Dolor muscular

El dolor muscular es un problema bastante común que puede ocurrir incluso a una edad temprana.

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¿Qué causa el dolor muscular?

El dolor muscular crónico se asocia con el deterioro de la función de las fibras musculares, que se produce como resultado de una carga estática baja y prolongada, lo que provoca un aumento de los procesos metabólicos, un aumento de la contractilidad de las fibras, lo que a su vez conduce a la aparición de espasmos musculares locales y compresión de formaciones vasculares-nerviosas y trastornos circulatorios.

La causa del dolor es la deformación muscular, en la que la parte más fuerte estira a la más débil. Cuando se agota la capacidad de reserva muscular, se forman puntos gatillo miofasciales en las fibras musculares, que son dolorosos al tacto. Al presionar, se siente un dolor agudo en los músculos, que puede irradiarse a músculos distantes, aparecer tanto durante el movimiento como en reposo, y también pueden presentarse trastornos vegetativos. Si los puntos gatillo están latentes, el dolor muscular a la palpación se presenta solo en el lugar del gatillo y no se irradia a las zonas cercanas. Si hay un espasmo muscular prolongado, hipotermia excesiva y esfuerzo físico, los puntos gatillo ocultos pueden activarse. Si el dolor muscular se combina con dolor en el cuello, el pecho, la espalda, la zona lumbar, los brazos y las piernas, así como con un aumento de la temperatura, se debe buscar ayuda médica.

Causas comunes del dolor muscular:

• Sobreesfuerzo: puede ocurrir como resultado de una lesión, falta prolongada de actividad física, osteocondrosis.
• Movilidad insuficiente: el dolor muscular puede estar asociado con una permanencia prolongada en una posición incómoda, una postura incorrecta al trabajar con una computadora o al conducir.
• Falta de descanso y relajación muscular.
• Hipotermia (general o local).
• Factores psicológicos. La tensión muscular se produce como resultado de situaciones estresantes.
• Patologías de órganos viscerales y articulaciones. Los impulsos de dolor provenientes de los órganos o articulaciones afectados provocan una reacción protectora en forma de tensión muscular.

En el caso del dolor de corazón, por ejemplo, el síndrome de dolor miofascial puede concentrarse en la zona del pecho; en el caso de la pancreatitis crónica, en la región lumbar o en la región torácica inferior.

Dormir en una posición incómoda durante mucho tiempo también puede activar los puntos gatillo. En tal situación, se produce un dolor persistente en la espalda, de naturaleza difusa. Debido a la inmovilidad prolongada de las extremidades por lesiones, como fracturas, se produce una tensión dolorosa en los músculos, que requieren un estiramiento gradual y un desarrollo articular.

Si los músculos no se entrenan lo suficiente, la tensión prolongada puede provocar tensión dolorosa y la activación de puntos gatillo. La sobrecarga física también puede ocurrir durante la práctica deportiva si los músculos no se calientan ni se preparan adecuadamente. Las zonas gatillo también pueden activarse por una lesión muscular directa.

¿Cómo aliviar el dolor muscular?

En primer lugar, es necesario normalizar la circulación sanguínea en los músculos dañados y los procesos metabólicos, lo que a su vez ayuda a eliminar el ácido láctico, un producto de descomposición. Es necesario evitar el estrés y la sobrecarga física, descansar bien, utilizar medicamentos antiinflamatorios y antiedematosos, fisioterapia, masajes, terapia manual y acupuntura (aplicadores Lyapko).

Cabe destacar que el uso de las aplicaciones no sobrecarga el corazón, lo cual es una ventaja para personas con cardiopatías, insuficiencia circulatoria y personas mayores. Después de usar el aplicador, puede aplicar adicionalmente una compresa caliente con dimexido, analgin y vitamina B12. El tratamiento consta de diez a doce sesiones, que se pueden repetir si es necesario después de dos a cuatro semanas.