Picaduras de abejas, avispas y hormigas

Los insectos que pican pertenecen al orden Hymenoptera. Los principales subgrupos son:

• apiformes (por ejemplo, abejas, abejorros);
• avispas verdaderas (por ejemplo, avispas, avispones);
• hormigas (por ejemplo, hormigas de fuego sin alas).

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Síntomas de picaduras de abejas, avispas y hormigas

Las reacciones locales a las picaduras de abejas y avispas incluyen ardor, picazón, dolor transitorio, hiperemia de varios centímetros, hinchazón e induración. La hinchazón y la hiperemia suelen alcanzar su punto máximo en 48 horas, pero pueden persistir durante una semana y extenderse a toda la extremidad. Esta celulitis química local suele confundirse con celulitis secundaria, que es más dolorosa y menos frecuente. Una reacción alérgica puede manifestarse como urticaria, angioedema, broncoespasmo, hipotensión refractaria o una combinación de estos síntomas; la hinchazón sin otros síntomas no indica una reacción alérgica.

Los síntomas y manifestaciones de las picaduras de hormigas rojas son dolor inmediato, acompañado de la formación de una pápula e hiperemia, que suele desaparecer en 45 minutos y dar lugar a una pústula estéril, que cede en 30-70 horas. En algunos casos, la picadura puede infectarse y provocar sepsis. En ocasiones, en lugar de una pústula, se presenta hinchazón, hiperemia o picazón. En caso de picadura de hormiga roja, se observa shock anafiláctico en menos del 1% de las víctimas. Se han reportado casos de convulsiones y mononeuritis.

Picaduras de abeja

Las abejas no suelen picar a menos que se las provoque, pero las abejas africanas (abejas asesinas), que migraron desde Sudamérica y viven en algunos estados del sur de América, son especialmente agresivas si se las molesta. Las abejas suelen picar una vez, dejando un aguijón con púas en la herida que libera veneno y mata al insecto. La melitina se considera el principal componente doloroso del veneno. Las abejas asesinas tienen un veneno que no es más potente que el de las abejas comunes, pero causan consecuencias mucho más graves porque atacan en enjambre e infligen múltiples picaduras, lo que eleva la dosis de veneno a una concentración letal. En Estados Unidos, las abejas matan de tres a cuatro veces más personas al año que las serpientes venenosas.

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Picaduras de avispa

Las picaduras de las avispas verdaderas tienen pocas púas y no permanecen en la piel, por lo que pueden picar varias veces. El veneno contiene fosfolipasa, hialuronidasa y una proteína llamada antígeno 5, que causa la reacción alérgica más frecuente. Las avispas verdaderas, al igual que las abejas, no pican a menos que se les provoque. Anidan cerca de las personas, lo que a menudo crea situaciones que las provocan. Los avispones son la causa más común de reacciones alérgicas a las picaduras de insectos en Estados Unidos.

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Picaduras de hormigas

Las hormigas rojas se encuentran en el sur de Estados Unidos, en la región del Golfo de México, donde pican hasta al 40% de la población urbana. Existen varias especies, pero las hormigas rojas son las predominantes y responsables de un número creciente de reacciones alérgicas. El insecto pica fijándose a la víctima y pica repetidamente girando su cuerpo en un arco alrededor de la picadura, formando una picadura central característica rodeada por una línea roja. El veneno tiene propiedades hemolíticas, citolíticas y antimicrobianas; es probable que 3 o 4 fracciones de proteínas disueltas sean la causa de la reacción alérgica.

Los venenos de himenópteros causan reacciones tóxicas locales en todos los humanos y reacciones alérgicas en individuos susceptibles. La gravedad depende de la dosis y el grado de susceptibilidad. Las víctimas expuestas a un enjambre y con altos niveles de IgE específica para el veneno son más propensas a desarrollar un shock anafiláctico; en muchos niños, el riesgo no disminuye con la edad. En promedio, los humanos pueden tolerar 22 picaduras por kilogramo de peso corporal; es decir, un adulto promedio puede sobrevivir a más de 1000 picaduras, mientras que 500 picaduras pueden matar a un niño.

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Tratamiento de picaduras de abejas, avispas y hormigas

Si la picadura permanece en la herida, debe retirarse lo antes posible, independientemente del método. Coloque inmediatamente un cubito de hielo sobre la zona de la picadura; se recetan bloqueadores de los receptores H2 y AINE por vía oral para aliviar el dolor. Las reacciones alérgicas se tratan con antihistamínicos; en caso de shock anafiláctico, se utilizan epinefrina y vasoconstrictores.

Las personas con mayor sensibilidad a las picaduras de insectos deben llevar un botiquín que contenga una jeringa de epinefrina y buscar atención médica de inmediato si aparecen signos de una reacción alérgica.

Prevención de picaduras de abejas, avispas y hormigas

Las personas que han sufrido un choque anafiláctico o que tienen pruebas de alergia positivas y tienen un alto riesgo de picaduras de insectos deben recibir inmunoterapia, independientemente de la edad o el tiempo transcurrido desde el último choque anafiláctico. La inmunoterapia con veneno es muy eficaz, reduciendo el riesgo de recurrencia del choque anafiláctico del 50 al 10 % después de 2 años de tratamiento y a aproximadamente el 2 % después de 3 a 5 años de tratamiento. Los niños que han recibido inmunoterapia con veneno tienen un riesgo significativamente menor de reacciones sistémicas a las picaduras de insectos en el período de 10 a 20 años posteriores al tratamiento. La inmunoterapia con veneno es segura durante el embarazo. Se recomienda y se realiza la desensibilización cuando se trata un tipo de veneno. Después de la inmunoterapia inicial, pueden ser necesarias dosis de mantenimiento durante 5 años.