Reglas de la dieta para el grupo sanguíneo

La dieta según el tipo de sangre se basa en el principio de que cada persona consume los productos que aparecieron en el momento en que apareció este o aquel tipo de sangre. Por lo tanto, el menú dietético para cada uno de los cuatro tipos de sangre incluye diferentes productos. Te lo explicaremos en detalle.

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¿Cuáles son las opciones de alimentos para la dieta del tipo sanguíneo?

Para determinar fácilmente qué incluir en la dieta y qué no, es necesario determinar no solo los grupos sanguíneos, sino también los grupos de alimentos. Aquí está la lista.

• Platos de carne
• Mariscos
• Leche, leche fermentada y huevos
• Grasas y aceites
• Semillas y frutos secos
• Frijoles y sus tipos
• Cereales
• productos de panadería
• Verduras
• Frutas
• Infusiones de hierbas
• Jugos
• Bebidas distintas del té
• Especias

Todos estos productos para la dieta del grupo sanguíneo pueden ser prohibidos, limitados, útiles o neutrales. En este caso, es más fácil eliminar los productos no deseados o, por el contrario, incluirlos en la dieta con mayor frecuencia.

Reglas importantes para la dieta según el tipo de sangre

No consuma carbohidratos y proteínas juntos. Esta es una de las condiciones para una pérdida de peso efectiva y una mejora en la salud con la dieta según el tipo de sangre. Una alimentación separada es una excelente razón para adoptar un estilo de vida responsable, mejorando su salud y adelgazando al mismo tiempo.

Para la dieta según el tipo de sangre, bastan hasta 1400 kilocalorías al día. Un nutricionista gastroenterólogo le ayudará a calcular la dosis óptima.

Lo bueno es que siguiendo los principios de la dieta del tipo sanguíneo fortaleces tu sistema inmunológico, normalizas el funcionamiento del sistema nervioso y mejoras las funciones del tracto gastrointestinal sin limitarte en las porciones ni pasar hambre.

Beneficios de la dieta según el tipo de sangre

Al desarrollar una dieta según tu tipo de sangre, un nutricionista calculará un menú para ti, teniendo en cuenta tu empleo, actividad física, enfermedades, edad y región. Esto te permitirá crear una dieta óptima.

Puedes bajar de peso con una dieta según tu tipo de sangre sin limitar tu alimentación ni tu consumo calórico (puedes consumir suficientes calorías). Solo recuerda que una persona con el primer tipo de sangre percibirá, digerirá y asimilará los mismos productos de forma completamente distinta a una persona con el tercer tipo o, por ejemplo, el cuarto.

Si los productos se digieren fácilmente, se activa el metabolismo de la persona, mejora el funcionamiento de los órganos internos y mejora la inmunidad.

Cuando una persona come lo que acepta, una persona que pierde peso según la dieta del tipo sanguíneo puede perder las alergias a un producto en particular.

Esto sucede porque ya no estás irritando tu cuerpo con irritantes en forma de sustancias que no acepta, por lo que puedes concentrar tus esfuerzos estrictamente en digerir y asimilar los alimentos, en lugar de en combatir sustancias innecesarias o dañinas.

Nutricionistas y gastroenterólogos afirman que las embarazadas que siguen una dieta según el tipo de sangre tienen menor riesgo de aborto y su hijo se desarrolla mejor y más rápido que aquellas madres que comen de todo indiscriminadamente.

¿A qué conduce la mala absorción de los alimentos?

Los alimentos inaceptables para tu tipo de sangre —¿y no lo sabías?— se depositan en el cuerpo como grasa. Pero los alimentos de fácil digestión no se convierten en depósitos de grasa, sino que, por el contrario, nos aportan la máxima energía. Así, la obesidad dejará de molestarte.

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