Terapia con insulina en la diabetes mellitus

La terapia con insulina está indicada para compensar los trastornos del metabolismo de los carbohidratos. Analicemos las características de este método, las reglas y principios de su aplicación, y los fármacos.

Si no es posible restablecer los niveles normales de azúcar en sangre con pastillas, un estilo de vida saludable o una nutrición adecuada, es necesario administrar insulina. Su uso está directamente relacionado con el agotamiento del páncreas. Este órgano contiene células beta que producen esta hormona. Bajo la influencia de ciertos factores, la glándula se debilita, entre ellos:

1. El nivel de glucosa es superior a 9 mmol/l. Un nivel alto de azúcar tiene un efecto perjudicial sobre el páncreas, que deja de producir hormonas y provoca una patología llamada toxicidad por glucosa.
2. Uso prolongado de altas dosis de sulfonilurea. Los cambios en los niveles de azúcar ocurren con el estómago vacío, pero la glándula conserva la capacidad de producir insulina en respuesta a la toma de sulfonilureas (Maninil, Diabeton, Amaral), que estimulan su función.
3. Incumplimiento de las recomendaciones médicas para el tratamiento de enfermedades endocrinas. Si el nivel de glucosa permanece elevado durante mucho tiempo y una persona no sigue una dieta, sino que toma medicamentos para normalizar la glucemia, las células beta del páncreas fallan. El órgano se debilita y la glucosa se eleva independientemente de la ingesta de alimentos.

Según investigaciones realizadas, el páncreas presenta insuficiencia pancreática entre 6 y 8 años después del diagnóstico de diabetes mellitus tipo 2. La administración de insulina tiene como objetivo eliminar el síndrome de toxicidad por glucosa. El fármaco descarga el órgano afectado y promueve su recuperación.

En la práctica clínica, la terapia con insulina se utiliza no solo para tratar la diabetes, sino también para algunas enfermedades mentales. Este método está indicado para la diabetes tipo 2 antes de una cirugía programada, así como para el tratamiento de la diabetes tipo 1.

Ventajas de utilizar preparados de insulina:

• El nivel de glucosa no cambia durante un largo periodo de tiempo y permanece dentro de límites normales.
• El paciente determina independientemente la cantidad de medicamento a administrar.
• No existen recomendaciones claras respecto al régimen de toma del medicamento.
• La progresión de la diabetes y el desarrollo de sus complicaciones se ralentiza.

En cuanto a las desventajas, este método de tratamiento requiere un control regular de los niveles de azúcar en sangre mediante un glucómetro. En casos de diabetes leve, existe riesgo de progresión.

Actualmente, existen numerosas preparaciones de insulina en el mercado farmacéutico, que difieren en sus propiedades farmacológicas, grado de purificación y duración de acción. Por ello, todos los medicamentos y las recomendaciones para su uso deben ser administrados únicamente por el endocrinólogo tratante.

Principios de la terapia con insulina

Como muchos métodos de tratamiento, la terapia con insulina tiene ciertos principios, considerémoslos:

1. La dosis diaria del medicamento debe ser lo más fisiológica posible. Durante el día, se debe administrar hasta el 70% de la dosis, y el 30% restante antes de acostarse. Este principio permite simular la producción hormonal real del páncreas.
2. La elección de la dosis óptima depende de las necesidades diarias del fármaco. Estas dependen de las características fisiológicas del organismo. Así, una persona necesita media unidad de insulina para asimilar una unidad de pan, mientras que otra necesita cuatro.
3. Para determinar la dosis, es necesario medir el nivel de glucosa en sangre después de comer, teniendo en cuenta la cantidad de calorías consumidas. Si la glucosa es superior a la normal, se aumenta la dosis del medicamento en varias unidades hasta que este indicador se normalice.
4. La dosis del medicamento puede ajustarse según el índice glucémico. Según este método, por cada 0,28 mmol/l de glucosa que supere los 8,25 mmol/l, se debe añadir 1 unidad del medicamento. Es decir, cada unidad adicional de azúcar requiere de 2 a 3 unidades del medicamento.

Estudios realizados y comentarios de pacientes indican que la forma más relevante y adecuada de mantener niveles normales de glucosa en sangre es el autocontrol de la glucosa. Para ello, se utilizan glucómetros individuales y dispositivos fijos.

Indicaciones

El uso de medicamentos para compensar los trastornos del metabolismo de carbohidratos en el cuerpo tiene ciertas indicaciones de uso, considerémoslas:

• Diabetes insulinodependiente tipo 1.
• Descompensación de la diabetes tipo 2.
• Cetoacidosis diabética.
• Coma diabético.
• Tratamiento complejo de la esquizofrenia.
• Pérdida de peso en patologías endocrinas.
• Nefropatía diabética.
• Coma hiperosmolar.
• Embarazo y parto con diabetes.

