Vasos y nervios del órgano de la visión

El globo ocular y sus órganos accesorios reciben sangre de las ramas de la arteria oftálmica, que a su vez es una rama de la arteria carótida interna. La sangre venosa del órgano de la visión fluye a través de las venas oftálmicas hacia el seno cavernoso. La retina es irrigada por la arteria central de la retina (a. centralis retinae), que penetra en el globo ocular en el espesor del nervio óptico y emite ramas superiores e inferiores en la región del disco. La vena central de la retina y sus afluentes son adyacentes a las arterias del mismo nombre. En la coroides, se ramifican las arterias ciliares posterior y anterior cortas y largas. Las ramas de estas arterias en el espesor del iris se anastomosan entre sí y forman dos círculos arteriales: uno grande (circulus arteriosus iridis major) en el borde ciliar del iris y uno pequeño (circulus arteriosus iridis minor) en el borde pupilar. La esclerótica es irrigada por las arterias ciliares cortas posteriores. De la densa red venosa de la coroides propiamente dicha se forman de 4 a 6 venas vorticosas (vv. vorticosae), que perforan la esclerótica y desembocan en las venas orbitarias. Las venas ciliares anteriores recogen sangre del cuerpo ciliar, el iris y la esclerótica.

Los párpados y la conjuntiva reciben sangre de las arterias medial y lateral de los párpados, cuyas anastomosis forman el arco del párpado superior y el arco del párpado inferior en el espesor de los párpados, y de las arterias conjuntivales anteriores. Las venas del mismo nombre desembocan en las venas oftálmicas y faciales. La arteria lagrimal (a. lacrimalis) se dirige a la glándula lagrimal.

Los músculos, la fascia y la almohadilla grasa de la órbita también reciben sangre de las ramas de la arteria oftálmica. Los vasos linfáticos de los párpados y la conjuntiva se dirigen a los ganglios linfáticos submandibulares, así como a los parótidos superficiales y profundos (preauriculares).

El contenido de la cuenca del ojo recibe inervación sensorial de la primera rama del nervio trigémino, el nervio oftálmico. Su rama, el nervio nasociliar, da origen a los nervios ciliares largos que llegan al globo ocular. El párpado inferior está inervado por el nervio infraorbitario, que da origen a la segunda rama del nervio trigémino. El músculo constrictor de la pupila y el músculo ciliar reciben fibras parasimpáticas del nervio oculomotor (del ganglio ciliar, como parte de los nervios ciliares cortos). El músculo dilatador de la pupila está inervado por fibras simpáticas del plexo carotídeo interno, que llegan al globo ocular junto con los vasos sanguíneos. Los músculos rectos superior, inferior y medial, el músculo oblicuo inferior del ojo y el músculo que eleva el párpado superior están inervados por fibras motoras del nervio oculomotor, el músculo recto lateral está inervado por el nervio abducens y el músculo oblicuo superior está inervado por el nervio troclear.