Dolor al final de la micción

Incluso de niñas, a las niñas se les dice constantemente que no se debe sentar sobre algo frío, que no es recomendable resfriarse los pies. Y no es que les duela la garganta, puede doler, pero no solo la garganta, sino un órgano ubicado mucho más abajo, la vejiga, puede resfriarse. Parecen paralelismos inesperados; sin embargo, el dolor al orinar puede sentirse incluso unas horas después de sentarse sobre algo frío.

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¿Qué causa dolor al final de orinar?

Se ha extendido la creencia de que la inflamación de la vejiga solo se produce como resultado de un resfriado. Pocas personas saben que comer alimentos ácidos en exceso, consumir bebidas energéticas y otras bebidas carbonatadas poco saludables, provoca irritación de la mucosa uretral, lo que provoca dolor al orinar.

Sin embargo, los enemigos más comunes de la vejiga siguen siendo:

• resfriados;
• infecciones;
• neoplasias en los órganos del sistema genitourinario (tumores);
• procesos inflamatorios de los órganos pélvicos;
• errores en la higiene personal (suciedad).

Síntomas de dolor al final de la micción

La inflamación de la vejiga se reconoce fácilmente por dos signos obvios: ganas frecuentes de orinar, que se presentan en pequeñas cantidades, y un dolor intenso, similar al ardor. El dolor al terminar de orinar cambia de naturaleza y se convierte en tirantez. Después de orinar, el dolor no desaparece por completo; persiste como una molestia en la zona genital.

En las formas graves del proceso inflamatorio, la necesidad dolorosa y frecuente de orinar se acompaña de:

• temperatura corporal elevada;
• dolor a lo largo de toda la uretra (dolor tanto al inicio como al final de la micción), lo que indica la presencia de uretritis;
• la presencia de una impureza turbia o moco en la orina (un indicador de una infección del tracto urinario asociada).

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La diferencia en el dolor al final de la micción en hombres y mujeres

Siempre que hablamos de enfermedades de los órganos pélvicos en general, y de la vejiga en particular, hablamos primero de la predisposición de las mujeres a padecerlas. La estructura anatómica es la culpable. Claro que los hombres también sufren cistitis, pero, a diferencia de las mujeres, tendrán que "sentarse en una piedra fría" mucho más tiempo para "ganarse" el dolor al orinar. Si consideramos la estructura de la uretra, en las mujeres su longitud es de aproximadamente 3,5 cm y en los hombres de hasta 10 cm. ¿Es notable la diferencia?

Las infecciones urogenitales también son desagradables porque tienen una tendencia ascendente. Es decir, la inflamación aparece en la uretra y asciende, infectando la vejiga, desde donde puede llegar a los riñones. En las mujeres, cualquier manifestación de procesos inflamatorios se presenta con flujo vaginal de cierta naturaleza: mucoso, transparente, espeso, blanco, purulento. La presencia y la naturaleza del flujo pueden usarse para sospechar la aparición de alguna enfermedad. En los hombres, todo ocurre de forma encubierta. Y la cistitis más común solo se puede detectar si el dolor al orinar se acompaña de sangre en la orina, lo que ya será un indicador del desarrollo de una forma avanzada de inflamación.

Otra diferencia es que las mujeres son más atentas y meticulosas en asuntos de salud y consultan con mayor frecuencia al médico, sobre todo cuando el dolor empieza a molestarlas. Los hombres tienden a ignorar las sensaciones dolorosas hasta que se les agota la paciencia. Lo cual, por supuesto, merece ser criticado.

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¿Qué debe hacer si siente dolor al finalizar la micción?

Ante cualquier manifestación de inflamación en cualquier órgano, de cualquier gravedad, lo primero que debe hacer es consultar a un médico. Olvídese de tomar un baño caliente o calentar el órgano inflamado de otras maneras. Los microbios, virus y algunas bacterias pueden acelerar su reproducción considerablemente cuando la temperatura sube. El uso desmedido de medicamentos sin receta médica también puede agravar la situación. El dolor al orinar se puede aliviar en casa. Seguramente, cada familia tiene al menos una receta de la abuela, pero ¿vale la pena correr el riesgo sin un diagnóstico confirmado?

Durante la consulta médica, seguramente le indicarán un análisis de orina, sangre y frotis uretral. También se realizarán exámenes endoscópicos, según el grado de afectación y la gravedad de la enfermedad: cistoscopia y ecografía del aparato genitourinario. A los hombres se les recomendará una consulta con un andrólogo. Las mujeres deben someterse a una evaluación ginecológica.

Para el tratamiento de la cistitis sin complicaciones, no es necesario hospitalizarse. Seguir las recomendaciones del médico en casa ayudará a aliviar la inflamación rápidamente. Lo más probable es que el tratamiento farmacológico consista en tomar furagina o canefrona. En presencia de microflora patógena, se pueden recetar antibióticos de amplio espectro. Como complemento a la medicación, es fundamental seguir una dieta equilibrada, excluyendo alimentos picantes, ácidos y salados.

Existen recetas de medicina tradicional de eficacia comprobada que nuestras abuelas y madres han usado durante muchos años. Pongamos una de ellas como ejemplo. Las mujeres son las más proclives a este tratamiento, pero esta información también será útil para los hombres. El primer día, en cuanto sienta dolor al orinar, compre semillas de eneldo en la farmacia. Prepare una bebida: vierta una cucharada de semillas de eneldo en un termo, vierta un vaso de agua caliente y deje reposar durante 15 minutos. Tome 100 gramos tres veces al día.