Síndrome del ojo vago

El síndrome del ojo vago o ambliopía es una disminución funcional (reversible) de la visión, en la que un ojo participa parcialmente o no participa en absoluto en el proceso visual. Dado que en este caso los ojos ven imágenes diferentes, el cerebro no puede compararlas en una única imagen tridimensional. Como resultado, se suprime la función de un ojo y se pierde la visión binocular.

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Epidemiología

Se estima que este trastorno afecta entre el 1% y el 5% de la población mundial. La patología se desarrolla con mayor frecuencia en la primera infancia.

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Causas síndrome del ojo vago

Las causas más comunes de ambliopía son las siguientes enfermedades:

• estrabismo,
• catarata,
• ptosis,
• errores de refracción,
• astigmatismo,
• nistagmo

Esto sucede porque ambos ojos no funcionan de la misma manera y no pueden enviar igualmente las mismas imágenes al cerebro.

El estrabismo se produce cuando un ojo no puede enfocar el objeto que la persona intenta ver. En esta situación, el cerebro empieza a ignorar la imagen desenfocada. Esto debilita el ojo. Con el tiempo, ese ojo puede quedar desplazado, lo que provoca el síndrome del ojo vago.

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Síntomas síndrome del ojo vago

El síndrome del ojo vago suele presentarse en la primera infancia y hasta los 6 años. Los síntomas de ambliopía son visibles a simple vista. El diagnóstico y el inicio oportunos del tratamiento son clave para el éxito en la lucha contra esta patología. Por ello, se recomienda que los niños a partir de los 6 meses se sometan a una revisión oftalmológica completa, y la siguiente, a los 3 años.

Síntomas del síndrome del ojo vago en niños:

• Diferentes direcciones de la mirada de los ojos.
• Mayor dominio de un ojo.
• Mala percepción de profundidad.
• La visión de un ojo es significativamente peor que la del otro.

Los síntomas clínicos del síndrome del ojo vago en adultos difieren de los de los niños:

• Imagen dividida.
• Una sensación de velo o niebla ante los ojos.
• Contornos borrosos de objetos.
• Caída del párpado superior.
• Disminución significativa de la agudeza visual.

El síndrome del ojo vago se caracteriza por diversas anomalías funcionales en la visión espacial, como disminución de la agudeza visual (AV) y la sensibilidad al contraste (LCR), así como distorsión espacial, interacciones espaciales anormales y alteración en la detección de bordes. Además, las personas con este síndrome sufren alteraciones de la visión binocular, como estereopsis y suma binocular anormal.

Formas

Dependiendo de la causa que provoca la enfermedad se distinguen los siguientes tipos de ambliopía:

1. Deprivación: se produce como resultado de un daño orgánico en uno de los ojos. Con mayor frecuencia, se trata de una forma congénita o adquirida como resultado de una opacidad corneal o cataratas. Esta ambliopía es difícil de corregir.
2. Anisometrópica: aparece cuando existe una gran diferencia en la capacidad refractiva de los ojos. Es característica de una disminución significativa de la visión en un ojo. Este tipo de patología no se puede corregir con gafas ni lentes de contacto, lo que dificulta el tratamiento.
3. Disbinocular: se presenta con estrabismo. Es más común en niños menores de 6 años. El tratamiento no es particularmente difícil si la enfermedad se detecta a tiempo y se realiza el diagnóstico correcto.
4. Histérico: deterioro reversible de la agudeza visual en trastornos mentales, en particular la histeria. A menudo se asocia con fotofobia y síntomas neurológicos. El tratamiento consiste en superar esta condición.
5. Refractiva: ocurre cuando hay un trastorno refractivo en uno o ambos ojos.

Diagnostico síndrome del ojo vago

Para prescribir el tratamiento correcto, es necesario realizar un diagnóstico preciso. El síndrome del ojo vago en adultos se determina mediante una exploración oftalmológica completa. Para un diagnóstico preciso, es fundamental recopilar la anamnesis y las molestias del paciente. El oftalmólogo debe evaluar visualmente el estado del paciente y realizar una exploración externa, prestando especial atención a los globos oculares y las hendiduras palpebrales, así como al estado de los párpados. También es importante evaluar el estado de las pupilas y su reacción a los estímulos luminosos.

