La intoxicación por hidrocarburos se produce por ingestión o inhalación. La ingestión es más frecuente en niños menores de 5 años y puede causar neumonitis por aspiración.
Muchos tipos de hongos causan intoxicación al ingerirlos. Distinguir entre especies silvestres es una tarea difícil, incluso para un recolector de hongos experimentado; los métodos tradicionales para distinguir los venenosos de los comestibles no suelen ser fiables.
La intoxicación por ciguatera ocurre al comer cualquiera de las más de 400 especies de peces que se encuentran en los arrecifes tropicales de Florida, las Indias Occidentales o el Océano Pacífico, donde los dinoflagelados producen una toxina que se acumula en la carne del pez.
Un pequeño número de plantas comunes son venenosas. Entre las plantas altamente tóxicas y potencialmente mortales se encuentran el ricino, la hierba de la oración, la cicuta venenosa, la cicuta acuática, la adelfa y la dedalera, que contienen glucósidos.
En caso de intoxicación con sustancias cáusticas (ácidos y álcalis fuertes), se desarrolla una quemadura química del tracto gastrointestinal superior, que en algunos casos conduce a la perforación del esófago o del estómago.
La intoxicación por monóxido de carbono causa síntomas agudos: dolor de cabeza, náuseas, debilidad, angina de pecho, disnea, pérdida del conocimiento y coma. Semanas después, pueden aparecer síntomas neurológicos.
Los pacientes con intoxicación grave pueden requerir ventilación mecánica o tratamiento para el colapso cardiovascular. Si la consciencia está alterada, podría ser necesaria la monitorización y la sujeción constantes.
La primera etapa del diagnóstico es la evaluación del estado general del paciente. Una intoxicación grave puede requerir medidas de emergencia para tratar la insuficiencia cardiovascular aguda (colapso).
Los envenenamientos accidentales y los envenenamientos autoinfligidos intencionales (deliberados) son una causa común de visitas a los servicios de urgencias y algunas muertes.
La intoxicación por salicilato puede causar vómitos, tinnitus, confusión, hipertermia, alcalosis respiratoria, acidosis metabólica e insuficiencia orgánica múltiple.
