Antibióticos para la traqueítis: ¿cuándo se puede prescindir de ellos y cuándo son innecesarios?

En la medicina clínica moderna, la traqueítis se considera una enfermedad de origen viral, pero también intervienen bacterias, en particular estafilococos, estreptococos y, sobre todo, aerobios grampositivos del género Moraxella catarrhalis. Es en relación con la presencia de un factor bacteriano en la etiología de la traqueítis que surge la pregunta: ¿son necesarios los antibióticos para la traqueítis?

La vía de migración de microbios patógenos, prácticamente sin obstáculos, es la aerogénica. A través de gotitas y polvo en suspensión, los patógenos entran en el tracto respiratorio humano, causando diversas enfermedades. Una de ellas es la traqueítis, en la que se inflama la membrana mucosa de la tráquea.

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Tratamiento de la traqueítis con antibióticos

La traqueítis se presenta en dos formas: aguda y crónica. La traqueítis aguda, cuyo síntoma principal es una tos seca persistente que desgarra la garganta, suele asociarse con inflamación aguda de la mucosa nasal (rinitis), inflamación de las mucosas de la faringe (faringitis) y la laringe (laringitis). Todos estos procesos inflamatorios son consecuencia de una infección viral. Como es sabido, los virus carecen de estructura celular y penetran en las células vivas, por lo que los antibióticos son ineficaces para la traqueítis aguda de origen viral, y la tos se trata con antitusivos (en comprimidos o mezclas), inhalaciones alcalinas, decocciones de plantas medicinales, etc.

Sin embargo, la traqueítis infecciosa puede desarrollarse como resultado de la exposición a una infección bacteriana. Además, como señalan los microbiólogos, las bacterias pueden convertirse en la causa principal de la enfermedad y acompañar a los virus existentes. Esto sucede porque los virus, al suprimir la inmunidad humana, facilitan el desarrollo de bacterias patógenas en el organismo.

En tal situación, los antibióticos para la traqueítis y la bronquitis, así como para otras enfermedades respiratorias de origen bacteriano, cumplen su principal tarea terapéutica: suprimen el crecimiento de microorganismos patógenos.

Las indicaciones para comenzar a utilizar un antibiótico para la traqueítis en adultos son: sospecha de neumonía; la tos dura más de tres semanas; la temperatura es de +37,5-38°C desde el comienzo de la enfermedad y continúa aumentando; aparecen signos de inflamación de las amígdalas (amigdalitis), oídos (otitis) o senos paranasales (sinusitis).

Cabe señalar que la traqueítis aguda sin tratamiento oportuno puede volverse crónica. Sin embargo, la inflamación crónica de la mucosa traqueal puede estar asociada con las características anatómicas del tracto respiratorio humano o con la presencia de cambios patológicos en este, así como con cambios frecuentes de temperatura ambiente. Por lo general, la traqueítis crónica (con ataques de tos nocturnos y después de dormir) afecta a fumadores empedernidos y a personas con abuso de alcohol, así como a quienes trabajan con diversas sustancias químicas, cuyos vapores irritan la mucosa tráquea y provocan su inflamación. Además, el polvo es la causa de la traqueítis alérgica en personas alérgicas. En estos casos, los otorrinolaringólogos nunca tratan la traqueítis con antibióticos.

¿Qué antibiótico es mejor para la traqueítis?

Así pues, basándose en la anamnesis, todos los síntomas, así como en el análisis de sangre y el examen bacteriológico del esputo y el frotis faríngeo, el médico determinó que la traqueítis era causada por bacterias. Por lo tanto, el tratamiento con antibióticos es inevitable.

Al recetar antibióticos para la traqueítis, se debe tener en cuenta todo: el cuadro clínico de la enfermedad, la edad del paciente y la presencia de patologías concomitantes, el espectro de acción de cada fármaco y sus contraindicaciones. La dosis de antibióticos recomendada por los médicos se determina según la gravedad del proceso inflamatorio.

Según muchos expertos, los antibióticos más eficaces para la traqueítis son los del grupo de las penicilinas, administrados por vía parenteral. Sin embargo, muchos fármacos de este grupo se administran por vía oral o en diversas presentaciones. Además, poseen un espectro de actividad antibacteriana más amplio. Por ejemplo, Augmentin (sinónimos: amoxicilina, potenciada por clavulanato, amoxiclav, amoklavin, klavocin) contiene amoxicilina (un antibiótico semisintético de la familia de las penicilinas) y ácido clavulánico (que protege a la amoxicilina de la degradación y amplía su espectro de acción antibacteriana). Este fármaco está disponible en comprimidos, polvo para la preparación de una solución inyectable y polvo para la preparación de una suspensión.

Augmentin (comprimidos de 1 g) se utiliza para el tratamiento de adultos y niños mayores de 12 años: un comprimido dos veces al día (al comienzo de cada comida). En casos graves de traqueítis aguda y otras infecciones respiratorias bacterianas, un comprimido tres veces al día. En enfermedades gastrointestinales, mononucleosis infecciosa e insuficiencia renal crónica, este antibiótico debe usarse con precaución. No se recomienda su uso durante el embarazo, especialmente en el primer trimestre, ni durante la lactancia.

