Por una u otra razón, todos tenemos que someternos a pruebas diagnósticas. Las mujeres embarazadas no son la excepción, ya que deben vigilar no solo su salud, sino también el desarrollo del futuro bebé.
La técnica diagnóstica de la resonancia magnética es reconocida actualmente como uno de los procedimientos instrumentales más indicativos e informativos.
La resonancia magnética de las glándulas mamarias o resonancia magnética es un estudio que ayuda significativamente a establecer un diagnóstico de la enfermedad y realizar su tratamiento.
Un método de examen más significativo para diagnosticar procesos focales en el hígado es la resonancia magnética hepática. Esta resonancia magnética se basa en el uso de las propiedades magnéticas de los protones distribuidos por todo el cuerpo.
La obtención de imágenes por resonancia magnética se basa en la reorganización de los núcleos de los átomos de hidrógeno (protones con carga positiva) en los tejidos bajo la influencia de un pulso electromagnético corto.
La indicación más común para la resonancia magnética renal es el diagnóstico y la estadificación de neoplasias. Sin embargo, la tomografía computarizada (TC) se prescribe con mucha mayor frecuencia para el mismo fin.
La difusión es el principal proceso físico que ocurre durante las reacciones metabólicas de la célula. La primera imagen de RM ponderada por difusión se obtuvo en 1985. La RM de difusión se incorporó a la práctica clínica junto con los escáneres de RM de tercera generación. Para obtener tomografías ponderadas por difusión, se utilizan secuencias de pulsos ecoplanares (EPI) de "eco de espín" con dos gradientes de difusión de la misma amplitud y duración.
