Síntomas de la gota en hombres y mujeres

La gota es una enfermedad que limita los movimientos y provoca dolor intenso en las piernas. Por ejemplo, debido a los ataques de gota, el mundialmente famoso líder militar Kutuzov no podía montar a caballo sin la ayuda de los soldados. ¿Cuáles son los síntomas de la gota y cómo combatirla?

¿Qué es la gota?

En resumen, se trata de una enfermedad que ataca a la persona debido a un trastorno metabólico. En concreto, se altera el metabolismo de las purinas, sustancias que participan en la formación del ADN. En su lugar, se acumula ácido úrico, lo que provoca un intenso dolor en las extremidades.

Todos estos problemas se combinan con episodios agudos de artritis, así como con la acumulación de uratos (sales de ácido úrico). Por ello, la persona tiene una movilidad muy limitada y experimenta dolor en las extremidades. Por ello, Kutuzov no puede montar a caballo.

¿Qué son los tofos?

Los tofos son nódulos en las articulaciones, duros al tacto y visibles a simple vista. Son síntomas clásicos de la gota cuando esta se vuelve crónica. Estos nódulos aparecen cuando una persona ha padecido gota durante más de 5 años.

¿De qué están hechos los tofos? De tejido conectivo que rodea los cálculos de urato endurecidos. El resultado son nódulos. Pueden localizarse no solo en brazos y piernas, sino también en codos, pabellones auriculares, plantas de los pies, muslos, antebrazos, espinillas e incluso en la zona de la nariz, su tabique cartilaginoso.

Estos nódulos son amarillos y se observan inmediatamente en las zonas afectadas por la gota. Durante los ataques de dolor, los tofos pueden perder su dureza, se licuan y el líquido se libera a través de pequeñas aberturas en la piel: fístulas. La única ventaja de estos pequeños nódulos es que no se infectan, ya que los propios uratos son bactericidas y tienen propiedades antibacterianas. El líquido que se libera a través de las fístulas es de un color blanco intenso.

Causas de la gota

Si la gota se define como primaria, la causa puede ser cambios genéticos; en primer lugar, defectos en las moléculas proteicas o enzimas, que participan directa y activamente en el metabolismo. Para ser más precisos, sin estas moléculas (enzimas), el metabolismo no podría funcionar con normalidad. Las moléculas proteicas, en primer lugar, aceleran los procesos químicos en el organismo.

En la gota primaria, a menudo se encuentran defectos determinados genéticamente en las enzimas involucradas en el metabolismo.

El defecto genético también se asocia con una hipofunción de los sistemas enzimáticos renales que regulan la excreción de ácido úrico. El desarrollo de la gota también se ve facilitado por una nutrición excesiva, una alimentación monótona a base de carne, el consumo de bebidas alcohólicas (especialmente cerveza y vinos secos) y un estilo de vida sedentario. La causa más común de gota secundaria es la enfermedad renal con insuficiencia renal y enfermedades hematológicas (policitemia, leucemia), acompañadas de degradación celular e hiperuricemia.

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Grupos de riesgo

Se trata principalmente de hombres mayores de 40 años. Si una persona ya tiene 50 años, el riesgo de desarrollar gota se duplica o triplica. ¿Por qué la gota afecta más a los hombres? Según una teoría, la aparición de esta enfermedad se asocia a un defecto en el cromosoma masculino. Por lo tanto, el sexo masculino es el más afectado por las manifestaciones de la gota. Los hombres la padecen con una frecuencia 20 veces mayor que el sexo débil.

La gota también se asocia con una función renal deficiente. En ese caso, esta enfermedad se clasifica como gota renal. Es decir, las personas con insuficiencia renal corren riesgo de padecerla. La conexión entre los riñones y la gota no requiere mucha investigación: los riñones no pueden depurar la sangre de productos proteicos, por lo que el flujo sanguíneo se ralentiza, existe el riesgo de que los tejidos corporales pierdan sustancias beneficiosas y estos tejidos pueden resultar dañados.

Además, el nivel de ácido úrico en la sangre aumenta, y está mal purificada: son pequeños cristales aparentemente inofensivos. Sin embargo, estos cristales son peligrosos para los humanos, ya que pueden estrechar el diámetro de las articulaciones. Esto significa que las articulaciones dejan de funcionar correctamente, lo que se manifiesta con un dolor debilitante, prolongado e insoportable. La inflamación de las articulaciones y los músculos circundantes también se suma al dolor. Los procesos inflamatorios en el cuerpo se acompañan de hinchazón.

Las personas cuyos riñones no funcionan bien deben prestar atención al estado de sus articulaciones: así, la gota se puede detener en sus primeras etapas, cuando la enfermedad aún no es tan insidiosa.