Si los pacientes presentan intolerancia a la penicilina y sus derivados, se prescriben antibióticos del grupo de las cefalosporinas o macrólidos. En caso de traqueítis aguda bacteriana o viral-bacteriana, los médicos recomiendan tomar cefalexina (sinónimos: Ospexin, Keflex), que tiene un efecto bactericida contra una amplia gama de microorganismos patógenos. Los principios activos del fármaco comienzan a actuar, alterando la síntesis de la pared celular de los microorganismos, entre 1 y 1,5 horas después de su administración, y se eliminan completamente del organismo a las 8 horas en la orina. Este antibiótico está disponible en cápsulas, comprimidos y polvo para suspensión.

La dosis diaria de cefalexina (en cápsulas de 0,25 g) para adultos es de 1 a 4 g. El medicamento debe tomarse cada 6 horas, media hora antes de las comidas, con 150-200 ml de agua. El tratamiento puede durar hasta dos semanas. El medicamento presenta efectos secundarios, desde debilidad, cefalea, urticaria y dispepsia hasta ictericia colestásica y leucopenia. Está contraindicado en niños menores de 12 años, así como en personas con intolerancia a las cefalosporinas y a las penicilinas.

Los siguientes antibióticos para la traqueítis son los macrólidos, que se encuentran entre los agentes menos tóxicos de la familia de los antibióticos. Los macrólidos son eficaces contra cocos grampositivos y neumococos; actúan sobre los agentes causantes de la tos ferina y la difteria, legionela y espiroquetas, clamidia y micoplasma. Los antibióticos de este grupo farmacológico se acumulan en los tejidos de los órganos respiratorios, incluida la mucosa traqueal, lo que potencia su efecto terapéutico.

El antibiótico macrólido azitromicina está disponible en cápsulas (0,25 g), comprimidos (0,125 g y 0,5 g) y polvo para suspensión (en frascos de 15 ml y 30 ml). La pauta posológica para adultos es de 0,5 g al día durante tres días o 0,5 g el primer día y 0,25 g durante cuatro días más. La dosis completa se toma de una sola vez, una hora antes de las comidas.

El medicamento Josamicina (sinónimo: Vilprafen) también pertenece al grupo de los antibióticos macrólidos naturales y en 2012 fue incluido en la "Lista de medicamentos vitales y esenciales" de Rusia. Se utiliza en el tratamiento de inflamaciones infecciosas de las vías respiratorias y la cavidad oral, así como en el tratamiento de clamidia, gonorrea, sífilis, escarlatina, disentería y otras enfermedades. Para la traqueítis de etiología bacteriana, Josamicina se prescribe a adultos y niños mayores de 14 años en dosis de 1 a 2 g al día, en tres dosis. Este medicamento puede utilizarse durante el embarazo y la lactancia.

Los efectos secundarios graves durante el tratamiento con antibióticos macrólidos son poco frecuentes e incluyen náuseas, vómitos y dolor abdominal. Sus contraindicaciones incluyen disfunción hepática grave e hipersensibilidad individual a los fármacos de este grupo.

Antibióticos para la traqueítis en niños

En caso de traqueítis viral aguda en niños, el tratamiento es principalmente sintomático y la tos se trata con emplastos de mostaza, ungüentos para frotar, inhalaciones y jarabes para la tos. Si la traqueítis es bacteriana, se utilizan antibióticos.

Antibióticos recomendados por pediatras para la traqueítis infantil: Augmentin (un fármaco del grupo de las penicilinas), azitromicina y Sumamed (antibióticos macrólidos). Para infecciones leves a moderadas, la dosis diaria de Augmentin en suspensión es:

Para niños menores de un año: 2 ml tres veces al día (antes de las comidas), de 1 año a 6 años: 5 ml tres veces al día, para niños de 7 a 12 años: 10 ml tres veces al día.

La azitromicina en jarabe (100 mg/5 ml y 200 mg/5 ml) se puede recetar en una dosis de 10 mg por kilogramo de peso corporal al día, en una sola dosis, una hora antes de las comidas. La duración de la administración es de tres días. Según el segundo esquema, se recomienda administrar esta cantidad de jarabe solo el primer día de tratamiento y, en los cuatro días siguientes, 5 mg por kilogramo de peso corporal (también en una sola dosis).

Entre los antibióticos para la traqueítis infantil, Sumamed y Sumamed forte en suspensión son ampliamente utilizados. Su dosis se calcula en función del peso corporal del niño: 10 mg/kg una vez al día durante 3 días. El tratamiento es de 30 mg por kilogramo. A los niños mayores de 6 meses con un peso corporal de hasta 10 kg se les prescriben 5 ml de suspensión al día.

El antibiótico josamicina también está disponible en suspensión (la dosis para adultos se indicó anteriormente). Los otorrinolaringólogos pediátricos recetan este medicamento a recién nacidos y lactantes, a razón de 30-50 mg por kilogramo de peso corporal al día (en tres dosis).