El diagnóstico de la ambliopía implica la realización de diversas pruebas. En primer lugar, es necesario evaluar la agudeza visual, que se determina mediante una pizarra especial con letras de diferentes tamaños. También es necesario determinar la percepción del color del paciente y realizar una perimetría. Otros métodos para diagnosticar el síndrome del ojo vago son la biomicroscopía y la oftalmoscopia. Estos métodos ayudarán al médico a examinar el fondo de ojo.

Para evaluar el poder refractivo, se realiza un estudio de la permeabilidad del vítreo y del cristalino. En caso de estrabismo, es necesario determinar el ángulo de estrabismo.

Tratamiento síndrome del ojo vago

La oclusión es el principal método para tratar la ambliopía. Consiste en usar un parche ocular para forzar el ojo vago a trabajar. Este procedimiento debe durar de 3 a 4 horas diarias, no de forma continua. El resultado de este tratamiento depende de la edad del niño, la gravedad de la enfermedad y el estricto seguimiento de las indicaciones del médico.

Si su hijo se niega a usar un parche ocular, considere usar lentes de contacto especialmente diseñados que impidan la entrada de luz en los ojos. Estos lentes no afectarán su apariencia.

Si por alguna razón no es posible usar un parche ocular, se pueden usar gotas de atropina. Se aplica una gota del medicamento en el ojo sano, lo que promueve la dilatación constante de la pupila y la visión borrosa. Esto hace que el cerebro "trabaje" el ojo vago. La ventaja de este método es que no requiere el uso de parches, y entre los efectos secundarios se encuentra la fotosensibilidad. La dilatación constante de la pupila puede provocar parálisis del músculo ciliar, lo que conlleva una alteración de la acomodación y la capacidad de enfoque del ojo.

Si el desarrollo de la ambliopía es causado por un error refractivo, el tratamiento de la patología consiste en el uso de gafas, lentes, corrección de la visión con láser y, para los niños, se recomiendan vitaminas para la visión [Blueberry Forte, Vitrum Vision (Vision), Doppel Herz Lecithin y Active].

Si la causa del síndrome del ojo vago es la miopía o la hipermetropía, los oftalmólogos recomiendan el uso de lentes de contacto o gafas correctoras.

En caso de estrabismo, caída del párpado superior, cataratas, se utiliza la intervención quirúrgica para eliminar el síndrome del ojo vago, porque es necesario eliminar inicialmente las causas y solo después comenzar a corregir la ambliopía.

Los métodos más comunes para tratar el síndrome del ojo vago en oftalmología son la estimulación láser, la estimulación eléctrica y los fotopulsos. Estos métodos ayudan a estimular el ojo vago.

En el tratamiento complejo del síndrome del ojo vago, también se prescriben ejercicios especiales que ayudarán a entrenar el ojo vago.

Nuevos métodos de tratamiento

La estimulación magnética transcraneal cerebral puede mejorar temporalmente la sensibilidad al contraste y la resolución espacial en el ojo afectado de adultos con ambliopía. Este tratamiento está en desarrollo. Además, se han propuesto diversos tipos de estimulación cerebral para el tratamiento del síndrome del ojo vago mediante estimulación transcraneal anódica de corriente continua.

Los niños mayores e incluso los adultos que padecen esta enfermedad pueden utilizar programas informáticos especiales que mejoran la agudeza visual y la sensibilidad al contraste.

Uno de estos programas es RevitalVision. El tratamiento suele constar de 40 sesiones de 40 minutos cada una, que se realizan a lo largo de varias semanas.

Actualmente, RevitalVision es el único tratamiento computarizado aprobado por la FDA para el síndrome del ojo vago.

Prevención

Para prevenir el desarrollo del síndrome del ojo vago, la Asociación Americana de Optometría recomienda un examen ocular inicial a los 6 meses de edad, un segundo examen a los 3 años y un tercer examen antes de ingresar a la escuela.

Para los niños menores de un año, como medida preventiva, se pueden colocar los juguetes más lejos y no se deben poner objetos brillantes cerca de la cara del niño.

Para una prevención eficaz de la ambliopía es imprescindible tener un sueño bueno y saludable y un alivio sistemático de la fatiga visual, lo cual se consigue con ejercicios especiales.

El síndrome del ojo vago es una enfermedad que requiere la visita al oftalmólogo ante los primeros síntomas, tiene tratamiento y su diagnóstico no es especialmente difícil.

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