Vacunación contra la tularemia

El agente causal de la tularemia, Francesella tularensis, ha sido aislado de más de 100 especies de mamíferos, aves e insectos; las personas que tienen contacto con animales se infectan principalmente, pero la infección es posible a través del consumo de carne y agua contaminadas, o por picaduras de garrapatas y otros portadores.

Vacuna viva seca contra la tularemia: cultivo liofilizado de microbios vivos de tularemia de la cepa vacunal 15 NIIEG. Su vida útil es de 2 años, almacenada a una temperatura no superior a 8°. La vacuna se administra a partir de los 7 años (a partir de los 14 años en focos de tipo campo) una vez por vía cutánea o intradérmica. Antes de la vacunación, es obligatorio determinar la presencia de inmunidad específica mediante una de las reacciones serológicas o alérgicas cutáneas; solo se vacuna a los individuos con una reacción negativa. Una dosis para administración cutánea es de 2 gotas (210⁻¹ ^células microbianas), para administración intradérmica: 0,1 ml (10⁻¹ ^células microbianas). Revacunación, si está indicada, a los 5 años con la misma dosis. Se permite la vacunación cutánea simultánea de adultos con vacunas vivas contra la tularemia, la brucelosis y la peste (en diferentes partes del cuerpo). La vacuna contra la tularemia reconstituida se utiliza en un plazo de 2 horas.

La vacunación contra la tularemia por vía cutánea se realiza en la superficie externa del tercio medio del hombro con la vacuna diluida con un disolvente en la cantidad indicada en la etiqueta de la ampolla. Tras aplicar 2 gotas de la vacuna en dos puntos (a una distancia de 30-40 mm) de la superficie externa del tercio medio del hombro, se realizan 2 muescas paralelas de 10 mm de longitud.

La inmunidad se forma 20-30 días después de la vacunación y dura hasta 5 años.

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Reacciones a la introducción de la vacuna contra la tularemia

Se debe desarrollar una reacción local en todos aquellos vacunados cutáneamente: del 4º al 5º día, con menos frecuencia a partir del 10º día, hiperemia y edema de hasta 15 mm de diámetro, pequeñas vesículas a lo largo de las incisiones. Del 10º al 15º día, se forma una costra, dejando una cicatriz, a veces se observa un aumento de los ganglios linfáticos. Con el método intradérmico, la reacción local dura hasta 9 días: un infiltrado de hasta 40 mm, a veces con una reacción de los ganglios linfáticos regionales. La reacción general a la vacuna contra la tularemia es rara: malestar general, dolor de cabeza, temperatura de hasta 38 ° durante 2-3 días. Rara vez se observa una reacción alérgica en la 3ª o 4ª semana. En aquellos que han tenido tularemia o han sido revacunados, las reacciones se desarrollan más violentamente, pero se desvanecen más rápido.