Pruebas de alergia

Las pruebas cutáneas, o, en otras palabras, las pruebas de alergia, son obligatorias si el paciente padece alguna enfermedad alérgica. Estas pruebas permiten determinar con precisión el origen de la reacción alérgica a través de la hipersensibilidad de la persona a diversos alérgenos.

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¿Cuándo se prescriben pruebas de alergia?

Las pruebas de alergia a menudo se prescriben para las siguientes afecciones:

• Fiebre del heno: una alergia estacional al polen de las flores. La fiebre del heno se acompaña de goteo nasal, congestión nasal, estornudos constantes y picazón nasal.
• asma bronquial, que provoca asfixia, dificultad para respirar, falta de aire;
• dermatitis alérgica, que se manifiesta por erupciones cutáneas;
• alergias alimentarias acompañadas de erupciones cutáneas y picazón;
• alergia a medicamentos que causa edema de Quincke, picazón y erupciones cutáneas;
• rinitis alérgica, que causa secreción nasal, y conjuntivitis alérgica, que se acompaña de ojos llorosos, picazón y enrojecimiento de los ojos.

Pruebas de alergia: ¿cómo prepararse?

Antes de someterse a pruebas de alergia, el paciente debe prepararse. Deben haber transcurrido al menos 30 días desde la última reacción alérgica a cualquier componente. Debe estar preparado para que, durante las pruebas de alergia, el organismo pueda presentar una reacción inesperada al alérgeno y requerir atención médica de emergencia. Por esta razón, cualquier prueba de alergia debe realizarse exclusivamente en instituciones médicas especializadas bajo la supervisión de un médico.

El día anterior a la prueba de alergia, debe suspender los medicamentos antialérgicos. Debe estar seguro del procedimiento y tranquilo, ya que incluso las inyecciones subcutáneas son completamente indoloras y sin sangrado.

Existen muchas contraindicaciones para las pruebas de alergia: embarazo, edad mayor de 60 años, toma de medicamentos antialérgicos durante este período, terapia a largo plazo con agentes hormonales, cualquier enfermedad crónica aguda, resfriado, exacerbación de alergias durante este período.

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¿Cómo se realizan las pruebas de alergia?

Las pruebas de alergia se realizan mediante varios métodos:

1. Pruebas cutáneas mediante aplicaciones. Se humedece un hisopo de algodón con una solución de alérgeno y se aplica sobre las zonas no dañadas de la piel.
2. Pruebas de escarificación: se aplican diversos alérgenos en forma de gotas sobre la piel limpia del antebrazo y luego se realizan pequeños rasguños a través de ellos con un escarificador desechable;
3. Las pruebas de punción son similares a las pruebas de escarificación, con la única diferencia que en lugar de rascar a través de gotas de alérgenos, se realizan pinchazos superficiales, de hasta 1 mm, con agujas desechables.

Solo se pueden analizar unos 15 alérgenos a la vez. Los alérgenos solubles incluyen polen, productos alimenticios, hierbas, venenos para insectos, polvo doméstico, epidermis animal, medicamentos, preparaciones químicas y bacterianas, hongos, etc.

Las pruebas de alergia suelen realizarse irritando la piel con el mismo alérgeno, en diferentes concentraciones. Si una persona tiene una reacción alérgica a cualquier alérgeno, la zona de la punción o la inyección comenzará a enrojecerse, hincharse y aparecer una erupción cutánea. Las pruebas de alergia cutánea son los métodos de diagnóstico más comunes en la práctica alergológica.

Las pruebas cutáneas se evalúan según el alérgeno utilizado. Los primeros resultados se obtienen a los 20 minutos, mientras que los posteriores se evalúan al cabo de uno o dos días. Se entrega al paciente una lista con los resultados de las pruebas. Frente a cada alérgeno puede haber una entrada:

• positivo;
• negativo;
• dudoso;
• débilmente positivo.

Las pruebas de alergia incluyen no solo pruebas cutáneas, sino también un análisis de sangre, que ayuda al médico a identificar el tipo de alergia. Se recomienda realizar análisis de sangre a cualquier paciente, independientemente del tipo de alergia.