La diabetes mellitus tipo 2 es insulinodependiente, aunque es una enfermedad metabólica. Esta patología se presenta con hiperglucemia crónica debido a una interacción deficiente de la insulina con las células pancreáticas. La terapia con insulina para la diabetes tipo 2 tiene las siguientes indicaciones:

• Intolerancia individual o ineficacia de los medicamentos que reducen los niveles de azúcar en sangre.
• Enfermedad recién diagnosticada con niveles altos de glucosa dentro de las 24 horas.
• Exacerbación de enfermedades crónicas.
• Enfermedades infecciosas.
• Signos de deficiencia de insulina en el organismo.
• Disfunción renal y hepática grave.
• Deshidración.
• Precoma y coma.
• Enfermedades del sistema hematopoyético.
• Detección de cuerpos cetónicos en orina.
• Intervención quirúrgica planificada.

En base a las indicaciones anteriores, el endocrinólogo elabora un plan de tratamiento, selecciona la dosis óptima y recomendaciones respecto a la terapia con medicamentos insulínicos.

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Preparación

Antes de administrar insulina, el paciente debe someterse a una preparación especial. En primer lugar, elija el método de administración: con una pluma de insulina o una jeringa de insulina con aguja fina. La zona del cuerpo donde se planea la inyección debe tratarse con un antiséptico y masajearse bien.

Es necesario ingerir alimentos a más tardar media hora después de la inyección. Está contraindicado administrar más de 30 unidades de insulina al día. El médico tratante determinará el régimen de tratamiento óptimo y la dosis exacta, individualmente para cada paciente. Si el estado del paciente empeora, se ajustará la dosis.

Recomendaciones para la terapia con insulina

Según estudios realizados, el tiempo de acción de las preparaciones de insulina en el organismo es individual para cada paciente. En función de esto, existen diferentes duraciones de acción del fármaco. Al elegir el medicamento óptimo, los médicos recomiendan centrarse en el nivel de glucemia, seguir la dieta prescrita y realizar actividad física.

El objetivo principal del tratamiento farmacológico de la diabetes es estimular la secreción hormonal normal del páncreas. El tratamiento consiste en la ingesta de alimentos y la secreción basal. Esta última normaliza el nivel de glucemia entre comidas, durante el descanso nocturno, y también promueve la eliminación del azúcar que entra al cuerpo fuera de las comidas. La actividad física y el hambre reducen la secreción basal entre 1,5 y 2 veces.

La máxima compensación del metabolismo de carbohidratos mediante un esquema de terapia con insulina adecuadamente diseñado permite reducir significativamente el riesgo de complicaciones de la enfermedad. Cuanto menos fluctuaciones de azúcar en sangre haya a lo largo del día, mejor será el estado del paciente. Muchos médicos recomiendan llevar un diario especial, anotando la dosis del medicamento administrado, la cantidad de pan consumido y el nivel de actividad física. Esto permite mantener la diabetes bajo control.

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Técnica terapia con insulina

La diabetes mellitus tipo 1 es una de las enfermedades más comunes y peligrosas del sistema endocrino. Debido a la alteración del páncreas y la producción de hormonas, la glucosa que entra al cuerpo no se absorbe ni se descompone. En este contexto, se produce un fuerte debilitamiento del sistema inmunitario y surgen complicaciones.

La administración de análogos sintéticos de la hormona permite restablecer los niveles normales de azúcar en sangre y mejorar el funcionamiento del organismo. Por lo general, los fármacos de la terapia con insulina se administran por vía subcutánea; en casos de emergencia, es posible la administración intramuscular/intravenosa.

La técnica para realizar la terapia con insulina mediante jeringa es el siguiente algoritmo de acciones:

• Prepare un frasco con el medicamento, una jeringa y un desinfectante para la piel.
• Trate el área del cuerpo donde se administrará la inyección con un antiséptico y amásela ligeramente.
• Extraiga la dosis necesaria del medicamento con una jeringa e inyéctela debajo de la piel (vía intramuscular para dosis grandes).
• Trate nuevamente el lugar de la inyección.

La jeringa se puede sustituir por un dispositivo de inyección más práctico: una pluma de jeringa. Esta cuenta con una aguja especial que minimiza el dolor de la inyección. Su facilidad de uso permite administrar inyecciones en cualquier momento y lugar. Además, algunas plumas de jeringa incluyen viales con insulina, lo que permite combinar medicamentos con diferentes regímenes terapéuticos.

Si el medicamento se inyecta bajo la piel en el abdomen (a la derecha o izquierda del ombligo), se absorbe mucho más rápido. Si se inyecta en el muslo, la absorción es lenta e incompleta. La inyección en los glúteos y el hombro tiene una tasa de absorción intermedia entre la inyección en el abdomen y el muslo. La insulina de acción prolongada debe inyectarse en el muslo o el hombro, y la insulina de acción corta, en el abdomen.

