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Atresia anal
Último revisado: 07.07.2025
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La atresia anal es un ano imperforado.
También es frecuente que se produzca una fístula desde el saco ciego del recto que desemboca en el perineo o la uretra en los niños, y en la vagina o el vestíbulo vaginal, o en raras ocasiones, en la vejiga en las niñas. El ciego anal y la piel del perineo pueden estar separados por unos pocos centímetros o tan solo por una fina membrana que recubre el orificio anal.
La atresia anal es evidente en la exploración física de rutina del recién nacido debido a la ausencia del orificio anal. Si no se realiza el diagnóstico y el niño recibe alimentación enteral, pronto desarrollará signos de obstrucción intestinal.
Se debe recolectar orina y examinarla para detectar meconio, lo cual indica una abertura de la fístula hacia las vías urinarias. La radiografía simple y la fistulografía con el niño en decúbito prono en proyección lateral permiten determinar el nivel de la lesión. Una fístula cutánea suele indicar atresia baja. En estos casos, es posible un tratamiento radical mediante un abordaje perineal. Si no hay fístula perineal, es probable que se trate de una lesión alta.
El tratamiento radical suele posponerse hasta que el niño alcance cierta edad, cuando las estructuras a reparar sean más grandes. Hasta entonces, se debe realizar una colostomía para eliminar la obstrucción.
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