Gota asociada con enfermedad renal

Los ataques de gota pueden combinarse con cálculos renales, lo que aumenta el dolor articular y renal. Este dolor es muy común y se presenta en el 40 % de los pacientes. La pielonefritis puede agravar los cálculos renales y los síntomas de gota.

La gota puede verse agravada por otra enfermedad bastante grave: la nefropatía gotosa. Esta es una afección renal en la que los riñones no pueden realizar sus funciones. La insuficiencia renal puede acompañarse de esta afección. Un síntoma indicativo también puede ser la hipertensión arterial, por lo que los pacientes pueden experimentar fuertes dolores de cabeza (alrededor de un tercio de los casos).

Siete etapas de la gota

La gota se manifiesta en siete etapas. Cada una tiene su propio inicio, evolución y dolor. Es importante que la persona sepa qué le sucede cuando empieza a tener síntomas de gota.

Ataque clásico agudo de gota

¿Por qué clásico? Porque estos síntomas son típicos de las manifestaciones de gota. Se presentan en el 70-80% de los casos. Con mayor frecuencia, los ataques se presentan en mitad de la noche. La persona comienza a sentir debilidad en piernas y brazos, tiembla y no puede cruzar la cocina para beber un vaso de agua. Además, pueden presentarse fuertes dolores de cabeza, artralgia y fiebre baja.

Un indicador de gota en su manifestación clásica es un dolor agudo en la articulación metatarsiana, que se concentra en el dedo gordo del pie. Esta articulación se inflama rápidamente y se distingue por el enrojecimiento de la piel, que luego cambia a un tono rojo azulado, brillante y duro al tacto.

El dedo está caliente en ese momento y duele al tacto. Por supuesto, en este estado, es muy difícil moverlo; se queda paralizado y es imposible ponerse zapatos.

La temperatura corporal de la persona sube a 39 grados y tiene fiebre. Estas son manifestaciones de la gota clásica.

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¿Qué causa el dolor?

Alimentos con alto contenido de grasa, sobredosis de alcohol (intoxicación grave), lesiones en cualquier parte del cuerpo, especialmente las extremidades inferiores.

Duración del dolor y los ataques

De tres a diez días. Luego, el dolor disminuye temporalmente y puede reaparecer después de un tiempo: un mes, dos, tres, a veces un año o dos. Cuando el dolor disminuye, la inflamación desaparece, la articulación vuelve a funcionar con normalidad y los movimientos se pueden realizar con la misma facilidad.

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¿Qué sucede en el cuerpo durante un ataque?

En primer lugar, existe un proceso inflamatorio en el cuerpo, lo que significa que la sangre, nuestro fluido vital, reacciona necesariamente a él. Por lo tanto, al analizar la sangre, los médicos detectan un aumento en los niveles de VSG, ácidos siálicos, seromucoide y fibrina, así como la proteína C reactiva, que no debería estar presente en un estado normal. La proteína C reactiva es una proteína que aparece en la sangre en cuanto se detectan procesos inflamatorios en el cuerpo.

Ataque de gota en hombres y mujeres

Si el ataque de gota es la primera vez, los hombres también pueden presentar síntomas adicionales característicos de la artritis. La articulación del dedo gordo del pie duele y se inflama, y las articulaciones metatarsofalángicas y tarsianas sufren de la misma manera.

Las articulaciones de la muñeca y el codo también pueden inflamarse, pero esta es una manifestación poco común de la gota. En muy raras ocasiones, las articulaciones de la pelvis, la cadera, los hombros, el pecho y la clavícula pueden inflamarse y causar dolor.

Pero todas estas manifestaciones en los hombres son manifestaciones de monoartritis, es decir, una parte del cuerpo de las mencionadas anteriormente se inflama y duele.

En el caso de las mujeres, el médico puede diagnosticar poliartritis, es decir, múltiples enfermedades de las articulaciones de diferentes partes del cuerpo. Principalmente, se trata de las manos (¡hasta un tercio de las mujeres padecen este dolor!), así como enfermedades e inflamación de las articulaciones del tobillo, el metatarso, las rodillas y las muñecas.

Estos síntomas pueden ayudar a hombres y mujeres a determinar que tienen gota y no una lesión en las articulaciones u otra cosa.

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Manifestaciones de la gota en su fase subaguda

Se manifiesta como monoartritis (es decir, una enfermedad de una sola articulación). La articulación del dedo gordo del pie suele ser la más afectada. Es cierto que el dolor es leve. Es posible que se presente hinchazón y dolor en la articulación media o grande de la pierna o el brazo; esto es más común en jóvenes menores de 30 años.

Gota reumatoide

Sus síntomas son daños en las articulaciones de las manos, las más pequeñas, o manifestaciones de monoartritis, manifestaciones de poliartritis, o ataques de dolor en las articulaciones, que pueden durar varias horas o incluso días.