La administración prolongada del medicamento en el mismo sitio provoca cambios degenerativos en el tejido graso subcutáneo, lo que afecta negativamente el proceso de absorción y la eficacia de la terapia farmacológica.

Reglas de la terapia con insulina

Como cualquier método de tratamiento, la terapia con insulina tiene una serie de reglas que deben seguirse durante su implementación.

1. La concentración de azúcar en sangre por la mañana y después de las comidas debe mantenerse dentro de los límites normales, que varían según la persona. Por ejemplo, en las mujeres embarazadas, la glucosa debe estar entre 3,5 y 6.
2. La administración de la hormona tiene como objetivo simular sus fluctuaciones normales en un páncreas sano. La insulina corta se administra antes de las comidas y la insulina media o larga durante el día. La insulina corta y media se administra después de dormir, la insulina corta antes de la cena y la insulina media antes de dormir.
3. Además de seguir la dosis del medicamento, es necesario mantener una dieta saludable y actividad física. Por lo general, el endocrinólogo elabora un plan nutricional para el paciente y proporciona tablas de glucemia que permiten monitorear el tratamiento.
4. Monitoreo regular de los niveles de glucosa. Es recomendable realizar el procedimiento antes y después de las comidas, así como en caso de hipoglucemia o hiperglucemia. Para las mediciones, conviene adquirir un glucómetro personal y tiras con filtro.
5. La dosis de insulina debe variar según la cantidad de alimentos consumidos, la hora del día, la actividad física, el estado emocional y la presencia de enfermedades concomitantes. Es decir, la dosis no es fija.
6. Cualquier cambio en el tipo de medicamento utilizado, su dosis, vía de administración, así como su bienestar, debe consultarse con su médico. El contacto con su endocrinólogo debe ser constante, especialmente si existe riesgo de emergencia.

Las reglas anteriores permiten mantener el estado normal del cuerpo en un trastorno metabólico tan grave como la diabetes.

Terapia con insulina en psiquiatría

El tratamiento con preparados de insulina en psiquiatría tiene las siguientes indicaciones de uso:

• Psicosis.
• Esquizofrenia.
• Alucinaciones.
• Síndrome delirante.
• Catatonia.
• Hebefrenia.

La terapia de choque insulínico tiene un marcado efecto antidepresivo y reduce o elimina por completo los síntomas de la abulia apática y el autismo. Ayuda a normalizar el potencial energético y el estado emocional.

El tratamiento del trastorno esquizofrénico con este método consta de varias etapas. La primera inyección se administra al paciente por la mañana en ayunas con una dosis inicial de 4 unidades, que se incrementa diariamente hasta 8 unidades. La particularidad de este esquema es que las inyecciones se administran durante cinco días seguidos con un descanso de dos días, y luego se continúa el tratamiento.

1. La primera etapa consiste en someter al paciente a un estado de hipoglucemia durante 3 horas. Para restablecer el nivel de glucosa, se le administra una infusión con al menos 150 g de azúcar. También es necesaria una dieta rica en carbohidratos, que finalmente normalizará la condición.
2. La segunda etapa del tratamiento consiste en aumentar la dosis del fármaco y prolongar el período de inconsciencia del paciente. Para normalizar su estado, se administran 20 ml de solución de glucosa al 40% por vía intravenosa. En cuanto el paciente recupera la consciencia, se le administra jarabe de azúcar y un desayuno abundante.
3. La tercera etapa del tratamiento consiste en aumentar aún más la dosis. Esto provoca un estado que roza el estupor (depresión total) y el coma. El paciente no puede permanecer en esta posición más de 30 minutos, ya que existe el riesgo de consecuencias irreversibles. Para eliminar la hipoglucemia, se utilizan goteos de glucosa.

Durante el tratamiento hay que tener en cuenta que la terapia de choque con insulina amenaza al paciente con los siguientes problemas:

• Convulsiones similares a ataques epilépticos.
• Coma prolongado.
• Estado comatoso recurrente después de la recuperación del coma insulínico.

El tratamiento consta de 20 a 30 sesiones, durante las cuales el paciente entra en un estado soporífero-comatoso. Debido a la peligrosidad de este método y al riesgo de desarrollar complicaciones graves, no se ha difundido ampliamente en psiquiatría.

Contraindicaciones

El tratamiento de las formas de diabetes insulinodependientes, como cualquier farmacoterapia, presenta ciertas limitaciones. Analicemos las principales contraindicaciones para el uso de insulina:

• Formas agudas de hepatitis.
• Cirrosis.
• Lesión ulcerosa del estómago y duodeno.
• Litiasis urinaria.
• Hipoglucemia.
• Nefritis.
• Pancreatitis.
• Defectos cardíacos descompensados.

