Tratamiento del dolor cardíaco

El análisis de los aspectos fisiopatológicos y de las diversas manifestaciones clínicas nos permite detectar la naturaleza multinivel y polisistémica de varios vínculos en la patogénesis y formación de síntomas en la aparición de dolor en el corazón, alteraciones del ritmo y del tono vascular y cambios en el ECG.

Uno de los principales problemas que existen hoy en día en el tratamiento de los trastornos mencionados es la idea arraigada de que cualquier sufrimiento se basa necesariamente en cambios morfológicos y anatómicos, incluso en situaciones donde se ha demostrado la ausencia de estos. Estos cambios se asocian con la presencia en la sociedad moderna de un modelo de medicina "organismocéntrico", que, a pesar de sus eslóganes declarativos (no tratar la enfermedad, sino al paciente, etc.), se centra en el organismo, el órgano, y no en la personalidad, la persona.

En nuestra opinión, el enfoque más realista y eficaz para el tratamiento de los trastornos vegetativos del sistema cardiovascular es considerarlos una variante sistémica del síndrome psicovegetativo. De acuerdo con este enfoque, es necesario actuar sobre las esferas mental, vegetativa y somática.

Tratamiento de los trastornos mentales

El análisis clínico y psicológico permite identificar la estructura de los trastornos existentes, realizar una correcta evaluación sindrómica de los trastornos afectivos, identificar la contribución de factores psicógenos, endógenos, somatogénicos, el papel de la premorbilidad, etc. en la formación de una forma específica de disfunción autonómica.

Las medidas de tratamiento se implementan según dos programas, a menudo interrelacionados.

1. Corrección psicoterapéutica. Consiste en aclarar la estructura del cuadro interno de la enfermedad y corregirlo convenciendo al paciente de que no padece una enfermedad somática peligrosa. De esta manera, se eliminan las influencias iatrogénicas que surgen como resultado de la comunicación con médicos que sospechan un sufrimiento peligroso y la lectura de literatura médica por parte de los pacientes. En algunos casos, ante la presencia de trastornos de hiperventilación, está indicada la provocación de fenómenos vegetativos mediante hiperventilación, con su consiguiente alivio. También se puede utilizar la psicoterapia racional, el entrenamiento autógeno, la hipnosis, etc.
2. Medicamentos psicotrópicos. Se prescriben según la estructura de los trastornos emocionales.

Impacto en los trastornos autonómicos

El efecto se consigue de dos maneras: mediante la regulación voluntaria de la respiración y mediante la prescripción de agentes vegetotrópicos.

El impacto en las funciones vegetativas mediante técnicas de regulación respiratoria voluntaria constituye un capítulo nuevo y prometedor en la vegetatología moderna. La gimnasia respiratoria está indicada en todos los casos de disfunción vegetativa, ya que el sistema respiratorio está estrechamente conectado con el cardiovascular y otros sistemas del cuerpo, y su aplicación conduce a una estabilización bastante efectiva del estado psicovegetativo.

Entre los fármacos de la serie vegetativa, los betabloqueantes son los más utilizados. La hipotensión arterial también requiere la prescripción de fármacos como saparal, infusión de vid de magnolia, ginseng, zamaniha, pantocrina, preparados de calcio (gluconato, lactato de calcio) y ácido ascórbico. En algunos casos, está indicado el uso de regulón para aumentar la presión arterial.

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Corrección de trastornos somáticos y otros

La corrección de trastornos somáticos y de otro tipo consiste en influir en una serie de fenómenos importantes para el mantenimiento de las perturbaciones vegetativas. Por ejemplo, en la gran mayoría de los pacientes, junto con la presencia de signos de hiperventilación, también suelen presentarse signos de aumento de la excitabilidad neuromuscular (tetania latente). En estos casos, se prescriben fármacos que reducen el nivel de excitabilidad neuromuscular: correctores minerales. Los fármacos más utilizados son los que regulan el metabolismo del calcio: ergocalciferol (vitamina D2), AT-10, taquistina, gluconato de calcio, glicerofosfato, cloruro de calcio, así como los que regulan el metabolismo del magnesio: lactato de magnesio, aspartato de potasio y magnesio, y magnesio-B6.

Otros agentes sintomáticos indicados son los fármacos que reducen la excitabilidad vestibular en presencia de trastornos vestibulares. Estos son stugeron, aeron, dedalon, torekan, betaserk, etc.; también se utiliza la gimnasia vestibular.

La presencia de manifestaciones alérgicas requiere la administración de agentes desensibilizantes: ácido ascórbico, pipolfen, suprastin, tavegil, difenhidramina, claritin, etc.

En caso de dolor en la zona del corazón, se recomienda tomar valocordina o tintura de valeriana, automasajes suaves en las zonas de dolor o usar irritantes locales que distraigan (empastes de pimienta, emplastos de mostaza). El dolor cardíaco con características de angina de pecho indica la prescripción de bloqueadores de calcio como isoptina (verapamilo) a dosis de 0,04-0,08 g 3 veces al día durante 2-5 semanas.

Además de la psicoterapia y los ejercicios de respiración, los métodos de tratamiento no farmacológicos incluyen acupuntura, ejercicios terapéuticos y masajes, terapia dietética, fisioterapia, balneoterapia y tratamientos de spa.

Además de los principios conocidos del tratamiento de la osteocondrosis, los bloqueos de novocaína y la terapia manual también están indicados para los síndromes miofasciales.

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