Alergia alimentaria

La alergia alimentaria se define como una reacción alérgica a un alimento. Hasta cierto punto, cualquier persona puede no percibir un producto en particular y reaccionar a él con síndrome del intestino irritable o una alergia. Los casos diagnosticados y confirmados de intolerancia alimentaria son aún poco frecuentes, ya que la mayoría de las veces el alimento se combina con otros tipos de alergias.

En la práctica alergológica, se registran aproximadamente el 3% de los casos de alergia alimentaria infantil y no más del 1% de las reacciones alérgicas a productos en adultos. Estas estadísticas muestran que este tipo de enfermedad a menudo se pasa por alto o no se diferencia como una enfermedad independiente. Además, la alergia alimentaria puede presentar síntomas similares a los de la intolerancia alimentaria, que no está relacionada con la respuesta del sistema inmunitario.

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¿Por qué se producen las alergias alimentarias?

Las alergias alimentarias suelen ser provocadas por productos absolutamente benignos en personas con antecedentes familiares o padres con alergias. Cualquier manifestación de la enfermedad, ya sea fiebre del heno o asma, puede transmitirse genéticamente y provocar una reacción en la descendencia no al polen, medicamentos o picaduras de insectos, sino a los alimentos. El proceso de digestión de los alimentos implica la producción de una inmunoglobulina específica, la IgE, que, al liberarse, comienza a interactuar con los análogos de los basófilos, los mastocitos. Estos son los labrocitos, o mastocitos, que forman el mecanismo de adaptación del sistema inmunitario a sustancias desconocidas que han entrado en el organismo. Si la producción de IgE está genéticamente determinada como una respuesta agresiva, la inmunoglobulina libera automáticamente un mediador, una amina biógena llamada histamina. Las alergias alimentarias se manifiestan en la zona, en los tejidos donde se liberó la histamina. Si los mastocitos que contienen histamina se acumulan en la nasofaringe, aparecen dificultad para respirar, picazón y posible inflamación de la laringe.

Si la liberación del mediador de la respuesta alérgica ocurre en el tracto digestivo, puede presentarse dolor abdominal y diarrea. La histamina acumulada en la epidermis causa hinchazón.

¿Qué alimentos provocan reacciones alérgicas con mayor frecuencia?

Los mariscos, desde los camarones hasta las langostas exóticas, encabezan la lista de los "provocadores" de alergias alimentarias. En segundo lugar se encuentran los frutos secos, casi todos sus tipos, pero los cacahuetes son especialmente peligrosos, ya que pueden causar un shock anafiláctico instantáneo. El pescado de mar o los huevos también pueden provocar alergia alimentaria. Los niños pueden tener reacciones alérgicas a la leche y los productos lácteos; este tipo de alergia suele desaparecer con la edad, ya que durante el crecimiento se forma el tracto digestivo, se fortalece el sistema inmunitario y se desarrollan todos los mecanismos de adaptación del organismo. Si una persona ya ha presentado alergia al polen de árboles frutales en flor, lo más probable es que experimente una reacción alérgica al consumo de la fruta. También puede haber alergia cruzada a la ambrosía y al melón, a la floración del abedul, el álamo y la cáscara de manzana.

¿Cómo se desarrolla una alergia alimentaria?

Los alérgenos se consideran proteínas aparentemente completamente inofensivas y que no se descomponen durante el tratamiento térmico de los alimentos. Penetran en el tracto gastrointestinal, donde se conservan sin ser destruidos por ácidos ni enzimas. En su estado original, entran al torrente sanguíneo, donde intentan conectar con las células diana. El sistema inmunitario los reconoce como extraños y se produce una reacción alérgica. El inicio de la respuesta inmunitaria depende de la velocidad de la digestión y del estado del tracto gastrointestinal. Por lo general, un alimento que provoca una alergia alimentaria al entrar en la cavidad oral causa un picor leve. El proceso digestivo continúa; además del picor, la persona puede no sentir otros síntomas alarmantes. Al digerir el alimento, comienzan a aparecer náuseas, dolor abdominal, diarrea y baja la presión arterial. Poco después, los alérgenos llegan a la piel a través del torrente sanguíneo, donde se desarrolla una erupción cutánea, a menudo grave, que puede llegar hasta el eccema. Si los productos de la reacción histamínica penetran el sistema broncopulmonar, el paciente puede desarrollar una crisis asmática. La reacción, desde una leve picazón inicial hasta una sensación de ardor o asfixia, puede tardar varios minutos o incluso horas.

¿Cómo se reconocen las alergias alimentarias?

Si una persona detecta signos de alergia alimentaria y consulta al médico, este primero recopila información anamnésica para confirmar o descartar un factor hereditario de alergia. A continuación, es necesario describir los síntomas y manifestaciones de la alergia con el mayor detalle posible y elaborar una lista de los productos que suelen incluirse en la dieta. Por lo general, se prescribe un método de diagnóstico específico para identificar la sustancia alimentaria causante: una prueba cutánea. Se aplican sobre la piel unas gotas del líquido que contiene el componente principal de un alimento en particular. Se realiza una punción en la piel, en la que penetra el líquido. Después de cierto tiempo, debería aparecer una reacción en forma de un pequeño edema en la piel, lo que indica la presencia de una agresión inmunitaria al producto introducido. También se prescriben una prueba de inmunoenzimas y otros análisis de sangre.

Tratamiento de las alergias alimentarias

El tratamiento más eficaz, así como la prevención, es la eliminación completa de los productos que provocan alergias en la dieta. Es necesario tener cuidado al elaborar el menú y estudiar la composición de los productos multicomponentes, ya que pueden contener un alérgeno que, incluso en dosis microscópicas, puede causar alergia.

Si el producto entra en contacto con el organismo y comienza a manifestarse la reacción, debe tomar inmediatamente un antihistamínico recetado por un médico. Si la reacción alérgica se intensifica y se desarrolla rápidamente, debe llamar a una ambulancia para prevenir un shock anafiláctico.

Las alergias alimentarias rara vez son aisladas, por lo general se repiten, por lo tanto, para evitar las consecuencias graves de las reacciones alérgicas, es necesario controlar la dieta y llevar siempre consigo un pequeño botiquín personal de primeros auxilios, que contenga todos los medios necesarios para detener un ataque de alergias.