Se debe tener especial precaución al tratar pacientes con accidentes cerebrovasculares, enfermedad de la tiroides, insuficiencia renal y enfermedad de Addison.

También es necesario tener en cuenta la intolerancia individual a ciertos tipos del fármaco y el riesgo de desarrollar reacciones alérgicas a los componentes de la insulina. Las presentaciones inhaladas del fármaco están contraindicadas en pacientes pediátricos, así como en casos de bronquitis, asma bronquial, enfisema y en pacientes que hayan fumado en los últimos 6 meses.

Durante la terapia con insulina, es necesario tener en cuenta su tendencia a interactuar con otros fármacos. Su actividad aumenta significativamente al combinarse con hipoglucemiantes orales, etanol y betabloqueantes. Al interactuar con glucocorticosteroides, existe un alto riesgo de desarrollar hiperglucemia.

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Nutrición durante la terapia con insulina

La dieta para la diabetes mellitus depende completamente del régimen de terapia con insulina. El número de comidas se calcula en función de la dosis de insulina, el tipo de hormona administrada, el lugar de la inyección y las características corporales del paciente. La dieta debe contener una cantidad fisiológica de calorías, así como la cantidad necesaria de proteínas, grasas, carbohidratos y otros nutrientes. Todos estos factores determinan la frecuencia y el horario de las comidas, así como la distribución de los carbohidratos (unidades de pan) entre ellas.

Consideremos las características nutricionales de diferentes esquemas de compensación del metabolismo de carbohidratos:

• Un medicamento de acción ultrarrápida: se toma 5 minutos antes de las comidas y reduce la glucosa en 30 a 60 minutos.
• La insulina de acción corta se administra 30 minutos antes de las comidas, y la disminución máxima de la glucosa se produce después de 2-3 horas. Si no se consumen alimentos ricos en carbohidratos después de la inyección, se produce hipoglucemia.
• Los medicamentos de acción media y prolongada reducen los niveles de azúcar en un plazo de 5 a 8 y de 10 a 12 horas.
• Las insulinas mixtas son inyecciones de acción corta e intermedia. Tras su administración, provocan una disminución máxima de la glucosa al doble y requieren una compensación de carbohidratos a través de la alimentación.

Al elaborar una dieta, se tiene en cuenta no solo el tipo de medicamento administrado, sino también la frecuencia de las inyecciones. Se presta especial atención al concepto de unidad de pan. Se trata de una estimación condicional de la cantidad de carbohidratos presentes en los productos. Por ejemplo, una unidad de pan equivale a 10-13 g de carbohidratos, excluyendo la fibra dietética, pero considerando las sustancias de lastre, o a 20-25 g de pan.

1. Doble administración – 2/3 de la dosis diaria se administra por la mañana y 1/3 por la noche.

• El primer desayuno debe contener 2-3 unidades de pan, ya que el medicamento aún no ha comenzado a actuar.
• La merienda debe realizarse 4 horas después de la inyección y consistir en 3-4 unidades de pan.
• Almuerzo: 6-7 horas después de la última administración del medicamento. Por lo general, se trata de una comida contundente de 4-5 unidades de pan.
• Merienda – los niveles de azúcar pueden estar ligeramente elevados, por lo que no se deben consumir más de 2 unidades de pan.
• La última comida es una cena abundante de 3-4 unidades de pan.

Este esquema de cinco comidas al día se utiliza con mayor frecuencia con una pequeña dosis diaria de insulina administrada.

2. Administración del fármaco en cinco tomas: antes del desayuno y antes de acostarse, se utiliza un fármaco de acción intermedia, y antes de las comidas principales, uno de acción corta. Este esquema requiere seis comidas al día, es decir, tres comidas principales y tres refrigerios. Tras la administración de la hormona de acción intermedia, es necesario consumir dos unidades de pan para minimizar el riesgo de hipoglucemia.
3. Terapia intensiva con insulina: este régimen se caracteriza por la administración múltiple del fármaco en un horario conveniente para el paciente. La tarea del paciente es controlar la cantidad de unidades de pan en las primeras comidas y controlar su nivel de glucosa en sangre. Muchos pacientes con este régimen cambian a una dieta preventiva o liberalizada n.º 9.

Independientemente de la dieta, una comida no debe exceder las 7 unidades de pan, es decir, entre 80 y 85 g de carbohidratos. Asimismo, se deben excluir de la dieta los carbohidratos simples (es decir, refinados) y calcular correctamente la dosis de carbohidratos complejos.

Reseñas

Numerosas revisiones de pacientes diagnosticados con diabetes tipo 1 o 2 confirman la eficacia de la terapia con insulina cuando se administra correctamente. El éxito del tratamiento depende de la correcta selección del medicamento, del régimen de compensación del metabolismo de carbohidratos y de la adherencia a la dieta.