Etapa pseudoflemonosa de la gota

Se manifiesta como una monomanifestación de artritis. Puede localizarse en cualquier articulación y tejido circundante. Una temperatura alta, a partir de 38 grados, también es un signo claro de gota pseudoflemonosa. Además, a la temperatura se suman otros síntomas: inflamación pronunciada de una articulación, fiebre, aumento de la VSG en sangre y leucocitosis.

Gota del tipo poliartritis infecciosa alérgica

Este tipo de gota puede afectar a una persona en el 5% de los casos. Es decir, es una forma bastante rara. La gota de tipo poliartritis alérgica infecciosa puede manifestarse como poliartritis, pero la localización del dolor no es constante, sino nómada. La inflamación en este tipo de gota se manifiesta muy rápidamente; las articulaciones inflamadas son brillantes y duras al tacto, y pueden presentar un color carmesí alarmante.

Gota en fase asintomática

Con este tipo de gota, el dolor puede ser casi imperceptible, la articulación inflamada molesta poco y la persona a menudo lo soporta sin acudir al médico. Esto no debe permitirse bajo ninguna circunstancia; es necesario consultar a un médico incluso si el dolor no es muy intenso. Esta forma de gota también se puede distinguir por la hiperemia de la piel en la zona donde la articulación está inflamada.

Gota en forma periartrítica

Esta enfermedad se caracteriza por dolor localizado en los tendones, con mayor frecuencia en el tendón de Aquiles. Es denso al tacto y engrosado. Con el paso de las horas y los días, si esta forma de gota no se trata, se desarrolla poliartritis crónica con connotaciones gotosas.

Con este tipo de gota, las articulaciones de las piernas son las más afectadas y se deforman. La persona ya no puede moverse como antes; sus movimientos se dificultan debido al intenso dolor articular. Esta deformación se produce por depósitos en las articulaciones, similares a nódulos. También es posible la proliferación de huesos; los dedos se dislocan con mucha facilidad, pierden movilidad y se oye un crujido.

Los pacientes con este tipo de gota se mueven muy mal y no pueden trabajar plenamente. Junto con las articulaciones, los músculos también se deforman, pierden fuerza y no soportan bien las articulaciones. Sin embargo, con contracturas musculares frecuentes, la anquilosis (inmovilidad completa de las articulaciones) es bastante rara.

Con este tipo de gota, es importante recordar que se pueden experimentar ataques agudos de dolor que luego se vuelven crónicos, así como inflamación del tejido muscular circundante. Esto se debe a la entrada constante de uratos (sales urinarias, en griego, "urat" significa orina).

Dos formas de gota

Existe la gota primaria y la gota secundaria. En el primer caso, esta enfermedad no se debe a ninguna otra enfermedad, sino que es como si se desarrollara por sí sola (aunque todo en el cuerpo humano está interconectado). En el segundo caso, la gota secundaria, las causas son otras dolencias: psoriasis, mieloleucemia, cardiopatías congénitas, hemoglobinopatías y otras enfermedades de los órganos internos y la sangre. La gota secundaria también se presenta cuando una persona usa ciertos medicamentos que afectan los tejidos del cuerpo: citostáticos, medicamentos con riboxina, sauréticos y otros.

¿Qué pruebas se realizan para detectar la gota?

Un análisis de sangre general puede determinar si hay procesos inflamatorios en el cuerpo; además, en caso de gota, habrá un aumento de la VSG en la sangre.

Análisis de sangre para bioquímica: en la gota, se determina un aumento en los niveles de ácidos siálicos, haptoglobina, Y-globulinas, alfa-2, así como fibrina y ácido úrico. Un nivel elevado de ácido úrico en sangre será superior a 0,12-0,24 mmol/l.

Radiografía de todas las articulaciones: este método ayuda a determinar si una persona padece gota crónica. De ser así, se observarán manchas blancas en la pantalla, cuyo diámetro varía entre 0,5 mm y 3 cm. Todos estos cambios en las articulaciones se deben a los tofos, que usted ya conoce muy bien.

Los tofos pueden ser grandes y, al destruirse, dañan la corteza articular. Este fenómeno se conoce como hinchazón del borde óseo. Cuando la gota ha afectado a una persona durante mucho tiempo, la glándula endocrina, también llamada cuerpo pineal, puede destruirse casi por completo. En su lugar, se forman sales de ácido úrico en forma sólida: uratos. Son visibles en radiografías, pero no en la etapa inicial, sino al menos cinco años después de que la persona enfermara de gota.

Análisis del líquido sinovial

Normalmente, el número de leucocitos debe estar entre 1 y 15 × 109/l. Su color debe ser transparente y el líquido sinovial no debe ser viscoso. Si una persona padece gota crónica, los cristales de sales de ácido úrico son claramente visibles en el líquido sinovial.

Punción de biopsia de tofos

Este método se utiliza para encontrar cristales de ácido úrico en los tofos, que luego pueden utilizarse para determinar con precisión si una persona tiene gota.

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