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Antibióticos para inhalación en la traqueítis

El tratamiento etiológico por inhalación de la traqueítis con antibióticos es bastante eficaz, ya que permite crear altas concentraciones del fármaco directamente en el foco de inflamación. Además, al inhalar antibióticos, el riesgo de efectos secundarios sistémicos es mucho menor que al administrarlos por vía interna o inyectable.

Actualmente, en el tratamiento de la traqueítis bacteriana aguda, se utilizan formas especiales de antibióticos para inhalación, en forma de soluciones y polvos para inhalación.

Por ejemplo, el antibiótico de amplio espectro Fluimucil se prescribe no solo para la traqueítis bacteriana, sino también para la amigdalitis, la faringitis, la bronquitis y la neumonía, así como para las enfermedades pulmonares supurativas. Para preparar una solución para inhalación, se añaden 5 ml de solución salina a un frasco de Fluimucil en polvo. Casi la mitad de la solución resultante (2 ml) se utiliza para una inhalación. El procedimiento debe realizarse dos veces al día; en niños menores de 6 años, una sola es suficiente. El tratamiento no debe exceder los 10 días. Este medicamento no puede utilizarse simultáneamente con otros antibióticos, ya que su absorción disminuye.

El aerosol Bioparox es un antibiótico de uso local, sin efecto sistémico. Para la traqueítis bacteriana en adultos, se utiliza una inhalación (4 pulverizaciones) cada 4 horas; en niños, una inhalación cada 6 horas. La duración del tratamiento estándar es de 5 a 7 días.

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¿Cómo curar la traqueítis sin antibióticos?

Si los antibióticos se utilizan para la traqueítis sólo si la enfermedad es de origen bacteriano o viral-bacteriano, entonces los médicos tratan la traqueítis viral común utilizando otros métodos.

Por ejemplo, con la ayuda de la terapia sintomática tradicional, cuyo objetivo es aliviar la tos y eliminarla por completo. Entre los medicamentos expectorantes para la tos seca (improductiva), los médicos recomiendan tomar ambroxol o bromhexina, que no difieren mucho de esta.

Ambroxol (sinónimos: Lazolvan, Ambrolitik, Bronchopront, Fluixol, Lindoxil, Mucosan, Mucovent, Secretil, Viscomcil) aumenta la secreción de moco en las vías respiratorias y se prescribe a adultos un comprimido 2-3 veces al día (después de las comidas). La dosis del medicamento en jarabe para niños es la siguiente: hasta 2 años: 2,5 ml 2 veces al día; de 2 a 5 años: 2,5 ml 3 veces al día; mayores de 5 años: 5 ml 2-3 veces al día. Los efectos secundarios pueden incluir acidez estomacal, dispepsia, náuseas, vómitos y erupción cutánea.

Bromhexina (Bronchostop, Solvin), un mucolítico con efecto expectorante, está disponible en grageas, comprimidos, gotas, solución inyectable, solución oral, jarabe y comprimidos pediátricos. El efecto terapéutico se manifiesta de 2 a 5 días después del inicio del tratamiento; para potenciarlo, es necesario beber abundante líquido. Se prescribe a adultos y niños mayores de 14 años: 8-16 mg 3-4 veces al día; niños menores de 2 años: 2 mg tres veces al día; de 2 a 6 años: 4 mg 3 veces al día; de 6 a 14 años: 8 mg 3 veces al día. Duración del tratamiento: no más de 5 días. Las contraindicaciones incluyen hipersensibilidad, úlcera gástrica, embarazo (primer trimestre), lactancia y niños (hasta 6 años: para tomar comprimidos).

Para aliviar los ataques de tos seca, los médicos pueden recetar medicamentos que reducen la sensibilidad de la mucosa respiratoria a los irritantes, como Libexin. La dosis promedio para adultos es de 100 mg (1 comprimido) de 3 a 4 veces al día. La dosis promedio para niños, según la edad y el peso corporal, es de 25 a 50 mg (0,25 a 0,5 comprimidos) de 3 a 4 veces al día.

Diversas mezclas a base de raíz de malvavisco, regaliz y termopsis ofrecen un efecto terapéutico positivo en la traqueítis aguda no bacteriana. También se pueden utilizar infusiones especiales de hierbas para el pecho, prepararlas y beberlas según las recomendaciones del envase. Para uso interno, se preparan decocciones de hierbas a base de tusilago, meliloto, pensamiento silvestre, angélica, llantén, orégano o tomillo. Las decocciones de hierbas deben tomarse tibias, 100 ml dos veces al día, y también son útiles para hacer gárgaras.

Las inhalaciones con brotes de pino, hojas de eucalipto, salvia o ajedrea ayudan a aliviar la traqueítis. Se prepara una decocción de estas plantas (una cucharada por vaso de agua hirviendo) y luego (si no se dispone de un inhalador especial) se inhala la composición ligeramente fría, cubriéndose la cabeza con una toalla.

Y recuerda que con toda la variedad de medicamentos, incluidos los antibióticos para la traqueítis, nadie ha cancelado el efecto terapéutico en el cuerpo de la miel de abeja natural y el té caliente regular con limón...