Preparación para la radiografía de estómago y duodeno

Los exámenes de detección del estómago durante una exploración médica se realizan con dispositivos especiales de diagnóstico por rayos X, gastrofluorogramas, controlados por un escáner de televisión de rayos X. El examen se realiza en ayunas. Entre 20 y 30 minutos antes, el paciente se coloca de 2 a 3 comprimidos de Aeron debajo de la lengua para relajar el estómago. Se utiliza una suspensión altamente concentrada de sulfato de bario especialmente preparada como medio de contraste, y un gasificador para distender el estómago. La radiografía se realiza en varias proyecciones estándar, con el paciente en posición vertical y horizontal. Las imágenes resultantes se denominan "gastrofluorogramas". Su tamaño, a diferencia de las radiografías convencionales, es pequeño (10 x 10 o 11 x 11 cm), y su número es de 8 a 12. Si se detectan cambios patológicos en las imágenes, el paciente suele ser derivado a una fibrogastroscopia. La realización de radiografías masivas de detección está justificada en zonas geográficas con alta incidencia de cáncer de estómago.

El examen radiográfico de rutina del estómago y el duodeno se realiza según las indicaciones clínicas en un equipo de rayos X universal, que permite la obtención de imágenes radiográficas seriadas bajo el control de un sistema de televisión de rayos X. Actualmente, se utilizan dos métodos para contrastar el estómago: la administración oral de una suspensión de bario o el doble contraste primario (con suspensión de bario y gas).

Con el primer método, el paciente acude a la sala de rayos X en ayunas. Tras un pequeño sorbo de suspensión acuosa líquida de sulfato de bario, el radiólogo evalúa la deglución, el paso del contraste por el esófago y el estado de la unión esofágica-gástrica. A continuación, distribuye el contraste a lo largo de los espacios interpliegues del estómago y realiza una serie de radiografías que registran el relieve de la mucosa gástrica. A continuación, el paciente bebe 100-150 ml de suspensión acuosa líquida de sulfato de bario, y el médico estudia la posición, forma, tamaño y contorno del estómago, su tono y peristaltismo, el proceso de vaciado y el estado del conducto pilórico y el duodeno. Se toman imágenes en diferentes proyecciones y con distintas posiciones del cuerpo del paciente.

Si es necesario, además del bario, se le administra al paciente una mezcla gaseosa para beber, lo que dilata el estómago con gas y permite obtener datos diagnósticos adicionales. Este método se denomina "doble contraste gástrico".

Para el doble contraste primario del estómago, se utiliza una suspensión especial de bario, cuya densidad es de 4 a 5 veces mayor que la de la suspensión habitual. Se caracteriza por su homogeneidad, mayor adhesión a la mucosa y resistencia a la floculación, es decir, no precipita en el contenido ácido del estómago. Antes del examen, se administra metacina parenteral al paciente para relajar el tracto digestivo. A continuación, en posición vertical, se examina el esófago tras 2 o 3 ingestiones de la suspensión de bario. Tras ingerir 50-70 ml del medio de contraste, se le pide al paciente que beba un polvo gaseoso. Las exploraciones posteriores se realizan en posición horizontal. Tras varias rotaciones sobre el eje longitudinal, durante las cuales se produce una reacción química de formación de gas, se infla el estómago y se recubre su mucosa con bario, se realizan radiografías seriadas del estómago y el duodeno en diversas proyecciones, generalmente en dos o tres anteriores (directa y oblicua) y dos o tres posteriores (también directa y oblicua). La fluoroscopia se realiza principalmente para seleccionar las mejores proyecciones radiográficas. El análisis de los resultados del estudio se realiza en una serie de radiografías.

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