresco para que endurezca. Puede ser un refrigerador o una bodega.

Chuleta de pescado al vapor

Para prepararte necesitarás:

• Filete de pescado – 100 g
• Arroz – 8 g
• Mantequilla – 5 g
• Sal – 1 g
• Agua – 15 g

Secuencia de cocción:

• Desmenuzar el pescado, separar el filete y retirar las espinas. Picar la carne dos veces.
• Enjuague el arroz dos veces con agua fría y hierva hasta que esté completamente cocido. Deje enfriar.
• Mezclar el pescado con los cereales y volver a picar.
• Salar el pescado y picar el arroz y formar croquetas.
• Cocínelos al vapor.
• Servir rociado con mantequilla.

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Sopa dietética con albóndigas

Para prepararte necesitarás:

• Filete de pescado – 80 g (lucioperca servirá)
• Pan rallado (no es necesario que el producto sea fresco) – 10 g
• Hojas de perejil - un par de ramitas
• Sal – 1 g
• Agua – 15 g (para hacer carne picada)
• Caldo de pescado – 350 ml

Secuencia de cocción:

• Primero, lava y corta el pescado, separando el filete de las espinas. Lava todo bien.
• Añade la cabeza, las aletas, la espina dorsal y la piel del pescado a una olla con agua. Hierve el caldo. Cuela bien el líquido.
• Remojar el pan duro en agua.
• Mientras preparamos el caldo, picamos el filete de lucioperca.
• Añade el pan remojado (escurre el exceso de agua). Mezcla bien.
• Vuelve a moler en una picadora de carne.
• Añade sal. Revuelve.
• Batir la carne picada: tomar la carne con las manos y devolverla al recipiente o a la tabla de cortar con fuerza. Este proceso compactará la carne picada.
• Dividir en porciones y formar bolitas.
• Los ponemos a hervir en agua hirviendo y luego los ponemos al baño maría.
• Antes de servir, vierta el caldo de pescado en un bol, agregue las albóndigas y las hierbas.

Gachas de sémola de Cuaresma

Para prepararte necesitarás:

• Agua – 250 ml
• Sémola – 50 g
• Mantequilla – 5 g
• Sal – 2 g

Secuencia de cocción:

• Pon a hervir el agua vertida en el recipiente y añade sal.
• No añadimos la sémola de golpe al líquido hirviendo, sino en un chorrito, removiendo constantemente. Esta precaución evitará que se formen grumos y la papilla quedará homogénea.
• Revolviendo constantemente, cocine durante ocho a diez minutos.
• Se coloca directamente un trozo de mantequilla en el plato con las gachas.

Como alternativa, puedes cocinar estas gachas en un caldo ligero de carne. Puedes obtenerlo hirviendo la carne. Enfría el líquido, retira la grasa superficial y cuélalo. Diluye con la mitad del volumen de agua. Hierve. El caldo está listo.

La alimentación nutre el cerebro y el cuerpo. Sin embargo, con el desarrollo de ciertas patologías, puede causar graves sufrimientos, agravando la situación. Por lo tanto, al tratar muchas enfermedades, la restricción alimentaria no es la última opción en el protocolo de tratamiento. Una dieta para la enterocolitis también aporta beneficios invaluables al organismo. Las restricciones estrictas permiten aliviar la carga principal de los órganos digestivos y reducen la irritación de las mucosas, lo cual es fundamental para un tratamiento eficaz.

¿Qué se puede comer con enterocolitis?

Una vez prescrita la dieta, surge naturalmente la pregunta de qué se puede comer con enterocolitis, qué alimentos están permitidos en cualquier cantidad y cuáles se deben tomar en cantidades limitadas.

Se permite el consumo de los siguientes platos y productos alimenticios:

• Productos de panadería:
  • Pan de trigo, pan de ayer o crutones.
  • Galletas sin azúcar.
  • Es muy raro poder comprar pasteles de masa sin levadura. Relleno: carne magra picada, huevo cocido, requesón y mermelada de frutas y verduras.
• Primeros platos colados en agua o caldo de carne bajo en grasa. En este caso, las verduras y el relleno de cereales deben cocinarse bien, casi hasta homogeneizarse.
• Carne magra (cordero, conejo, ternera, aves), cocida al vapor o hervida y picada de cualquier forma disponible: chuletas, suflé, albóndigas, croquetas, carne en gelatina, albóndigas.
• Pescado no graso (principalmente pescado de mar). Su cocción es similar a la de la carne. Caviar de grano ligeramente salado.
• Guisos de verduras, platos en puré.
• Kissels, mousses, sorbetes, zumos naturales y compotas de frutas.
• Gachas cocidas en agua y hervidas hasta obtener una papilla. Los cereales permitidos incluyen arroz, sémola, copos de avena y trigo sarraceno molido.
• Jugos, pero no frutas ácidas.
• Leche y gelatinas de frutas.
• Tortilla al vapor.
• Postres a base de cereales triturados o fideos.
• Quesos duros suaves.
• Huevo pasado por agua o escalfado.
• Queso fresco (bajo en grasa).

• Si buscas algo dulce, a veces puedes darte el gusto de tomar malvaviscos o mermelada.
• No se recomienda beber leche entera como plato aparte. Solo se permite su uso para preparar otros platos.
• Kéfir y yogur.
• Limitado - mantequilla.
• Hojas de perejil y eneldo: como condimento.

¿Qué no debes comer si tienes enterocolitis?

Si existe una lista de productos alimenticios que un paciente puede comer, naturalmente existe otra lista de lo que no se puede comer si tiene enterocolitis.

• Productos de panadería:
  • Productos de panadería recién horneados, así como aquellos elaborados a base de harina de centeno.
  • Panqueques y buñuelos.
  • Pasteles, tartas, pasteles.
• Carnes grasas. Embutidos, conservas, productos ahumados.
• Leche y sus productos procesados (con raras excepciones).
• Cualquier grasa excepto la mantequilla, que está permitida en cantidades limitadas.
• Platos con huevos, duros, fritos o consumidos crudos.
• Verduras y frutas, especialmente crudas.
• Cereales: cebada perlada, mijo, cebada, papilla desmenuzada.
• Pescado graso. Carnes ahumadas, pescado enlatado, adobos.
• Frutos de la familia de las leguminosas.
• Pastas y productos de pasta. Guisos de pasta.
• Sopas con caldo fuerte y graso. Sopas con leche.
• Frutos secos.
• Miel, mermeladas, conservas, dulces, pasteles.
• Especias.
• Hongos frescos y secos.
• Bebidas carbonatadas y frías. Kvas. Jugos ácidos.
• Conservas de frutas y verduras.
• Cebolla y ajo.

Si tienes alguna duda lo mejor es que se la preguntes a tu médico.